Archimandrita Dorotheo
CARTAS A LOS HERMANOS I
Santo hesicastirio “san Jorge” de Avra Kalampaka
https://agiosgeorgiosavras.blogspot.com/
Αρχιμ. Δωροθέου ΓΡΑΜΜΑΤΑ ΣΤΟΥΣ ΑΔΕΛΦΟΥΣ Ι
ΙΕΡΟ ΗΣΥΧΑΣΤΗΡΙΟ «ΑΓΙΟΣ ΓΕΩΡΓΙΟΣ» ΑΥΡΑ ΚΑΛΑΜΠΑΚΑΣ
Amigos en y de CristoDios, al final del texto hemos puesto un miniléxico con estos términos teológicos de suma importancia:
- Agapi1 Αγάπη, amor, 2. Apázia2 Ἀπáθεια impasibilidad sin pazos, 3. Ascesis3 Ἄσκησις, áskisis ejercicio, práctica. 4. Catarsis4 Κάθαρσις kázarsis, 5. Diania5 Διάνοια mente, intelecto o cerebro 6. Increado/a6 Ἀκτιστο aktisto, 7. Iluminación7 (del nus) Φωτισμός (τοῦ νοῦ tu nú) 8. Jaris8 Χάρις Gracia, 9. “Kirie eleison9” «Κύριε ἐλέησον» 10. Logos10 Λόγος. 11 Loyismós11 /í11 Λογισμός/ί, 12. Metania12 Μετάνοια, 13. Nus13 Νοῦς, 14. Pazos14 Πάθος, 15. Psique15 Ψυχή psijí, 16. Realeza16 de Dios/de los cielos Βασιλεία τοῦ Θεοῦ/τῶν ουρανῶν (vasilía tu Zeú/ton uranón). 17. Zéosis 17 Θέωσις
CARTAS A LOS HERMANOS I
- La Iglesia es un lugar y el método de terapia «psicoterapia». Los hombres por regla general vienen con los corazones destrozados y las ψυχές psijés psiques15-almas desiertas y se sanan. La Iglesia tiene un método terapéutico para la sanación de los pazos14 de la ψυχῆς (psijí) psique15-alma y del cuerpo. Esto es un testimonio personal. Me hice de mí mismo dentro en la Iglesia a través de la confesión y la oración. Los hombres por costumbre copian los prototipos o modelos de comportamiento que se les está ofreciendo, juegan su papel, no conocen el sí mismo en su profundidad. La Iglesia con su método terapéutico restablece la orientación del corazón humano, tal y como se había creado inicialmente. Es decir, estar orientado hacia el Demiurgo-Creador y no hacia la creación.
- Jesús después de su Resurrección, llamó a los discípulos y sus Apóstoles “hermanos” (Jn 20,17). ¡Abraham fue llamado “amigo de Dios”! La amistad y toda relación personal se deben basar en Cristo. Lo mismo también el matrimonio. De otra manera será una alianza provisional, o una culpa mutua, o algo más sencillo aún y un día se derrumbará. “¡Por mí Tus amigos se han honrado mucho, oh Dios, cuán preciosos me son!” (Sal 138,17). El salmista da a entender como amigos de Dios a los Santos. Cualquier cosa basada en la verdad, es decir, en Cristo, quien es la verdad hipostasiada (fundamentada en la base substancial), es compacto y fuerte, permanece para siempre.
- Todas las cosas que hacemos en nuestra lucha espiritual, es decir, ayunar, permanecer humildes, sufrir silenciosamente, orar incesantemente, no es el fin en sí mismo, sino el medio, el método o modo para conseguir nuestro propósito que es el mismo Dios. Desde este punto de vista no necesitamos consuelo de los hombres. Nada puede sanar el indecible anhelo insaciable de nuestro corazón. Literalmente estamos sedientos para Dios. “Como la cierva desea y corre por las corrientes de las aguas; así clama por ti, oh Dios, la psique15-alma mía (Sal 41,1).
- Existen cuestiones eclesiásticas que no las entiendes y la mezcla de Iglesia y política te cansan y te abruman. Pero no pierdas la familiarización y concentración en la persona de Jesús Cristo. El Dios no es alguna energía o armonía convencional o nirvana o karma o cualquier cosa. EL DIOS ES PERSONA. Ha apocaliptado-revelado Su persona en nosotros. El Dios es Tríadico, es la Santa Trinidad. La causa o razón por la que Dios nos ha creado es para que participemos por Jesús Cristo en la relación de la agapi1 perfecta entre las tres personas-hipostasis de la Santa Trinidad. Hemos sido creados para la perfecta Agapi1 (amor incondicional). Esta es la razón de vivir en esta vida.
- “Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella” (Lc 7,13). CristoDios conoce tu dolor porque sabe de dolor. Alguna vez viene también en ti por sí mismo, solo, para consolarte. No Le cierres la puerta por tu egocentrismo. Nunca digas: “a mí no me quiere nadie”. ¡El Cristo te ama taantooo!!! Simplemente tú háblaLe y te conducirá por la Jaris8-Gracia (energía divina) a la catarsis4, a la pureza y a la unión junto con Él.
- “Cuídate, vigílate de ti mismo y protege tu psique15 alma fuertemente” (Deu 4,9). «Γνῶθι σαυτόν (gnozis saftón) conócete a ti mismo» (Platón). Las dos frases anteriores son semejantes pero no idénticas. Lo “Cuídate, vigílate de ti mismo” de la Biblia nos advierte y nos predispone sobre el hecho de que puede que hayan ataques en contra tuyo. Esto presupone un enemigo: el súper-contrario enemigo, el diablo. Algunos de los pensamientos que los consideras tuyos te los ha susurrado el diablo. Y una vez que esto lo hayas aceptado entonces entras en guerra, en la “guerra invisible”, según san Nicodemo el Aghiorita. Te haces partícipe de la belleza de la vida espiritual ortodoxa, de la vida en Cristo. (ver: http://www.logosortodoxo.com/la-guerra-invisible-san-nicodemo-el-aghiorita/)
- Las antiguas heridas en nuestros corazones existen exactamente porque posiblemente no hemos perdonado a los que han herido nuestras psiques15-almas. Puede ser que sean amigos, incluso los padres también los que nos han herido. Si no los perdonamos, entonces nuestros comportamientos no serán acción propia nuestra, sino una otra acción. Entonces no estás libre, sino que otro pazos14 de la psique15 decide para ti. Que nos convirtamos y seamos nosotros mismos mediante el perdón. La confesión ayuda decididamente en liberarnos de la influencia de los demonios y sus energías. En el camino para nuestra unión con CristoDios, la catarsis4 del corazón es un primer paso imprescindible.
- Existen tres estadios en la vida espiritual: La catarsis4 del Corazón, la iluminación7 del nus13 y la zéosis17 por la Jaris8 (gracia, energía increada). La mayoría de nosotros gastamos nuestro tiempo intentando catartizar purgar y sanar nuestro corazón de la suciedad, de la contaminación y de la mugre. Es un esfuerzo bendito. Las caídas sucesivas y nuestros levantamientos constituyen el film, película de nuestra vida. Nuestra agapi1 (amor incondicional) para Aquel que viene progresivamente en nuestros corazones. La presencia de CristoDios en nuestra vida diaria es una necesidad igual que la respiración y expiración. Además nos lo ha dicho: «YoSoY el Camino, la Verdad y la Vida; nadie puede venir al Padre sino es por mí». 6. YoSoY el Camino único que conduce al cielo; y la Verdad increada6, absoluta y real; también la fuente de la Vida increada6 y donador de la Vida eterna. Nadie puede venir al Padre y disfrutar de la vida eterna sino sólo por mí.
- “Amar a vuestros enemigos” (Mt 5,44). Parece difícil para uno conseguir esto. El no devolver mal por el mal o tolerar algunas cosas es algo que lo puedes hacer. ¿Pero amar a los enemigos? Esto se hace cuando no sientes el dolor que proviene de la maldad de algunos hombres. Ya para este mundo estás muerto. Nada tiene importancia sino sólo el Dios. Entonces puedes amar a tus enemigos. No sólo a perdonarlos o tolerarlos, sino amarlos. Ya no tienes intereses personales. Ya no vives tú sino que es el Cristo que vive en tu interior (Gal 2,20).
- Sin el Espíritu Santo estamos vacíos y es un sentimiento de desierto y vacio que habita en nuestros corazones. El infierno es así; la falta de la visión, contemplación de Su persona. Cuando no nos visita el Espíritu Santo nuestra vida es insoportable. “Oye mi oración y mi súplica, oh Señor, y escucha mis clamores. No calles ante mis lágrimas; porque forastero soy para ti, y advenedizo, como todos mis padres provisionalmente estoy en la tierra; déjame, y tomaré fuerzas, antes que me vaya de esta vida y perezca (Sal 38, 13).
- “Mas yo andaré en mi integridad con rectitud, sin maldad; Redímeme, oh Señor, y ten misericordia de mí. Mi pie ha estado en rectitud, siempre en el camino recto de Tu voluntad; por eso en las iglesias te estaré bendiciendo y alabando, Señor” (Sal 25, 11-12). Los versos anteriores se pronuncian por el sacerdote mientras se está lavando las manos para la proskomidea (preparación de las especies sacramentales). ¿Quién puede estar delante de él sin quebrantamiento, contrición del corazón? “No me eches de delante de ti, de tu persona/rostro, y no quites de mí Tu Santo Espíritu (Sal 50,13).
- Tratando de ir más cerca de Dios debemos suprimir nuestro egocentrismo. El Dios es el epicentro y nosotros nos encontramos en la periferia estamos perimetralmente junto con millones de otros seres humanos. El reconocimiento de este acontecimiento nos proporciona otra orientación en nuestras vidas. Nuestra importancia personal tiene un valor limitado y nosotros tomamos y tenemos importancia mediante la κοινωνία kinonía conexión, unión, participación y comunión con el Dios. Jesús dice: “YoSoY la luz (increada6) del mundo” (Jn, 8,12). Y nosotros psalmodiamos en la doxología: “En y con Tu luz (increada6) contemplamos la luz (increada)”, y recibimos Su energía increada6 Jaris8-Gracia.
- Por costumbre hacemos un plan para nuestra vida y trabajamos duramente para realizarlo. Algunas veces pedimos también la bendición de Dios para lo que nosotros planificamos hacer. ¿Pero, qué sucede si el Dios tiene otro plan para nosotros, en concreto mejor que el nuestro? Si te confías en Él, diga: “Señor hazme conocer el camino que debo ir, de modo que sea de agrado ante Ti, porque hacia Ti he elevado mi psique15-alma y no quiero que se separe nunca de Ti” (Sal 142, 8). Cada uno debe preguntar, por lo menos una vez en su vida, a Dios: ¿Señor qué puedo hacer yo el pecador para Ti? ¿Cómo puedo mostrarte que te amo? ¿Qué sacrificio se puede medir con Tu agapi1 para mí? Señor, redímeme, sáname y sálvame. Te agradezco Señor que has permitido que Te conozca. No me expulses fuera, Tú que dijiste: “Y al que venga a mí no lo rechazaré, ni lo despreciaré, ni tampoco lo echaré fuera” (Jn 6,36). “No escondas de tu siervo Tu rostro, porque estoy angustiado y dolido” (Sal 68,18).
- El Dios nunca permite que suframos una tentación más fuerte de la que podemos soportar. Tus caídas son una lectura para tus carencias, faltas y errores. Por la conducción y guía de un padre espiritual puedes percibir la presencia de Dios en tu vida y desarrollar una conexión y comunión de dos direcciones junto con Él. ¡Es impresionante poder discernir la mano de Dios en tu vida! La razón por la que has nacido en esta vida ya se ha apocaliptado-revelado. Cualquier cosa, todo ya toma un sentido distinto en la vida: el mismo Dios.
- “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu psique15-alma, con toda tu mente y con toda la fuerza de tu voluntad y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10,27). ¿Lo ves? La vida es una cuestión de agapi1 (amor incondicional). Hemos venido en la vida no para crear y adquirir fortunas o para pasarlo bien, sino para amar. Si fracasamos y nos infernamos, es porque hemos fracasado en amar. La vida espiritual es la vida en Cristo que conduce a la agapi1 desinteresada. Es decir, allí donde no pones condiciones ni límites para amar. En la agapi1 desinteresada eres conducido después del esfuerzo espiritual de domar tus pazos14. Viene como un regalo de Dios después de un viaje. Este viaje merece todo sacrificio.
- “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mt 7,7). El Dios, como Padre, ama a ofrecer a Sus hijos. Pero nosotros por regla general utilizamos a Dios. Quiero esto, quiero lo otro. Él quiere dar tanto y mucho lo que es para nuestra sotiría redención, sanación y salvación. ¿Has preguntado alguna vez a Dios si quiere algo de ti? El Dios por supuesto que es perfecto, no tiene necesidad alguna. ¡Pero, quizás quiera decirte algo y tú como hijo mimado pides y pides continuamente “quiero esto, quiero aquello”! Le cierras y le dejas fuera y después de horas cuando abres la puerta está allí y te espera, ya que te ama. No se va incluso cuando Le niegas. “¿Qué pagaremos nosotros al Señor por todos sus beneficios que ha hecho para nosotros?” (Sal 115 (116), 13). Enséñame Señor, qué quieres que haga para ti ya que te he dado mi corazón. Tú dijiste: “Hijo mío entrégame tu corazón” (Prov 23,26). “Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi psique15 alma” (Sal 142, 8). Sólo por poder llamarte Padre, mi corazón se regocija. Ojalá que mis labios te elogien, te adoren y te canten. Tu aire que respiro es bendición. “Está mi psique15-alma apegada a ti; Tu diestra me ha sostenido” (Sal 62,9). Dame fuerza para amarte con todo mi corazón, con toda mi psique15-alma, con toda mi mente y con toda la fuerza de mi voluntad. ¿A dónde voy a encontrar logos10 y palabras de agapi1 para ofrecerTe? “En las iglesias Te alabaré y Te bendeciré, oh Señor” (Sal 25,12). Siempre, ahora y siempre y en los siglos de los siglos amín.
- San Paísios el Aghiorita decía: el que vivas según Cristo es una praxis que se hace por pundonor y buena voluntad. Cuando has percibido las beneficencias de Dios en tu vida, busca una forma de indicar tu agradecimiento. Además, el que percibas y conciencies tu pecaminosidad (enfermedad espiritual) es resultado de la venida de la jaris8 (gracia, energía increada) de Dios sobre ti. Queda a merced de ti a romper las cadenas del amor hacia ti mismo, de tu filaftía-egolatría-egocentrismo. En esencia se trata de una negación de ti mismo, que es una praxis de agapi1-amor. “Si alguno quiere venir en pos de mí, NIÉGUESE A SÍ MISMO, tome su cruz, y sígame” (Mt 1,24).
- La Iglesia es la prórroga de la parusía-presencia de Cristo en la tierra. En ella suceden los mismos acontecimientos que sucedían cuando el Señor caminaba encima de la corcha de la tierra. Se hacen sanaciones, resurrecciones (despertares espirituales) de psiques15-almas mortificadas, milagros. Su habla es la más dulce que jamás se ha escuchado en la tierra, se escucha en cada lectura del Evangelio. Hombres caídos se levantan, ahora ciegos pueden ver, estos con los corazones rayados y destruidos encuentran en Él una razón de vivir en esta vida. “Señor, tú nos has sido y es refugio de generación en generación” (Sal 89,1). “Yo dije: Señor ten misericordia de mi; sana mi psique15-alma, porque he pecado ante Ti” (Sal 40,45).
- El hombre no puede “descubrir” a Dios de ninguna manera. El Dios apocalipta-revela el Sí Mismo en nosotros. Lo que conocemos sobre Él es lo que nos permite ver. La catarsis4 de tu psique15-alma permite en los ojos de la psique15-alma volver a ver. Mientras te vas catartizando purgando y sanando de los pazos14 tanto más disciernes a Dios. El egoísmo y el orgullo, por ejemplo, te ciegan. Los santos sienten la jaris8 (gracia, energía increada) de Dios que brota, emana también por la lectura del Evangelio. Pueden reconocer Su mano en la Creación, dentro en todos los hombres. Ven a Dios en todas partes (Sal 103). ¡Los hombres han alcanzado la zéosis17, deificados, glorificados tienen experiencia de Dios! Sienten Su agapi1 (amor, energía increada) y Su dulce y tierna protección. ¡Están tan agradecidos! Finalmente, nuestra relación con el Dios es una historia de agapi1-amor incondicional.
- Que retornes a Dios muchas veces durante el día y así podrás mantener la dulzura y la ternura de tu corazón. “Corazón quebrantado y humilde el Dios no lo abandonará” (Sal 50,19). Que le pidas perdón por las tonterías que dices, de las cosas tontas que haces y por tu comportamiento estúpido. Hasta que tus momentos tontos e insensatos se reduzcan y desaparecerán. Esto es parte de tu intento por vivir en y según Cristo. David dice: “Siempre contemplaba al Señor delante de mí” (Sal 15,8). Todo lo que hagas, pensamientos, acciones, referencias e intenciones ocultas, hazlo como si estuviera delante de ti el CristoDios. Porque en realidad, “no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas, partidas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Heb 4,13). Este es el mundo real: la presencia de Dios en nuestra cotidianidad, en nuestra particularidad y en cada momento nuestro. En el Paraíso sólo existe la Agapi1 (amor incondicional, energía divina increada), el Dios junto con los que Le aman. No hay otra realidad. Sin el Espíritu Santo estamos tontos, sin sano juicio y seguimos los deseos tontos y perversos de nuestra psique15-alma, nos autoengañamos, somos autodestructores. El pecado es giro contra el sí mismo; por tanto, que retornes por la Metania12. Que digas como el traidor: “Tú Señor todo lo conoces. Tú sabes que te amo” (Jn 21,17). (ver http://www.logosortodoxo.com/12-lexis-apocalipticas/ 8. ΜΕΤΑΝΟΙΑ-METANIA12 )
- No intentes evitar a levantar y llevar tu Cruz. Cada uno tiene una Cruz. Puede que sea una enfermedad larga, un hijo en las drogas y una familia destruida. Que pidas de Dios que te ayude en tu problema. Estate seguro que un día te liberará de este problema. Pero, mientras tanto, habrás pasado por un período de tentaciones, angustias, dolores y tristezas, durante este período habrás llorado por el mundo, pero habrás amado a CristoDios. Que camines en tu vida con y para el CristoDios. Este camino tuyo o trayectoria será una alegría sublime para ti. “El que no toma su cruz y sigue en post de mí, no es digno de mí” (Mt 10,28).
- El padre es el prototipo o modelo más fuerte de comportamiento en la familia, especialmente para los hijos. Y modelo o prototipo paternal de comportamiento débil, influencia al carácter de ellos. Los hijos quisieran un padre más fuerte. Aún también un padre muy fuerte y de modelo duro de comportamiento, influencia igualmente a los hijos, Puede que se vuelvan rebeldes, revolucionarios o hacerse más débiles. Todas estas cosas se superan por la agapi1 (amor incondicional). No dejes que tu psique15-alma sea herida para tu padre. A éste te ha dado Dios y con éste caminarás: “El que maldiga al padre o a la madre, muere irremisiblemente” (Mrc 7,10). El proceso de la aceptación es una praxis de santificación: te humillarás, tendrás dolor, lo aceptarás y serás orgulloso por eso. Si él te parece inmaduro, hazte tú padre de tu padre y cubre lo que te parece deficitario. Es un camino hacia la agapi1 (amor incondicional) y no hay nada como la agapi1. La agapi1 es psicoterapia, sana y limpia las lágrimas, consuela, mima, amplía, vivifica y despierta (los muertos) espiritualmente
- ¡NO EXISTE MIEDO EN LA AGAPI1! No vamos a la Iglesia o no hacemos las cosas religiosamente porque tenemos miedo a Dios o porque queremos reservar un sitio en el Paraíso. Todo lo que hacemos: ayuno, paciencia, oración, obediencia es porque Le amamos. Para Su inmensa agapi1 debemos hablarLe en la oración. Según san Juan el Teólogo: “18 En la agapi1-amor no hay lugar para el miedo o temor, el perfecto amor echa fuera el miedo, porque el miedo en sí infierna y supone culpabilidad y castigo; y el que teme no ha logrado la perfección de la agapi. 18. El temor al Señor, a cusa de nuestra culpa, por la que nos juzgará, en aquel que ama no existe; pero cuando la agapi1-amor es perfecta, ella echa fuera del corazón de la psique-alma el temor o miedo que le está infernando. Porque el miedo presupone y condiciona sufrimiento y castigo, a causa de la culpabilidad. Por lo tanto, aquel que tiene miedo a causa de su culpabilidad, está claro que no ha progresado ni se ha perfeccionado en la agapi1-amor. 19 Nosotros amamos a Dios, porque Él nos amó primero. 19. Todos nosotros los fieles amamos a Dios, porque hemos conocido y sentido profundamente que primero Él nos ha amado” (1Jn 4, 18-19).
- Cuando en el Monte Athos me encontré con san Paísios el Aghiorita me dijo: “Debes hacerte padre. El destino del hombre es hacerse padre”. Esto me lo dijo porque diagnosticó dentro de mí, en mi carácter, que no había prototipo o modelo fuerte de comportamiento paternal, porque me he criado casi sin padre. No me dijo que me haga padre espiritual o carnal y esto muestra cuánto la santidad respeta la libertad del hombre. Las mismas palabras las transmito a ti también. El hombre es y está en pie con los zapatos de Dios en su familia. Es padre. Los hijos ven la dinamis potencia, fuerza serena que emana del padre y entienden a nuestro Padre de los Cielos. La sociedad contemporánea niega este rol o papel a los varones. Por eso los hombres están en depresión y desánimo. No van a la Iglesia porque tienen vergüenza de lo que son y muchas veces blasfeman e insultan para mostrar que son hombres. Tú estás en la antípoda de estos. Vas a la Iglesia e intentas comportarte en tu casa según el Dios. Que conduzcas a tu familia continuamente a CristoDios. Por eso el Dios te ayudará. La esposa correcta ayuda a su marido a conseguir la paternidad. Esto se llama armonía.
- La agapi1 es la suprema de las virtudes y de los carismas. Por supuesto la agapi1 incondicional, desinteresada, altruista. Muchas veces decimos que te amo y entendemos que te necesito o para que no te vayas. Existen muchas formas de la agapi1 natural que el Dios ha puesto en nuestras vidas. Por ejemplo, la agapi1-amor entre los cónyuges, de los hijos hacia los padres, de los padres hacia los hijos, entre amigos. La agapi1 hacia los enemigos presupone la no existencia del amor hacia sí mismo (egolatría), la falta del egocentrismo, la humildad y la Metania12. Si trabajas las virtudes anteriores, se desarrollará tu espíritu y descubrirás que la agapi1-amor es una persona: “El Dios agapi1 es” (1Jn 4,16). ¡Sólo a Él tenemos que dar culto y venerar!
- Todos tus Loyismí11 (pensamientos simples o unidos con la fantasía) no son tuyos. El Dios permite al diablo a asaltar tu nus13 (espíritu) y tu mente. Sin embargo necesita tu consentimiento. Cuando recibes un loyismós11 -pensamiento, entonces el diablo desde tu diania5 mente, cerebro, vuela en tu corazón. Si niegas, se marcha. El diablo no puede tentarte más. Sólo puede proponerte el pecado. Tal y como hizo con la Eva. El consentimiento al loyismós11 y la realización del pecado es decisión tuya. La larga permanencia en la pecaminosidad debilita tu defensa. El mal hábito (adicción) por largo tiempo vuelve y vuelve de nuevo. Por eso hace falta una Metania12 radical. Nuestra decisión a no trabajar para el diablo y el pecado debe ser radical y definitiva. La oración monóloga “Kirie Señor Jesús Cristo eleisón9 me, compadécete de mí…”, por otra parte, catartiza, limpia, purga y sana los loyismí11-pensamientos y trae la paz y serenidad de la mente y del corazón.
- El giro, cambio de tu carácter en cristocéntrico es un proceso continuo. Cada día tomas la decisión de operar y actuar según Cristo, en cualquier sección y faceta de tu vida diaria. Finalmente, son centenares las pequeñas decisiones y prácticas que te llevan más cerca a Cristo. Ya te ha visitado el Espíritu Santo y te cristifica (te va haciendo semejante a Cristo). No niegues nunca la visita y no anules el proceso. Los días de nuestras vidas son muchos, porque son muchos nuestros pecados y transgresiones por los que debemos metanoizarnos arrepentirnos y confesarnos. La Metania12 en realidad es regreso, retorno igual que el Hijo Pródigo, es para el bien, es una fiesta. Que nos conceda el Dios espíritu y muchos días para acercarnos a Él con la vergüenza y cobardía del infractor, pero también con la confianza infantil del niño en la caridad y cariño del Padre. “Oh Señor, no me desampares, ni me abandones; Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate a ayudarme, oh Señor de mi salvación” (Sal 37,23-24).
- Nuestros padres merecen nuestro respeto. Vosotros, la barrera generacional lleváis esta culpa de la desobediencia. A fin de tener vida espiritual y la bendición de Dios, debes restablecer la relación de agapi1 y respeto con tus padres, especialmente con tu padre. Si no lo haces el Dios no permitirá que te hagas realmente padre. Acuérdate de los hijos de Noé (Gen 9,18). Según el libro de Sabiduría Salomón, primero tienes que hacerte y ser un buen hijo, a fin de hacerte buen padre. Veis lo que sucede en las casas de los hijos de la desobediencia. Si una generación se ha desviado un poco. Los hijos de ellos no les importan ni tienen en cuenta para nada a los padres. Es porque no se han arrepentido ni han vuelto a la metania12 y no han confesado la desobediencia. Si una generación se ha desviado un poco, la caída de la siguiente es mucho mayor. Hoy en día se derogan y se anulan tradiciones de siglos y se va preparando el reinado del anticristo, porque los jóvenes de los años 50 y 60 creyeron que lo saben todo y que sus padres no sabían nada. Las generaciones siguientes los siguieron. Allí pisó fuerte el astuto maligno y hoy en día el pecado se ha desbocado en el mundo y nos conducimos a la apostasía general. Como generación de la desobediencia debemos pedir expiación por la metania12 y el retorno. Humildemente, mientras tu padre viva, pídele y toma su bendición y Dios te abrirá el camino delante de ti.
- La mayoría de los mayores, cuando los pregunto si harían algunas cosas diferentes en sus vidas, me responden que podrían correr el riesgo para hacer cosas mejores, pero no lo hicieron. El poeta dice: “la libertad necesita virtud, atrevimiento y valor” y el Cristo dijo: “el reinado de la realeza16 increada6 de Dios se forja, se arrebata con violencia y los forjadores, violentos la arrebatan” (Mt 11,22). Si jerarquizas primero a Cristo en tu vida, deberás avanzar en tus elecciones hasta las últimas consecuencias de ellas. Eso puede que te lleve toda una vida. Pero vale la pena cada sacrificio. “¿Qué pagaremos o recompensaremos al Señor por todos sus beneficios que ha regalado para nosotros?” (Sal 115,13). Es esto que se llama cristificación de tu vida. Todo comienza y acaba en Él. Mientras retorno, me sorprendo, cómo he encontrado la fuerza y el ánimo y los he dejado todos y vine detrás de ti, Señor. Lo que yo soy es todo tuyo, Señor. “No me abandones Señor; Dios mío no te alejes de mí” (Sal 37,22). “Tú conoces mi afrenta, mi confusión, mi vergüenza y mi oprobio; delante de ti están todos mis adversarios que me turban y me angustian” (Sal 68,20).
- No quieras gustar a los hombres sino a Dios. El Dios juzga a los que quieren gustar a los hombres. En tu caso recordarás que: “El que maldiga al padre o a la madre, debe ser juzgado a muerte” (Mt 15,4). ¡El Dios te dice: ya que no respetas a tu padre que puedes verlo, cómo quieres que crea que a mí que no me puedes ver me respetas! ¡Hoy verás un niño o hijo que te devuelva de malas maneras las palabras! La obediencia genera la humildad, que es la piedra angular a fin que edifiques tu carácter gustado por Dios. Cuando te humillas a ti mismo, entonces eres elevado a los ojos de Dios. La humildad domeña y serena a los hombres, y los demonios los deja mudos. El mundo y la cultura dominante, te empujan hacia la dirección contraria. Todos en tu alrededor aúllan de que eres un tonto, de que estás en mal camino. Aunque el mundo te desprecie, no hagas caso. “Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y me cantaban canciones los bebedores de vino” (Sal 68,13). “El Dios ha esparcido los huesos de los que pusieron asedio contra ti; los avergonzó, porque Dios los desechó” (Sal 52,6). (Ver https://www.logosortodoxo.com/psicoterapia-ortodoxa/humildad-la-virtud-de-las-virtudes/)
- En el mundo hoy en día existen tres elecciones, tres formas de vida. La primera propuesta es la forma de vida de las comunidades occidentales, Europa y América. Se trata de una decadencia. Europa se descristianiza, se ha conducido al ateísmo, sale, se va de Cristo, está en las puertas de la apostasía. Cada perversión y relación pecadora se legaliza. La segunda propuesta es el Islam. Es la religión más dinámica y la más desarrollada del mundo, incluso en América que está en guerra con el Islam. Acusa a los cristianos de occidente de hipocresía y que piensan en Dios sólo dos horas de la semana durante la oración del domingo. Es el retroceso de la cultura de la civilización, pero se ofrece como situación sucesiva a la descristianización de Occidente. En este camino sin salida se ofrece como solución la tercera elección. La Ortodoxia y en concreto la forma o modo de vida heleno-ortodoxa y de entendimiento del mundo, creado e increado. El filótimo* helénico y la buena voluntad, el buen corazón, la filoxenía-hospitalidad, la familia, la agapi1 desinteresada, incondicional como sacrificio. Los Yérontas contemporáneos repiten muy a menudo que en poco tiempo seremos llamados a enseñar la Ortodoxía y ortopraxía. Primero hagámonos nosotros con la experiencia, vivencia de las generaciones anteriores como nuestra herencia preciosa, como campo nuestro bonito. (128. Φιλότιμο Filótimo, esta palabra es neutro y no tiene traducción exacta, no hay palabra correspondiente en español; Φιλότιμο Filótimo más bien y sobre todo es libre buena voluntad y buena disposición, buenas ganas para hacer o servir algo que nos piden… Parecidas palabras son: bien dispuesto, una persona con generosidad, esplendida y dadivosa, buenas ganas e indulgente con los demás, pundonor esplendido y bueno).
- La ansiedad, la angustia y la depresión es una forma de incredulidad. Es falta de fe. Tengo ansiedad me angustio o deprimo significa que intento hacerlo todo solo. No necesito ayuda de Dios. Este fin o propósito que me angustia y me deprime es un ídolo. Para mí no es el Dios todo e intento autonomizarme, hacerme y ser yo el que manda, el que da los mandamientos. Yo puedo gestionarlo sin Dios. Algo así pensó también nuestra yaya-abuela, la Eva.
- Los trastornos, las perturbaciones son señal de presencia de los demonios. Yo los he llamado por mi desobediencia y por mi autonomización y autosuficiencia. He aquí, oh Señor, estoy corriendo en post de Tus brazos. No existe mundo fuera de Ti. La otra “realidad” que quise crear no existe. Tú eres mi único Dios. Respóndeme, oh Señor, porque benigna es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus piedades. “No escondas de tu siervo tu persona/rostro, porque estoy angustiado y deprimido; apresúrate, óyeme. Acércate a mi psique15-alma, “psicoterapíala“, sánala y redímela”, (Sal 68, 18-19).
- No te aproximes y te acerques en las cosas basado sólo en tus propias fuerzas. “No esperes, ni tengas esperanza y confianza en los soberanos o príncipes, ni en hijo de hombre, (ni en los políticos) porque no hay en él salvación” (Sal 145,3). Haz tu oración e implora a Dios. Es una praxis de humildad. Cuando pidas ayuda en algo, aceptas que solo por ti mismo no puedes conseguirlo. Es como si dijeras: “Señor, si no lo haces Tú entonces no se hace, yo no puedo, soy impotente”. Esta oración tiene humildad y es escuchada. Es demoníaco creer que puedes controlarlo todo. En el fondo es una inseguridad. Implora a CristoDios en tu vida. “Señor de los Cielos, ven y habita en mí”. Ven y acampa en mi interior. El Dios lo ha dicho: Quiero “habitar, o acampar en vosotros y co-caminar juntos” (2Cor 8,16). Y tomar tu corazón duro como la piedra y hacerlo tierno, dulce y sencillo, (Ez 11,29). Así es Dios, es humilde, tierno, ama y se preocupa. Tú no puedes sanar, redimir y salvar el mundo. Pero CristoDios sí puede. Nadie puede decirte “te amo” como Él.
- En la Divina Liturgia pedimos de Dios que nos conceda poder glorificarLe y alabarLe “en una boca y un corazón”. Este corazón uno y común doxológico (glorificador) se consigue sólo dentro en la Iglesia durante el culto. Igual que los Ángeles en un corazón alaban y glorifican a Dios psalmodiando “Santo, Santo, Santo” ante la parusía-presencia de Dios, así también nosotros los terrenales alabamos, sin poder tener la parusía-presencia sensible de Dios sino la espiritual. El CristoDios es “el presente espiritual y visible” en el período de la Jaris8-Gracia increada que estamos atravesando. En la hora de la Divina Liturgia se hace una alteración admirable en nuestro corazón y lo único que domina son las palabras del culto divino: “Te alabamos, Te bendecimos, Te agradecemos y Te imploramos, Señor nuestro Dios”. La verdadera unidad del género humano es la unidad en Espíritu Santo de los corazones que alaban ortodoxamente (a Dios Trinitario). Este es el núcleo de todo el género humano que mantiene la κοινωνία kinonía comunión de agapi1 continua de Dios y del hombre. Estos que dicen que la Segunda Parusía-Presencia del Señor Jesús se hará cuando ya no se estará celebrando la Divina Liturgia encima de la tierra tienen mucha razón.
- Festejando la Resurrección de Cristo, festejamos nuestra resurrección (nuestro despertar espiritual). Cristo nos ha regalado la facultad de poder vivir para siempre junto con Él en la eternidad. Nuestros cuerpos resucitados no conocerán ya enfermedad, corrupción o muerte. No les hará falta comida como en la vida presente. El modelo para esto es el cuerpo resucitado de Cristo. “La muerte ya no dominará en este”. Esto que nos ha regalado el Cristo, por tomar nuestra naturaleza humana, es que podamos nosotros también convertirnos y hacernos dioses/as por la jaris8 increada. Es como si se extendiera la Santa Trinidad y contenga también a nosotros, pero no como dulos-esclavos o sirvientes, sino como dioses por la jaris8 increada, como deificados o glorificados. Es incomprensiblemente grande el destino de nuestro género humano. Esto que proporciona un valor enorme al hombre ya no es sólo el “como a imagen y semejanza”, por el cual ha sido dotado, sino también su destino hacia la zéosis17. Por lo tanto, tu prójimo es en potencia dios. ¡Cuánto debes respetarlo! Ya que el Dios le respeta y le destina a hacerse dios por la jaris8, cuánto tú debes a estimarle y servirle. Dirás que es débil, tonto e ineficaz; ¡pero no a los ojos de Dios! Si el Cristo es la icona-imagen de Dios Padre, el prójimo es una icona-imagen de la icona-imagen (de Cristo). Señor, concédenos ojos (espirituales) para verlo esto. Igual que san Porfirio el Kafsokalivita de Athos que nunca susurró un logos10 malo para ningún hombre. Además, por eso se ha convertido en Santo de la Iglesia de Cristo. Respetaba la creación, que tenía la llamada superior, de arriba, para elevarse por la divina Jaris8 (gracia, energía increada) hasta al Creador. ¡Ay de tus divinos misterios Señor!
- El Dios es humilde. En el Evangelismo-Anunciación de la Zeotokos, el Dios Logos10 pide el permiso de una niña de catorce años para concebir al Señor. También, el Cristo dijo “aprended de mí que soy apacible y humilde de corazón” (Mt 11,29). Aún, el Señor de la doxa-gloria (luz increada) ha lavado los pies de sus discípulos. La humildad no es una debilidad, es un atributo o cualidad divina. El Dios respeta la independencia, la libertad de cada ser humano, porque le destina para ser dios por la jaris8. Dijo al asesino de su hermano Caín: “¡no has respetado la icona-imagen de tu hermano!” Dios nos obedece, nos sirve, nos perdona y nos enrolla en Su cariño. ¡Cuán insensato ahora se parece nuestra actitud y comportamiento! ¡Nuestro corazón duro, nuestro egoísmo desmesurado! Los verdaderos cristianos son un mundo-kosmos dentro en el kosmos. No sólo están bautizados en el nombre de la Santa Trinidad y ungidos con la mirra del sello del Espíritu Santo, sino que son humildes. “Los poetas me habían hablado de ángeles, y alejados de nosotros miran en silencio”, dice un poeta. A estos da a entender, a los santos de nuestra cotidianidad.
- No intentes hacer ver y mostrar algo que no eres. Hombre o mujer valiente es el que resiste al pecado. Hace falta mucha hombría, valor para decir no al diablo. Hombre, valiente no es que toma proteínas y levanta pesos para gustar a las mujeres o asustar a los demás hombres o gestionar aun inseguridad. Una de las cuatro virtudes básicas, según los Padres, es el valor, la valentía. La valentía llega hasta el martirio. Cada época y especialmente la nuestra actual, tiene necesidad de valientes. La Santa Escritura señala: “el que es débil, miedoso, cobarde y pusilánime para la guerra que vaya a su casa” (Deut 20,8). La guerra invisible según Nicodemo Aghiorita, en la lucha contra los demonios y contra nuestros pazos14 interiores hace falta fortaleza y valentía. San Juan el Clímaco recalca que los pazos14 los desarraigamos por la fortaleza y la valentía, no los cuidamos para extinguirlos de forma apacible. En una época de sarkolatría culto a la carne y perversión, pues, recemos para que el Dios distinga y haga luchadores espirituales fuertes y valientes de cada género, y también hombres eclesiásticos para conducir al laós-pueblo de Dios.
- Yo tengo la culpa cuando no puedo amar a alguien que me ataca. El mandamiento que tenemos por el soberano Cristo es amar a nuestros enemigos. No tolerarlos, ni decir que “el Dios los pague según sus obras”, sino amarlos. Comencemos por el esfuerzo e intento de no corresponder o compensar mal al mal y caminemos hacia la agapi1-amor desinteresado “al enemigo”, o por menos no odiarlo que esto es fácil de hacer como dice san Máximo. En este camino de nuestra vida espiritual dejaremos en considerarlo enemigo, sino como el prójimo y hermano. Para que esto se pueda hacer debemos haber conocido a Cristo, habernos presentado a Él, habernos acercado a Cristo por la metania12 y la contrición, quebrantamiento del corazón. Sólo cuando nosotros hemos amado exageradamente a Cristo, entonces no nos molestan las pequeñas maldades de los hombres.
- Es impensable considerar que los Ángeles pelean entre sí. ¿Por qué los hombres tienen que hacer esto? Porque no consideran que pertenecen al mismo género, el humano creado por Dios. En el mundo existen dos géneros: este de los ángeles y el otro de los seres humanos. Los Ángeles, según los Padres, no increpan a los demonios, cuando los encuentran, por si acaso se haya quedado algo en su interior de la naturaleza angélica. ¿Nosotros por qué peleamos entre nosotros? Es porque no hemos concienciado que todos los hombres son un género, pero co-responsables uno para el otro y que vayamos a cubrir las necesidades uno al otro. Los Santos esto lo contienen y mantienen muy bien. Oran para todo el género humano, para todo el mundo desde Adán hasta el último ser humano. Aman y se sacrifican para todo el género humano. Las diferencias del color, de la raza y de la lengua no son el impedimento en la agapi1 de los Santos. Allí no llegas intelectualmente sino después de ascesis3-ejercicio espiritual. La ausencia de los pazos14 energiza y activa la visión espiritual.
- El que en las cosas espirituales intentes hacer más de las que puedes hacer es una praxis de orgullo y soberbia. Por eso fracasas. Porque valorizas más a sí mismo. Comienza de lo mínimo. Puedes hacer un poco de ayuno miércoles y viernes y hacer un poco de oración cada día. Pero cada día. Aunque sea diez minutos. En este caso no tiene tanta importancia la cantidad de la oración sino la frecuencia. Poco a poco el Dios completará las cosas que faltan. Pero ora con claridad, sin ansiedades, presiones y angustias, sino tiernamente, en quietud según san Porfirio. El Dios lo quiere todo, pero te da la jaris8 (gracia, energía increada) cuando la base de tu personalidad en Cristo es la humildad. De distinta manera Su regalo te destruiría.
- La metania12 es una situación continua. Los Santos recordaban sus caídas y lloraban. Cuando por ejemplo, san Juan el Crisóstomo escribe con contrición, con quebrantamiento del corazón la oración “antes de la Divina Comunión” no exagera, ni es hipocresía. Se entristece por sus caídas inconscientes. Según David, “mi pecado, está siempre delante de mí” (Sal 50,5). Por tanto, no vamos a la confesión sólo para “descargar” nuestros pecados. La confesión presupone metania12. El Misterio se llama Metania12 y confesión. La aflicción de nuestro corazón que hemos entristecido al Amado, nos conduce al patrajili-manto de confesión del sacerdote confesor, como también la decisión de no volver a caer otra vez en la trampa del astuto maligno y no servir de nuevo a nuestro pazos14. La confesión es una praxis de agapi1-amor incondicional. El corazón se remueve por el eros-amor ardiente para su creador.
- Si la visión de la luz increada6 es que puedas “ir, llegar” lo más cerca posible a Dios en esta vida, el contacto con un Santo en vida igualmente es una experiencia muy grande y fuerte. Se ha escrito que si el texto del Evangelio se perdiera, los Santos pueden volver a escribirlo, ya que son recipientes del Espíritu Santo, portadores de la Divina Parádosis-Transmisión y Tradición. Y en efecto, los hombres son terrenales, pero portadores del Espíritu Santo. Por esta razón la materia no es algo malo. Ya que es creación de Dios, por el Cual toda se ha creado y hecho “muy bien”. El hombre está creado de tierra, pero puede resplandecer por el resplandecimiento del Espíritu Santo. (Ver https://www.logosortodoxo.com/teologia-ortodoxa/santa-tradicion-de-la-una-santa-iglesia-catolica-apostolica-ortodoxa/)
- Ineludiblemente el espíritu y la mente va al Amado. ¿Cómo era Jesús? ¿Cómo caminaba? ¿Cómo era su voz y su cuerpo? ¡Cómo no vas a amarle aunque no hayas vivido entonces, aunque no lo hayas visto! El Cristo se encarna en cada fiel de manera mística, “siendo contemplado, santifica”, según nuestra himnología. Todos somos madres (nuestras psiques15) de Cristo, ya que Le amamos, somos hermanos y amigos Suyos. ¡Cuánto consuelo inmensurable! ¡Su Agapi1 es el Paraíso es la vida!
- La jaris8 del bautismo protege al cristiano de los ataques del astuto maligno. Sólo cuando un pecado equivale con la negación del bautismo, entonces Dios permite que se instalen demonios en nuestro interior. Muchas enfermedades psíquicas, como fobias y ataques o krisis de pánico, tienen relación con la veneración del satanás. Por ejemplo, cuando vas a una maga (hechicera o bruja) en esencia veneras a este al que en el bautismo has dicho que “renuncio”, al satanás. Y por encima le pagas. El Dios te ama y permite así que tengas una experiencia de ser poseído por los demonios, de modo que te asustes y acudas corriendo junto a Él. Es un sabor por anticipado del Infierno. La blasfemia a Dios y el aborto son también pecados mortales. Si tienes este tipo de caídas tu Metania12 debe ser continua.
- La oración es necesidad. No haces un favor a Dios cuando oras. Tu negación interior para la oración significa que no se ha cristificado tu ser, tu existencia y existe en tu interior el amor al mundo o que estás en guerra por el contrario (diablo). En los dos casos hace falta que pongas violencia, esfuerzo duro en ti mismo. El Cristo nos dijo: “el reinado de la realeza16 increada6 de los cielos se adquiere con violencia, fuerza y los violentos, forjadores la arrebatan” (Mt 11,12). Qué fuertes y duras son las palabras que utiliza: violentos, forjadores, violentar, forzar, arrebatar. Los violentos contra la natura humana son los monjes. La situación o estado por naturaleza de la psique15 alma es su giro hacia Dios, el estado contranatura es el giro a la creación y no al creador.
- Los ángeles adoran y alaban a Dios incesantemente con tres palabras: “Agios, Agios, Agios, Santo, Santo, Santo” (Is 6,3). Lo mismo hacen también los Santos, oran incesantemente. Una señal que nos marca si se ha instalado el Espíritu en nuestro interior es una necesidad continua para hacer oración. La psique15 se serena y se tranquiliza sólo cuando dice cinco palabras: “Kirie-Señor, Jesús Cristo, eleisón me” «Κύριε Ἰησοῦ Χριστέ, ἐλέησόν με».
- Si te fijas, verás que los Santos de los últimos años en Helade-Grecia tienen dos características. Sólo tienen los estudios elementales EGB y san Porfirio ni si quiera tiene la EGB terminada y tienen como oración la monologa oración de Jesús o de corazón: “Kirie, Jesús Cristo, eleisón9 me”. Oran sólo con estas cinco palabras, junto con la oración o bendición hacia la Panaghía: Iperaghía-Santísima, Zeotokos, sálvanos”. La oración del corazón destacó a san Paísio, a san Porfirio y san Jakobo Tsalikis. Hoy en día bastantes Santos en vida tienen como ocupación y ejercicio la monologa oración de Jesús o del Corazón: “Kirie-Señor, Jesús Cristo, eleisón9 me”.
- La oración del corazón o de Jesús es trabajo espiritual. Comienzas por la pronunciación vocal, de modo que la oyes y después de poco tiempo el nus13-espíritu del corazón la arrebata y la ejecuta incesantemente. La psique15-alma se colma de gozo y deleite. Ya no tienes miedo, no estás sólo, estás atado fijo y firmemente con Cristo diciendo Su nombre; “Kirie, Jesús Cristo, eleisón9 me”.
- El sentido y propósito en el viaje de nuestra vida es unirnos con el Señor. Él lo quiso cuando nos creó y lo certificó por tomar nuestra fisis-naturaleza en Su hipostasis (base substancial). ¡Qué praxis de agapi1 tan grande! No hay nada más conmovedor que Su nacimiento humilde en la cueva, Su agonía y el sudor que derramó como “grandes gotas de sangre” de Su rostro en Getszimaní (Lc 22,44). Y esto para nuestra agapi1-amor incondicional. Nacemos y no sabemos estas cosas, igual que un cachorrito que tiene sus ojos cerrados. En los estadios o etapas de nuestro crecimiento está también el conocimiento de nosotros mismos, de los otros hombres, de la creación, pero también nuestro conocimiento y agapi1 nuestra hacia al Señor. Nuestra vida es un intento y esfuerzo de agapi1. No puede ser de otra manera, ya que el Dios agapi1 es. ¡Señor mío, cómo no te voy a amar!
- Nuestros padres viven en nuestro interior. Llevamos sus pecados pero sus virtudes también. Por eso cada praxis que haces como progenitor queda impresa en tu hijo. Puedes beneficiarlo pero también perjudicarlo. Todos los seres humanos somos como un trozo de pan y cada uno como una migajita. La metania12 y las lágrimas del perdón benefician toda la humanidad. Tus caídas, por otra parte, provocan mal a todos. Por eso la metania12 continua es un estado natural de la psique15-alma. La impecabilidad conseguida es sólo relativamente. Pero la Metania12 (conversión, arrepentimiento y confesión) continua debe ser el lugar común de nuestras psiques15-almas.
- San Porfitio el Kafsokalivita de Athos había captado la frase sublime de Cristo en la oración sacerdotal, Juan 17: “para que sean uno”, como el centro de su teología. Nunca ponía loyismós11 -pensamiento de juicio condenatorio en su mente para nadie. Incluso cuando le indicaban las prostitutas en la calle Atenea en la plaza Omonia de Atenas, decía: ¡Si supierais cuánto beneficiaría la Iglesia si esta mujer fuera miembro activo de ella. Santificaba así “tiernamente” por su expresión.
- Los Padres llamaban el trabajo interior “vigilancia del nus13-espíritu”. Una vez que te has confesado y comulgado, estás atento no vaya ser que pase por tu nus13-espíritu y mente algún loyismós11 apasionado, maligno. Todo tu esfuerzo es mantener el sí mismo en este nivel. Según san Juan el Crisóstomo (boca de oro): debes mantener la santificación/agiasmós de Κοινωνία kinonía/comunión en Κοινωνία kinonía.
- En tu canon-regla oratoria diaria precede la densidad de la oración y no la cantidad. No puedes hoy orar mucho y la vez siguiente sea después de dos semanas. Arréglatelas para orar cada día aunque sea poco. Tantos komposkinis (rosario ortodoxo con nudos de cuerda), tantas prosternaciones, entonces la súplica/paráklisis o el Acatisto de la Zeotokos. Para los monjes la no realización del canon o regla equivale a la prostitución. Por tanto, no aflojes en tu programa. Que cumplas hasta el más mínimo detalle de tu programa. Primero es la relación con el Dios y después todo el resto. De esta manera jerarquizas correctamente la lista de tus prioridades diarias. Paralelamente mantienes la memoria de Dios continuamente en tu nus13-espíritu. La oración incesante comienza por la memoria, recuerdo de Dios y la continua metania12. En el Paraíso será primero el Dios, la continua visión de la belleza divina. Preparémonos, pues, con contrición, quebrantamiento del corazón para aquel momento. Nuestro encuentro con el Dios se hace desde aquí, donde el nus13-espíritu de nuestra psique15 ve, contempla al Señor, se regocija y deleita.
- Perdóname Señor. Conduzca mis pasos, permíteme a seguirte. Dame fuerza y valor para amarte con toda mi psique15, con todo mi corazón, con toda la fuerza de mi voluntad y con toda mi diania5-mente, cerebro. Señor concédeme fe, esperanza, humildad, metania12 y agapi1-amor incondicional. Pon en mis ojos lágrimas derramándose a mis mejillas para lavar mi maldad y mis males. Concédanos que sintamos tu parusía-presencia entre nosotros. Por una gota de Tu jaris8 (gracia, energía increada) en nuestros corazones.
- Ya que haces la confesión general y decides vivir según Cristo, entonces la guerra se hace en los loyismí11 (pensamientos simples o compuestos con la fantasía). Hasta la mínima intención de alejamiento de la voluntad de Dios conduce en caída. El diablo intenta mostrarte el pecado como atractivo y tomar tu consentimiento. No puede obligarte hacer el pecado. Es débil en esto, según dice san Paísios. Pero puede atraerte por dolo y engaño. Ten cuidado no todo pensamiento o loyismós11 es tuyo. El oponente enemigo puede susurrarte un loyismós11. Pero no pecas cuando un loyismós11 pecador atraviesa tu pensamiento, tu cerebro. Pecas cuando le aceptas. Para que el astuto maligno pise en tu corazón necesita tu consentimiento y beneplácito. Pecamos por nuestra libre voluntad e independencia. No tienen la culpa los demás, tal como sostuvo la Eva y echó la culpa a la serpiente. Según David: “he pecado ante Ti y cometí aquello que en Tus ojos es vil, astuto malo” (Sal 50, 6)
- Si Adán y Eva en su caída reaccionasen por la Metania12, aún estaríamos en el Paraíso. El Dios los ha dado una oportunidad de metanoizarse/arrepentirse. Pero, por un lado, Adán dijo a Dios: la culpa es de la mujer que me has dado y ella me ha dado el fruto; por otro lado, Eva traspasó la responsabilidad y culpa a la serpiente. Si los primeros en ser creados dijeran: “Nos hemos equivocado, es nuestra culpa, Señor perdónanos”, sería de otra forma el Kosmos-Mundo. La impecabilidad posiblemente sea un fin insuperable, pero la no metania12 o no arrepentimiento es absolutamente condenado. El Dios que nos conceda tener metania12, contrición y quebrantamiento del corazón en nuestras relaciones con Él. La casi lastimosa y clamorosa repetición de la súplica «Κύριε ἐλέησον Kirie eleison9» a esto revela. Es la misericordia que pide el impotente para rectificar y restablecerse por sí mismo, porque es traidor de la agapi1. Porque el pecado en esencia es la traición de la agapi1 de Dios frente nosotros. Por esa razón la verdadera Metania12 contiene lágrimas. Es traición en algo tan tierno, fino, sin engaño y sin maldad, que es la agapi1, es decir, el Dios.
- ¡NO CONVERSES O NO ABRAS DIÁLOGO CON TUS LOYISMÍ11 -pensamientos simples o compuestos con la fantasía! No hables con el demonio. Seguro que te derrumbará. Lo ha hecho también en grandes ascetas que decidieron conversar con el loyismós11. Tú ignora a estos loyismí11 que me mencionas. Tú sólo a Cristo conoces y sabes. Según lo dicho de san Juan el Clímaco: “¡Con el nombre de Jesús azota a los adversarios”. ¡Azota los adversarios de Cristo por Su nombre que es pantodínamo-omnipotente!
- La vida espiritual se adquiere en la praxis. Por tus caídas aprendes los métodos y maquinaciones del diablo. Puede arrastrarte en diálogo con él mediante un loyismós11 bueno y conducirte en otra parte e infectarte para muchos días. Poco a poco con la ayuda de un Guía espiritual experimentado en estas cosas te vas orientando en el mundo espiritual. Esto no se aprende en las Universidades sino en la lucha espiritual diaria. Se llama también, por los Padres, virtud práctica. Esta es la esencia de la nipsis ortodoxa. Estar en vela, vigilancia y guardia del nus13-espíritu. En esta lucha espiritual es necesaria e imprescindible la obediencia, como también el trabajo para la humildad, la metania12, el arrepentimiento y la falta de preocupación. En la persona humilde no prosperan los loyismí11 patéticos, malignos y apasionados. Se queman por el fuego de la virtud.
- La preocupación mundana, del mundo, aleja de Dios. Impide el recuerdo continuo de Dios. Las cosas mundanas y muchas veces el orgullo escondido, infectan y contaminan la lucha espiritual. El verdadero cristiano y el monje también, son despreocupados. Al fin y acabo esto que desea es el Dios. El desplazamiento del deseo objetivo es el desplazamiento del corazón. Allí donde está tu ojo, allí está también tu corazón. ¡Atención! Lo que recoges se puede perder por la preocupación e inquietud. Los Yérontas contemporáneos como el Yéronta Ticón (ruso del Monte Athos), han sido glorificados, vieron la doxa-luz increada6 gracias a esta falta de preocupación, el desprecio y desinterés de todas las cosas mundanas. Si es difícil o imposible evitar a esta preocupación, desinterés por lo menos tienes que rebajarla en algo técnico, algo como un servicio-diaconema.
- La hipersensibilidad es un defecto, es una debilidad. Dios ha creado al hombre y le dio la piel que siente, pero no es hipersensible de modo que se hiera inmediatamente. Así es también la psique15-alma. Debe sentir, pero que no quede paralizada por la hipersensibilidad. Tampoco que no sienta y sea insensible, ni que quede herida con lo más mínimo. La hipersensibilidad manifiesta un carácter que aún no se ha fortalecido, no ha crecido aún. La valentía, fortaleza es una de cuatro virtudes generales: prudencia, templanza, justicia y valentía o valor. La valentía es imprescindible también en las mujeres. ¿Sino cómo va a aguantar en las guerras y combates espirituales? Debes fortalecerte, fortificarte. Según la Santa Escritura: “el débil y cobarde que no vaya a la guerra” (Deu 20,8).
- Los pazos14, según san Dorotheo y los demás Padres, tienen también sus correspondientes virtudes. No puedes expulsar y erradicar la ira y estar sin nervios. La ira, es una manifestación de egoísmo y de orgullo, es un pazos14 patético, pero cuando se dirige contra los demonios y el pecado es muestra de psique15-alma saludable y valiente. Odiamos al pecado pero no a la persona pecadora. Por eso nos sacrificamos para que se sane y se salve la persona. En nuestra psique15 viven la ira, el resentimiento y el odio, pero se dirigen hacia lo que nos separa de Dios. Los occidentales proyectan un carácter de tipo así de cristianismo sin nervio, que es a merced de los pazos14. La apázia2 que describen los santos Padres es falta de pazos14 y se consigue después de mucha ascesis3 y muchos combates espirituales contra los pazos14 de nuestra psique15-almas en nuestra lucha diaria.
- ¡En cuántas pequeñas cosas debemos hacer cambios en nuestra vida para vivir según Cristo! ¡Pero no pienses en todo este cambio, sólo se hará sin tensión y tiernamente! Ya que el Dios nos ama. Basta con que cada vez confíes más en Dios y digas: “Señor hazlo Tú, yo no puedo, no sé”. No estamos solos. Dios como verdadero Padre se vuelve loco en abrazarnos, consolarnos y mimarnos. El cariño tiene un nombre: Cristo. No digas que “a mí no me ama nadie”. En poco rato Cristo morirá para ti en el Gólgota. Te separa, te escoge y te alimenta con Su Sangre y Su Cuerpo. Igual que la cigüeña cuida de sus pequeños. Según san Paísios el Athonita, “la agapi1 (amor incondicional y energía increada) de Dios muchas veces es insoportable”.
- La teología de san Porfirio el Kafsokalivita de Athos se describe como una vía sin resistencias ni tensiones. Pero la alteración de centenares de facetas y aspectos de la vida de la psique15-alma presupone centenares de pequeñas y grandes decisiones sobre la reorientación de nuestra psique15. La psique15 debe girar y dirigirse hacia Dios y a la agapi1. Todas las virtudes se consiguen por la invocación de la ayuda de Dios. Esto por supuesto presupone y requiere humildad y el reconocimiento de nuestra debilidad, impotencia y pecaminosidad. El pecado es algo que el hombre de Dios lo odia y lo aborrece, porque le separa de Dios y nunca se reconcilia con el pecado. No odiamos al hombre pecador, incluso cuando nos ataca. Odiamos el pecado (y el diablo y nuestro egoísmo).
- Gran Cuaresma significa renovación de toda nuestra vida. Recorremos toda nuestra trayectoria y lloramos por nuestras caídas que nos han expulsado la divina Jaris8 increada6 de nuestro interior. Es una consideración de nuestra vida en Cristo, una reconsideración que indica nuestra pequeñez delante de la verdad de Cristo. Sólo el quebrantamiento del corazón y la metania12 restablece la jaris8 en nuestra vida. Es un período de introversión sin tonterías, ni pequeñeces y más baratura en nuestra vida. Que venga en nosotros Dios y en nuestro interior. Nada embellece nuestra vida sino solo Dios. Él es la bondad y la belleza del mundo.
- La Metania12 trae la humildad. El reconocimiento de nuestra pecabilidad y debilidad conduce al clamor hacia Él que puede perdonar nuestros pecados y sanar, “psicoterapiar” nuestras psiques15-almas. Nuestra vida ahora transcurre con la conciencia de nuestros pecados y conduce a la reducción de nuestro egoísmo, orgullo o soberbia, del egocentrismo y de nuestra filaftía (egolatría). ¿Si acaso por qué tenemos que enorgullecernos? En todo hemos fracasado. Sólo la solución de nuestro pecado (algo impensable para el hombre actual), que se puede hacer sólo por Dios, nos devuelve en la vida verdadera. El recuerdo de nuestro pecado nos sirve para la doma de cualquier egoísmo nuestro y humilla nuestra arrogancia.
- La Metania12 es el primer estadio de la zéosis17. Es la visita de Dios, característica de los Santos, el lugar común de los que han alcanzado la visión/contemplación mística de Dios. Ahora lo tienes tú también. Ahora ves con otro ojo tu vida y tu relación con Dios y los hombres. Esto es una alteración psíquica admirable que te sucede. Es obra de la divina jaris8 (gracia, energía increada). Dios continuamente nos llama junto a Él, pero no nos obliga en nada. Respeta la libertad que nos ha dado. Dentro de nosotros está el núcleo de nuestra existencia, que no se ha corrompido por el pecado y permanece ileso. Este pequeño núcleo reaccionó positivamente a la llamada de Dios. Intenta y esfuérzate a esta pequeña llama en hacerla fuego, un incendio por la jaris8 increada6 de Dios.
- “El que critica y condena al otro no ama a Cristo”, según san Porfirio. La crítica y condena es desfachatez, es algo cobarde. Acusas a alguien que no está presente para defenderte de tí mismo. Te pones a ti mismo en el lugar de juez (jurado y verdugo) y esto es egoísmo. Aquel que critica y juzga condenando es el que necesita ayuda y no el que está juzgado. El que conoció a Dios no critica ni condena a nadie, sólo llora por sus pecados y gime por el peso de estos pecados duros y pesados. Tenemos mucho camino que andar con la netania12 y conversión continua que no queda tiempo para más cosas.
- Hombre valiente es el que resiste al pecado. La fuerza muscular no hace el ser humano valiente, sino la fuerza espiritual. El hombre es la fuerza serena que inspira la agapi1 y la en Cristo seguridad en su familia. Es porque resiste al pecado. Hoy en día existen propuestas de pecado por todos los lados. Igual a Hércules que se le propusieron los caminos de la virtud y de la maldad. El camino y la trayectoria hacia Dios es una elección. El Señor añadirá jaris8 (gracia, energía increada) en tu elección y te ayudará a edificar un carácter en Cristo. La negación del pecado es la elección principal y básica. Dios te añadirá todo lo que te hace falta. Por esa razón el camino, la trayectoria de la vida es fascinante.
- Cada ser humano tiene una cruz, por lo menos un dolor. Nuestra vida en realidad es gestión del dolor. La gestión de nuestro dolor en Cristo conduce nuestra existencia al Cristocentrismo. El dolor, cada cruz, finalmente nos conduce a la aceptación de que sólo Dios es para nosotros y nada más. Tal como confesamos en la oración: “fuera de Ti no hemos conocido otro”. El hombre debe permanecer uno con el Dios uno en esta vida y hablarle desde las profundidades y decirle que Le ama. De todas formas pase lo que pase todo ser humano se encontrará con Dios cara a cara en el día del juicio-krisis. Nuestra relación con Dios es personal. Yo y mi Dios. Tal y como David Le habla en culto cara a cara: “Señor, me confesaré en Ti con todo mi corazón cara a cara” (Sal 9,1). El dolor nos conduce a la agapi1 (amor incondicional), al divino eros (amor ardiente a CristoDios). Tal y como Le decimos en la Divina Liturgia: “Te amaré a Ti, Señor mi Dios. El Señor es mi sostén, mi auxilio y mi libertador”.
- Existe también la cruz común, la cruz nacional. Helade-Grecia sufre estos días a causa de los grandes pecados “nacionales”. Es decir, los abortos, las blasfemias, la veneración del Satanás por las magas/os brujas, pitonisas, hechiceros etc., por los pecados carnales y por nuestra apostasía de CristoDios. Esta cruz la llevamos todos, justos y pecadores. Pero el clamor de los justos ayuda al giro y cambio de los otros. Son la sal de la tierra. El papel de los justos en las tentaciones y pruebas del laós-pueblo es muy grande. La oración de ellos es como la calma de la tempestad. Puede reconciliar a Dios pero también a los hombres. Tú también puedes ayudar en las cosas que suceden hoy en día. ¿Cómo? Santificándote a ti mismo.
- En la Pascua cuando vas a la Resurrección para poco rato e inmediatamente del canto “Cristo ha resucitado” te marchas, muestras que tu vida es egocéntrica. La Pascua para ti es una excusa para comer bien, pasarlo bien. Utilizas la fiesta para tu beneficio propio o para pasarlo bien. Si tu vida es cristocéntrica, entonces participas en el drama del Pazos14-Pasión pero también de la Resurrección de Cristo. Cristo es el centro y tú en alguna parte en la periferia de un círculo de hombres que aman a Dios. Tu alegría es el Cristo. Para que te vayas allí debes decepcionarte de ti mismo como algo autoexistente, pero también considerar que todo proviene de el Señor: tu existencia, tu independencia, la inmortalidad-atanasía de tu psique15-alma, tu bautismo, la adopción y la facultad de la zéosis17 (glorificación, santificación, deificación).
- Nadie puede robarte la alegría resurrectiva/pascual (despertar espiritual). No dejes que cada distracción de tu diania5-mente, cerebro o tentación del enemigo lleve tu nus13-espíritu y atención de la luz increada6 de Cristo, especialmente en este período resurrectivo/pascual. El nus13, la atención sólo a la persona/rostro de Cristo reposa. Por consiguiente expulsa del centro de tu diania5-mente, cerebro posibles conflictos, tentaciones, amargura, envidia y los semejantes. El nus13-espíritu soberano que expulse todo impedimento que proviene de los pazos14 de tu psique15 y te reduce la alegría. Además para esta alegría luchamos en el ambiente adverso. La alegría que emana por nuestra relación personal con el Señor. Incluso también en la efjaristía después de la divina comunión oramos: “hágase en mi esta efjaristía-eucaristía en alegría, salud y gozo”.
- Cuando te piden el abrigo dales también la chaqueta. Cuando te piden la chaqueta dales también el abrigo. La caridad o limosna es más preciosa cuando se da de la carencia. Carencia es cuando das algo de más a los otros. Por ejemplo, cuando gastas hasta los últimos dineros para llevar a alguien en su casa, cuando velas por alguien en tu oración, cuando hablas a alguien que está aislado y alejado, cuando oyes que alguien no encuentra oyente para describir su dolor, cuando das esperanza a una persona desesperada y dolida. Esto es muy bueno para ti también porque cada vez superas tus límites. Los límites que la agapi1 sólo pone hacia ti mismo.
- La sotiría sanación, redención y salvación se consigue con la conexión y comunión con Cristo, no con un contacto exterior con Él. Dios nos ha creado como a imagen y semejanza (de Cristo) junto con Él. Se preocupa por nosotros en un mundo que domina la preocupación de cada uno sólo para sí mismo. Hoy en día nos tratan como números de las estadísticas. En el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, te tratan como una persona única e irrepetible. El ser humano encuentra justicia y conciliación sólo en la Iglesia por su κοινωνία kinonía conexión, comunión y unión con Dios. Quizás este sea el mayor ofrecimiento de la Iglesia en el mundo. Te afronta y te trata como persona. Cuando comulgas de los inmaculados misterios. el sacerdote dice: “comulga el siervo de Dios tal…” y ofrece tu nombre. Para el Cristo tienes nombre que Él te ha dado. Existimos sólo en CristoDios que dijo, “yoSoy la vida” (Jn 14,6).
- El eros (amor ardiente a Dios) para el hombre Le condujo a la kénosis-vaciamiento de sí mismo, en la auto-humildad. El Dios declinó los cielos y bajó. La bajada de Dios se hizo para encontrar Su criatura, que debe subir desde el nivel terrenal para encontrarLe. Tal y como Moisés subió al monte Sinaí, algo que da a entender la subida por el trabajo de las virtudes. O, tal y como Zakeo subió a la sicomorea, que da a entender el auto-desprecio o auto-humillación, la impotencia y el trabajo de la humildad.
- Dios busca Su criatura. Respeta absolutamente la independencia que Él mismo ha dado a Su criatura. Pero siempre le busca. Siendo atacado y ofendido no se va. Siendo expulsado permanece siempre fuera de la puerta. Acepta los dolores y para cada ser humano muere. No soportaba ver Su criatura padecer y sufrir y por eso se ha encarnado y hecho hombre. Lo único, según san Nicolás Cabásilas, es que mantiene las heridas también después de la Resurrección. Ahora las heridas son el triunfo de Su agapi1 (amor incondicional). Y tú podrías hacerlo también. Recibir las heridas por tu agapi1 para los otros seres humanos.
- La libertad humana es limitada. Sólo el Dios es absolutamente libre. El hombre es sometido a los límites de su naturaleza, que con la caída de los primeros en ser creados se han engrandecido. Dos de estos límites son el espacio y el tiempo. El Dios es infinito, increado6 y atemporal, no se somete en limitaciones o necesidades. No tiene principio y fin, antes o después. San Juan el Crisóstomo escribe en la Divina Liturgia: “Porque Tu eres Dios inexpresable, inconcebible, invisible e incaptable, siempre es tal como es. Por eso la encarnación, humanización del Logos10 Divino es un misterio inconcebible y no se aproxima con la limitada lógica o razón humana sino sólo por la fe. “Espíritu es Dios…” (Jn 4,24) fueron las palabras de Cristo a la Samaritana. Toda la verdad dicha a una mujer que fornicaba, se prostituía, pero en el futuro iba a convertirse en isapóstol/igual que apóstol, y no de los sabios de su época. Esta insuficiente libertad humana se sana con la unión con el Dios, por la zéosis17 (glorificación, santificación). La agapi1 sin fondo de Dios a Su criatura, al hombre débil, impotente, dotado con el “como a imagen y semejanza” le ofreció esta facultad y capacidad. Poder hacerse dios por la jaris8 (gracia, energía increada). Participar a la medida de lo posible en la vida de Dios. No quiero estas capacidades Señor, me conformo con que me ames. Esto me sobra. Soy débil e impotente, pero con Tu agapi1 (amor incondicional y energía increada6 divina). Con esta agapi1 vivimos, no sólo por el oxígeno.
- Los derechos de la madre y los derechos del embrión. Dos percepciones que chocan en el caso de los abortos. ¿Crees que eres miembro del género humano y con agapi1 traes tu criatura en el mundo como un ser humano “como a imagen y semejanza” de Dios, al cual tú ayudarás en su lucha para el reinado de la realeza16 increada6 de Dios? ¿O te crees que eres el centro del mundo y todo gira alrededor tuyo, no existe Dios, sino género humano en el que perteneces, sólo tú y tu egocentrismo? La decisión tuya de matar la vida en tu interior, tú que has nacido para dar a luz, parir la vida, no te digo que es perversión sino un fallo o falta de amar algo fuera de ti. Incluso tu filaftía (egolatría) es enferma. Queda el llanto para los millones de psiques15-almas en no nacidos cuerpecitos. Llanto por algo nuestro que ha sido tirado a la basura. Llanto por nuestra invalidez e incapacidad en el tema de falta de agapi1, donde la ternura se expulsa por nuestra enferma maldad egótica, egocentrismo demoníaco. Es el llanto por el que todas estas madres asesinas todos tenemos la culpa. Es una caída grave de nuestro género humano. ¿Cómo las amaremos y las sanaremos? Oh Dios mío sólo Tú puedes, ten misericordia de nosotros y ayúdanos Señor.
- Yo estoy ciego. No veo mucho en las cosas espirituales. Por esa razón tengo un padre espiritual que “ve” y me conduce espiritualmente. El universo está edificado jerárquicamente: el Dios, la Panaghía-Santísima, los Ángeles, los Santos, nosotros el resto de los seres humanos y el resto de la creación. Existe un sobre-asentamiento en orden, dónde los niveles superiores iluminan a los inferiores. Incluso los Ángeles también no todos están al mismo nivel, sino en tres tríadas sucesivas, según san Dionisio el Areopagita. Más abajo que yo existen otros niveles con más ciegos que yo, los cuales yo ilumino. En esta vida puedes cambiar de nivel. Tu situación queda congelada, fija después de la muerte. Sólo la oración de la Iglesia puede ayudarte. ¡Ves lo qué es la Iglesia! La oración unida de todos nosotros. Una potencia y energía de agapi1 (amor incondicional).
- Aprende a pedir ayuda. Que ores y pidas: “Señor CristoDios ayúdame”. No intentes solucionar tus problemas solo por ti mismo. Esto es actitud muy egoísta, luciférica-demoníaca. La aceptación de tu debilidad, impotencia e insuficiencia son el primer paso hacia la dirección correcta. La humildad es redentora. Con la humildad y la metania12 (introspección, penitencia, arrepentimiento y confesión) recibes la visita de la Jaris8 (gracia, energía divina increada) y comienza la buena alteración y conversión. Debes decepcionarte de ti mismo para que opere y energice la Jaris8 en ti. En un libro antiguo sobre la oración del corazón o de Jesús el escritor firma: “el hombre decepcionado de sí mismo”. Exactamente esto quiere decir. (Contacto consciente con CristoDios, Señor eleisón me, ayúdame, compadécete de mí, sáname, fortaléceme y concédeme la Jaris8, ilumina mi oscuridad e ignorancia”).
- Si el hombre pudiera salvarse solo por sí mismo no haría falta la encarnación/humanización del Dios Logos10 (increado). Los santos del Antiguo Testamento, Abraham, Moisés y los otros no podían salvarnos. No existe salvación gracias a nuestras obras buenas (ergo-salvación), porque finalmente nos salvamos por la Jaris8 (gracia, energía increada), la salvación es gratis, es un regalo de Dios. Basta que nos hagamos humildes, pedir ayuda y aceptar a Cristo. De otra manera nos hacemos y representamos nosotros a Dios. Algo que más o menos hizo el Eosforos-Lúcifer, el diablo que de Arcángel quiso ser Dios. Cuando transgredimos los mandamientos de Dios y pecamos, entonces nos ponemos nosotros al lugar de Dios. Yo sé, yo conozco y puedo manejarme y gestionarme solo.
- Cuando con la ayuda de Dios te liberes de tu voluntad personal egocéntrica, empieza a derramarse en tu interior la voluntad de Dios. Cuando vacíes tu yo-ego y el quiero, te haces residencia del Santo Espíritu. Tal como el gran Pablo escribe: “ya no vivo yo, sino que es Cristo que vive dentro de mí”. Es decir, ha cristificado su ser, su existencia. El Cristo como Θεάνθρωπος Zeánzropos Dios-Hombre esto lo ha enseñado por la obediencia hasta la muerte, la sumisión de su voluntad humana a la divina. De una manera esto sucede también en ti, en cada persona que se vacía y se despoja de su voluntad apasionada y egoísta, que es tan tonta, si lo piensas bien, a fin de llamar e invitar a Dios en su ser. Cristo puede vivir dentro en cada ser humano, que en la trayectoria de la historia humana lo ha llamado e invitado en su interior. Tal y como el mismo Dios Logos10 se ha vaciado a sí mismo (kenosis) y declinó a los cielos y bajó por agapi1, así también cada ser humano que vacía el pecado de su interior llama e invita a Dios, que, según san Paísio, “se emociona” y regala Su jaris8.
- Dios es experiencia. No son sólo los libros sagrados y las enseñanzas. Puedes tener experiencia de Dios. Una relación de dos direcciones, de doble camino. Que tú Le hables y Él te habla. El Antiguo Testamento está lleno de este tipo de referencias. El Dios dijo a Moisés, a Abraham, a Elías. Puede hablar también a ti. Adán y Eva hablaban con Dios. Así fue creado desde el principio el hombre. Hoy en día sólo los Santos hablan con Dios. Tú también puedes hacerlo, según tu catarsis4, tu purificación y tu receptividad, comulgar con Dios. Empieza a ver la mano de Dios en Tu vida y extienda esta relación de agapi1-amor incondicional junto con Él.
- No existen enemigos, sino sólo los demonios. Me escribes sobre tus enemigos. Esto significa que no los has perdonado. Si perdonas a tu hermano dentro de tu corazón, dejas de considerarlo enemigo. Los “enemigos” nos ayudan en la ascesis3 (ejercicio o práctica espiritual) de la agapi1 (amor incondicional). Todos los seres humanos son hermanos. San Juan de Cronstanda dice que cada hombre debes salvarlo. Si no puedes perdonarlo, tú tienes el problema. Para que puedas amar debes poder perdonar. De otra manera tienes una especie de invalidez, incapacidad. Además el Señor lo ha definido con claridad: si no perdonas no esperes ser perdonado. La potencia de la operación del perdón se encuentra en Dios. Si tienes a Dios, entonces tienes algo de Dios en tu interior. Por Su agapi1 no te molesta cuando te perjudican. Además si amas ardientemente y exageradamente a Dios, entonces no te molesta que el hermano te provoque y te moleste un poco.
- San Porfirio no juzgó ni condenó nunca ninguna persona ni en su loyismós11, pensamiento. Tú no aceptes en tu nus13-espíritu el loyismós11 de juicio condenatorio o crítica maligna. El juicio malo y condenatorio es el estadio inicial para que se corten los puentes entre nosotros. Cuando juzgas condenando te pones a ti mismo en el lugar de juez (jurado y verdugo). Te consideras a ti mismo superior. Por tanto, es una praxis, acción de egoísmo, de prepotencia y soberbia. No existen nosotros y vosotros. Todos somos uno. Formamos un género humano y la sustancia pegadora es la agapi1 incondicional entre nosotros y nuestra agapi1 a Dios. Los Santos aman a todos los hombres y oran por ellos para todo el género humano. Han subido y alcanzado a esta altura. Haz tú también pasos hacia esta dirección. Harás bien a ti mismo, a los que están en tu alrededor y a todo el género humano.
- Cuando no puedes amar, entonces tú eres la víctima de tu impotencia y debilidad. Cuando no puedes perdonar, tu psique15-alma vive dentro de un ambiente tóxico y contaminado, se infecta y enferma. Muchas veces alguien te hiere y se va. Entonces si tú no perdonas, también tienes la herida y la desgracia de vivir sin reposo y gozo espiritual. De una manera eres dos veces víctima. Por lo tanto, intenta perdonar a éste o a estos que te han molestado y herido. Si no puedes entonces también la herida es profunda, ruega a Dios que te conceda la potencia de la energía divina para perdonar. Mientras intentas con persistencia vivir según Cristo dentro del ambiente de las dificultades, ganas algo muy precioso de incalculable valor: a Cristo. El Dios cuando intentas y te esfuerzas vivir dentro de Su voluntad, se te apocalipta-revela. Esto no se compra con dinero. Es el regalo caro de Dios a los que Le desean y anhelan.
- El Cristo ascendió a los cielos delante de Sus discípulos. No ha dejado de aparecer y después los Apóstoles supusieron que se marchó. Pero, mientras Le tocaban y comía junto con ellos y aparecía en muchos, ascendió en doxa (gloria, luz increada) agraciando y alegrando a los discípulos. En todo este espacio de cuarenta días, pero también en Su Ascensión, se ocupó de convencer a Sus discípulos que mantuvo y mantiene la naturaleza humana que ha tomado, para siempre. Esto es crucial y decisivo para nuestra sotiría sanación, redención y salvación. Dentro en el humanizado/encarnado Dios existe la naturaleza humana. Por lo tanto nuestra naturaleza se ha deificado/santificado/glorificado. Podemos hacernos dioses por la jaris8 (gracia, energía increada), co-entronizados con Cristo. Es inimaginable esta bendición grandiosa para el género humano. El deseo del Adán y de la Eva a hacerse dioses se hace realizable por la toma de nuestra naturaleza en la hipostasis (base substancial, persona) de Dios Logos10 (increado), Su Resurrección y Ascensión. ¡De verdad! “Qué recompensaremos al Señor…”
- Existe un gran conflicto entre los seguidores de la teoría de la evolución y de los creen que la Creación es de Dios. En el culto Ortodoxo confesamos: “Tú que desde el no ser, o del cero o inexistencia, nos has traído en el ser, en la existencia…” (Oración del Himno Querubínico). En esta oración confesamos que somos creaciones de Dios impotentes, débiles e imperfectos, pero que recibimos el ser, nuestra existencia y la jaris8 increada6 por el mismo Dios. Es una confesión que emana de la percepción de nuestra impotencia, insuficiencia y de la esperanza de la divina misericordia (energía increada). Es una proclamación de humildad. Tú Señor eres el todo para nosotros. De Ti recibimos la existencia y en tu condescendencia tenemos la esperanza para vivir siempre contigo y dentro de ti, en la eternidad. La Iglesia Ortodoxa no combate ni se enfrenta, ni busca seguidores. La Iglesia Ortodoxa santifica el lugar, la tierra. Celebra la divina Liturgia en todo tiempo y lugar de la tierra y santifica toda la creación. Dentro en esta creación santificada los hombres se iluminan por la iluminación del Espíritu Santo y se hacen creyentes. Sólo la Iglesia puede ofrecer al kosmos-mundo esta donación.
- Dios no es una persona, es comunión de tres personas. También un santo de la Iglesia esta unión la describe como “comunión de zéosis17”. Dentro en el “como a imagen y semejanza” del hombre está la comunión con el Dios y los hombres. Por consiguiente, el que intentes hacerte autosuficiente, autónomo en este mundo es un movimiento en dirección equivocada. Autosuficiente significa que cierres a los demás afuera. El Dios, además de la comunión de personas, es también social. Se sale de sí mismo, se mueve y se hace Θεάνθρωπος Zeánzropos Dios-Hombre, tiene “un eros maniático, amor ardiente” para Su criatura, ama de modo sacrificante, se agota para la sotiría redención y salvación de Adán, se hace el mismo el nuevo Adán, comparte Su cátedra, nos hace dioses por la jaris8 increada, partícipes de Su deidad. No podría hacer algo distinto, ya que Dios es agapi1. Cualquier cosa que hagamos, sin tener motivo la agapi1 según Cristo, es egolatría, es codicia, ambición, es idolatría. Todos nuestros actos y motivos deben tener la fuerza de motor de movimiento de la agapi1 de Cristo, la agapi-amor incondicional y desinteresada.
- El propósito de esta vida es nuestra unión con el Dios. Todas nuestras praxis, el matrimonio, la educación de los hijos, nuestro trabajo, las relaciones entre nosotros adquieren un sentido y significado cuando se hacen en CristoDios. En el matrimonio son tres, los cónyuges y el Cristo. Nuestros hijos los conocemos en Cristo. Tienen padre y madre, pero oran el “Padre nuestro”. El Apóstol Pablo veía “todos y en todo a Cristo” (Col 3,11). Mientras uno se va madurando espiritualmente, hace todo para Cristo y en Cristo. El que intentes hacer un mundo a tu gusto sin Cristo esto es una utopía. Lo haces para ponerte a ti mismo en el lugar de Dios. Autodeificarte, autoredimirte, hacerte dios sin Dios. Es decir, lo que hizo el eosforos-lúcifer, el brillante Arcángel que se hizo Diablo. Esto es la definición del pecado. Hago algo sin Dios, detrás de la espalda de Dios. No existe en el universo ni un punto que Dios no exista y no esté. Por lo tanto, lo que haces sin Dios es vano, no sirve de nada. Si consideras a Dios pesado en esta vida, no le vas a simpatizar en la otra vida. Allí también será pesado para ti. Por tanto, no vivirás en Su reinado de la Realeza16 increada.
- Si no puedes prosperar en el trabajo de una virtud, pide que la jaris8 de Dios que te refuerce. La aceptación de tu impotencia es una praxis-acción de humildad. Señor, quiero agradarte por mi vida, pero no puedo trabajar en la aplicación y cumplimiento de tus logos-mandamientos, a causa de mi larga estancia en el pecado. El Dios ve tu predisposición y en Su tiempo te concede su jaris8. Eso sucede porque has humillado tu egoísmo y con humildad te has presentado ante Él. De esta manera te protege de los posibles loyismí11 -pensamientos de orgullo, prepotencia. No has conseguido algo por tu propio mérito y ejercicio. Lo que tienes los has recibido de Dios como regalo y carisma.
- No eches la responsabilidad a Dios para lo que no te va bien en tu vida. Al contrario, mejora tu relación con el Dios por la metania12 y la confesión. Cuando tú restableces la relación más profunda con Dios, entonces todos se benefician. Tú, tu familia, tu microcosmos, tu patria, toda la icumeni-tierra habitada y el universo. Puedes ayudar a todo el mundo por tu metania12 y humildad. La metania12 es el primer paso hacia la zéosis17 (santificación, glorificación por la jaris8). Todos se benefician por cada paso pequeño que das hacia la santidad. El Cristo es la belleza del mundo.
- El Espíritu Santo es Persona-Hipóstasis. No es paloma o nube. Es la tercera persona-hipóstasis de la Santa Trinidad. Es sensible, tierno y se va de cerca nuestro incluso por una insinuación del pecado. El Paráclitos viene cuando Le imploramos. “Ven y habita en nosotros, y catartízanos, purifícanos y sánanos”. Cuando nos visita, incluso hasta la oración cesa. Tienes lágrimas y tu psique15-alma no está dura sino bien sensible, te sientes el último del mundo y no deseas nada. Es un sabor del Paraíso, por el cual vale la pena vivir esta vida. Según san Serafín de Sarof esta atracción del Espíritu Santo es el propósito y objetivo de la vida del hombre.
- Es una increíble bendición de Dios al género humano. Podemos comulgar el cuerpo Inmaculado y la Honrada sangre de nuestro Señor y Dios Jesús Cristo. Es decir, podemos ser co-cuerpo y co-sangre (misma sangre y cuerpo) con nuestro Señor. Podemos ser co-entronizados de Cristo, dioses por la jaris8 (gracia, energía increada), disfrutar la atmosfera, ambiente de la agapi1 perfecta entre las personas de la Santa Trinidad. Las bendiciones son inimaginables. Basta que aceptemos a Cristo como Dios y Salvador nuestro. En cada asunto y cuestión de nuestra vida tenemos que adaptarnos a esta realidad. Debemos cristificar nuestro ser, hacerlo crístico. Señor, ayuda a nuestro género humano a alcanzarte. Mira qué impotentes y débiles somos. Haz lo más fácil para poder redimirnos y salvarnos. A qué otra parte tenemos que acudir, sino solamente en Tu agapi1 (amor incondicional y energía increada) para el impotente y pobre. Somos ovejas de tu rebaño, con poco nus13-espíritu y poca fuerza. Señor no nos abandones por nuestra dureza e incontinencia.
- Nuestra unión con Dios comienza desde esta vida. Es la indicación de que la cristificación de tu existencia es que no haces nada sin implorar a Dios. No comienzas tu día o algún trabajo sin la imploración de la ayuda divina. Esto en combinación con la continua oración, el intento y esfuerzo espiritual, la humildad y la metania12, conduce a la continua imploración de la misericordia de Dios. El hombre decepcionado y frustrado de sus elecciones personales pide la orientación y conducción del Dios en cada asunto y cuestión de su vida. Así retrocede gradualmente el yo-ismo, ego-ismo y se restablece la κοινωνία kinonía conexión, unión y comunión con el Dios. La profundización en esta relación nuestra con el Dios y nuestra unión junto con Él se hace en esta vida. Esta es la razón, el fin y el propósito de nuestra existencia.
- Nuestra unión con el Dios se hace en muchas secciones. La más importante es la divina comunión/efjaristía, donde nos convertimos y hacemos del mismo cuerpo y sangre con el Cristo. Nuestro nus13-espíritu tiene memoria continua de Dios por la oración noerá, del corazón o de Jesús. Nuestra vida transcurre hacia la doxa (gloria, luz increada y alabanza) de Dios.
- El Santo es el sí mismo. Nadie es íntegramente el sí mismo antes de la catarsis4. Es conducido y llevado por los pazos14, sus debilidades e impotencias. Adopta inconscientemente o conscientemente prototipos-modelos de comportamiento de su ambiente o de estos modelos que intencionadamente le ofrecen para copiar. Si quieres hacerte del sí mismo, lo conseguirás por excelencia con la confesión, (donde negarás el espíritu del mundo-kosmos que habita en tu interior) y con la Divina Comunión/Efjaristía. Es un proceso de liberación. Donde no eres tú mismo, no estás libre. El hombre libre hace elecciones personales concienciadas. Donde las sugerencias y dictados son mundanos y no según Dios, hay que diferenciarlos. Esto es la áskisis-ascesis3 ejercicio espiritual, es el intento y esfuerzo de cristificación. Le recompensa del luchador es la visita del mismo Dios. “Ven y habita en nosotros”.
- He conocido a un hombre santo. Me dijo sobre el dolor: yo soy de Dios. El mundo me mata, no muero simplemente por la jaris8 de Dios. Tal y como dijo José a sus hermanos que intentaron a matarlo: “yo soy de Dios, no quiero vuestro mal”. Así también yo el humilde, no me importa que me maten los hermanos. Los amo. Intento como José el bueno que lloró sobre el cuello de su hermanastro de la misma madre Beniamín, decir a los hermanos: ¡No temáis, yo soy de Dios! No odio sino amo. ¡Quiero que todos seres humanos se salven!
- Te agradezco Señor. Tú me vistes, Tú alimentas mi cuerpo por Tu providencia y mi psique15-alma por la divina κοινωνία kinonía comunión/efjaristía. Tú conduces mi vida. Haz que mi yo, mi egoísmo no sea el impedimento. Tú tienes un plan para mi mejor que cualquier mío. Tú me has traído en la existencia. Tú eres mi santificación, mi alegría, la causa de mi existencia y mi destino. No observes mis ilegalidades. No retires la mirada de tu cara de mí. Señor no me castigues por mis praxis, ni me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira por tu azote pedagógico (Sal 37,2). Te ruego Señor, por favor concédeme lo que anhela mi psique15, a Ti, Amín.
© 2018 Archimandrita Dorotheo
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Con agradecimiento a los guías espirituales que Dios ha puesto en mi camino,
Metropolita Paísio y los yérontas Kalinico, Efrén y Eutimio.
Traducción: Χρῆστος Χρυσούλας (Jristos Jrisulas) www.logosortodoxo.com
Miniléxico
- Agapi1 Αγάπη, amor, cariño. “Ὁ θεός ἀγάπη ἐστίν Dios agapi-amor es… porque la agapi proviene de Dios” (1 Jn 4,7-8). La Αγάπη (agapi) cristiana en su faceta divina y como término teológico ortodoxo es la primera y superior energía increada de las energías increadas de la Jaris de Dios. Se aproxima más a la misericordia increada y perdón de Dios que enseñaba Cristo Dios. La agapi está vinculada y unida estrictamente con la libertad y la verdad. Cada una depende y se enlaza con la otra, fuera de esta interrelación ninguna es auténtica. Dicen los Santos Padres Ortodoxos: Nadie puede conocer la increada agapi como energía increada de Dios si no es a través de la energía increada Χάρις (Jaris, Gracia) del Espíritu Santo. La agapi cristiana en su faceta secular, mundana se refiere al amor desinteresado, altruista o cariño, amor al cónyuge, a los padres, a los amigos, a los jefes y trabajadores, como también a las comunidades sociales y toda la creación.
- Apázia2 Ἀπáθεια impasibilidad sin pazos, sin apegos, ni adicciones, malos hábitos o vicios, sin padecimientos, ni afecciones. Apázia es la psique fija al bien e inactiva hacia el mal y liberación de ella de los movimientos antinaturales por la atracción de los pazos. Es el final de la ascesis del ejercicio espiritual. Apázia es paz y serenidad, movimiento enérgico y operativo del nus y de la psique. No consiste en la paralización y desarraigo de las fuerzas y energías de la psique como en la filosofía de los estoicos o las religiones orientales (hinduismo, budismo), sino en su metamorfosis, conversión, transformación por las virtudes y su giro total hacía Dios. La apázia es un regalo de Dios.
- Ascesis3 Ἄσκησις, áskisis ejercicio espiritual, físico, conceptual o matemático. En la terminología Ortodoxa se llama así la lucha y práctica continua del hombre para aplicar y cumplir los mandamientos divinos y el método que usa para corresponder a la llamada de Cristo para entrar en Su realeza increada, (Mc 8, 34 Mt 11, 12). Son tres las etapas, la catarsis del corazón, la iluminación del nus y la zéosis por la energía increada, Jaris. La áskisis es una tarea de toda la vida pero se consuma con el descanso de la απάθεια apazia.
«En occidente la ascesis o (práctica espiritual) se relaciona con alguien que vive apartado del mundo y vive con lo mínimo en algún sitio apartado. Pero en la palabra ascesis en griego, su significado principal, se relaciona con todo el cuerpo de la Iglesia y jerarquías, patriarcas, obispos, sacerdotes, monjes anacoretas-hisijastas y fieles, que sin apartarse del mundo físicamente, sólo lo hacen espiritualmente, es decir, sin dejarse arrastrar por las pasiones (pazos) y las cosas mundanas que te arrastran a hacer lo malo, y esto es posible con la ayuda de Dios, que es quien siempre nos da la victoria. En el fondo sólo se trata de obedecer y aplicar cada día lo que Cristo como Cabeza de su Cuerpo (que es la Iglesia) dirija por el Espíritu Santo en nosotros (2Co 3:4-6; Mt 10:19; Mt 6:34 «no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.»; Hec 5:32).»
- Catarsis4 Κάθαρσις kázarsis, literalmente sanación, terapia, curación, limpieza, purgación, purificación, se refiere principalmente a la psique.
En la Iglesia Ortodoxa se entiende principalmente como metania y terapia “psicoterapia” del hombre, que se realiza con la energía (increada) del Espíritu Santo y la sinergia y libertad del mismo hombre. En la teología ortodoxa este término conecta con la sanación (psicoterapia) y metamorfosis, transformación o conversión continua de las fuerzas psicosomáticas del hombre, de manera que funcionen natural y supranaturalmente, y la liberación de la psique y el cuerpo de la conducta mundana (pecaminosa y viciosa) y carnal. En la teología Patrística helénica sirve para expresar tres estados. El primero es la expulsión del corazón de todo lo que no es natural, de los tentadores y malos astutos loyismí y de los malos deseos, ilusiones, codicias, ansias: la transformación y conversión de los pazos, con el cultivo y familiarización con las virtudes, expuestos en el lugar adecuado a la presencia de Dios. Este es el primer estadio de la vida espiritual que se llama catártico o catarsis del corazón. El segundo es la lucha askítica (ascética, práctica) que opera en los aspectos “naturales y sobrenaturales” del funcionamiento de las tres fuerzas de la psique: logística, anhelante e irascible (o emocional); o sea su giro en dirección hacia Dios. El tercero es la manera ascética, práctica con la que el hombre llega desde el amor-agapi interesado al amor-agapi desinteresado. La catarsis es para toda la vida, hasta para los que llegaron a la zéosis y también los santos porque no son infalibles. Este carácter terapéutico de la catarsis, lo encontramos en los santos Cánones de la Iglesia que fueron instituidos por los Sínodos Locales y los Ecuménicos.
Hay clara diferencia entre la catarsis que funciona en distintos sectores de la vida social, y de la catarsis que funciona dentro en el “espacio” de la Iglesia. Según el significado humanocéntrico, catarsis es la expulsión y alejamiento de un miembro de un consejo o gobierno, de un partido político o de una organización. Aunque la mayoría de los españoles la traducen como purificación, no lo voy a utilizar este término, porque parece que la catarsis sea como algo mágico. Además, purificación traducido en griego es agnisis o agnismós no catarsis.
- Diania5 Διάνοια mente, intelecto, cerebro, inteligencia, ingenio, genio.
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón… y con toda tu diania… Marc 12,30”. Diania διά diá= dividido por, a través, para, por; y νούς nus. Diania (de dianús) es la mente, intelecto o cerebro la parte de la energía del nus que elige, parte, separa, divide y analiza un loyismós, pensamiento, fantasía, idea o reflexión. Es la capacidad lógica e intelectual de la mente del hombre, función de la cual es la deducción de conclusiones o la transformación y desarrollo de conceptos que resultan de los datos que se facilitan en el nus o corazón por “apocálipsis”, revelación, o mediante gnosis y percepción espiritual, o por observación de los sentidos; es decir, todo lo que percibe el nus interior y exteriormente, la diania lo desarrolla y lo exterioriza. La gnosis de la lógica de la diania es, pues, inferior a la increada gnosis espiritual que es percibida en el nus (energía) y corazón (esencia). La madre de todas las imperfecciones es el perfeccionismo intelectual humano que conduce al orgullo, la vanagloria intelectual y espiritual. “Conocemos bien que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado διάνοια (diania) iluminada, capacitada para conocer al Verdadero Dios” (1Jn 5,2). (Ver también sobre Diania en nuestro libro “12 lexis apocalípticas”, en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- Increado/a6 Ἀκτιστο aktisto, no-constituido, no construido o no formado y κτιστό (ktistó) creado, formado, constituido.
No existe ninguna similitud entre uno y otro. En principio, Dios es áktisto (increado). Increado se llama lo que no tiene principio ni fin, en cambio lo creado tiene un principio concreto, y no tiene fin porque el Dios quiere que no sea así. Dios no tiene cuerpo, en cambio el hombre sí. Lo increado es inalterable, no cambiable e infinito, perpetuo, en cambio lo creado cambia, se altera, se corrompe y se desgasta.
San Máximo el Confesor: «En el Dios no hay nada creado, como en el hombre no hay nada increado. De la esencia increada de Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y la divina voluntad y la energía increada es común entre los tres… Energía es la dinamis, fuerza o potencia manifestante de toda esencia, de la que la nada está privada. La energía, que es la percibimos, es el movimiento de la esencia de Dios, por lo tanto de la deidad, pero la esencia, que no la percibimos, no es movimiento».
Está claro que virtud, bondad, santidad, inmortalidad, agapi son energías de Dios, son perpetuas e increadas. Existe diferencia entre energías las increadas de Dios y las creadas de las creaciones. La virtud es energía increada de Dios, pero las cosas virtuosas son creadas. La vida es luz, energía increada de Dios, pero los seres vivos son creados y son los resultados de la energía increada.
Por lo tanto, las energías increadas de Dios no tienen principio, son perpetuas e increadas. Y como la esencia de Dios es divina e increada también Sus energías son divinas e increadas. Esto es una cuestión importante para la teología ortodoxa. Porque si consideramos que las energías de Dios son creadas, entonces nos obstruimos a recibir la zéosis (glorificación). Es decir, si Dios se comunica con el mundo con las energías creadas, entonces no podemos conseguir la κοινωνία (kinonía, conexión y comunión) con Dios, y la salvación se hace imposible con las energías creadas. Por lo tanto, Dios permanecerá sin ser conocido por el hombre y si intentamos conectar y unirnos con Su esencia, entonces se anula la diferencia entre creado e increado. No hay ninguna relación analógica entre lo creado y lo Increado. Por eso, lo Increado es conocido por Su autoapocalipsis (auto-revelación).
- Iluminación7 (del nus) Φωτισμός (τοῦ νοῦ tu nú) o del espíritu humano.
Es la segunda etapa de la vida espiritual, después de la catarsis del corazón. En esta etapa el nus ya ha expulsado los apasionados loyismí, y se hace templo del Espíritu Santo, tal y como estaba antes de la caída lleno de energía increada Jaris, y adquiere plegaria incesante por la memoria de Dios. Por eso la iluminación del nus se enlaza estrechamente con la oración noerá del corazón o de Jesús.
- Jaris8 Χάρις Gracia, favor, es energía divina increada, innata e inherente riqueza de la Deidad. Especialmente en el campo de la redención, la Jaris es en particular el don de Dios, que se derramó del sacrificio de la Cruz de Cristo, y funcionando dentro de la Iglesia, envuelve al hombre débil y pecador, lo santifica cuando colabora libre y voluntariamente y le hace conseguir la zéosis. De la palabra Jaris viene c-jarísma, don, que es regalo de Dios en todos los hombres sin excepción alguna. No se puede exigir como «recompensa» por las obras buenas. Pero se atrae especialmente con la humildad, con la metania y el corazón quebrantado (cf.1P 5. 5). La divina Jaris se da con los santos Misterios ortodoxos de nuestra Iglesia. Esencia y energía están relacionadas; no hay esencia sin energía ni energía sin esencia. San Gregorio Palamás nos dice apofáticamente «No por la esencia conocemos a Dios sino por Sus energías y de increada esencia tenemos increada energía y de la creada esencia creada energía». Los heterodoxos están muy confundidos y oscurecidos sobre éste tema. (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- “Kirie eleison9” «Κύριε ἐλέησον», es la oración más corta, condesada y concisa que lo dice todo.
El “Kirie eléison” hace milagros. «Κύριε, ἐλέησον Kirie eléison» es una calificación, petición general de cada necesidad mía, de cada caso mío, de lo que me pasa y de lo que quiero y como no sé lo que voy a pedir, entonces digo a Dios, eleisón me” o “kirie eléison”, y Él sabe lo que me va a dar. Eléison ἐλέησον significa ten compasión, caridad, misericordia, clemencia, sanación, ayuda, alivio, consuelo, socorro… No tiene nada que ver con piedad que muchos lo traducen en castellano. Piedad en griego es ευσέβια (efsevia) de aquí viene el nombre Eusebio, piadoso en castellano o latin.
- Logos10 Λόγος, Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ Λόγος… (En arjí in o logos). En el principio el Logos era, es y será eterna e infinitamente; y el Logos existía con Dios y está en Dios; y Dios era y es el Logos (Jn 1,1).
Los Sabios Santos Padres Helénicos Ortodoxos y todos los Helenos, según el contexto en general cuando el término está escrito con la “L” mayúscula aludimos a Cristo. “Logos” significa el desarrollo del pensamiento expresado con la voz propia del lenguaje, y también causa, razón, motivo, relato, opinión, dicho, discurso, expresión, tratado. Del logos provienen la lógica y los λογισμοί (loyismí) del verbo λέγω (lego); “digo”, “hablo”, “expreso” y también λέξιs (lexis); “palabra”, que poco tendrían que ver con el “logos” y que tan mal se ha traducido en Occidente,: es vergonzoso, cuando traducen ”todo se hizo por Ella” (Jn 1,3) “sin Ella nada se hizo, de todo de lo que está hecho”, es decir, llaman Ella al Logos de Dios, a Cristo.
Tenemos el Logos no encarnado en el A. Testamento y el Logos encarnado en la persona de Jesús Cristo en el N. Testamento. Por ejemplo, dicen los sabios padres: «Y dijo el (Logos) Dios: «Haya luz» (Gén 1,3), «Y dijo el (Logos) Dios: Hagamos al hombre a imagen y semejanza» Gén 1,26). Este “hágase la luz” es y proviene del Logos de Dios; y “hagamos” en plural se refiere a las tres personas de la Santa Trinidad que el Logos nace del Padre y el Espíritu procede del Padre, es decir, se refiere a imagen y semejanza del Logos que más tarde se haría hombre, aquí también es el Logos Dios. «Y el Logos se hizo hombre de manera sobrenatural y plantó su tienda o acampó entre nosotros y nosotros hemos contemplado su δόξα (doxa gloria, luz increada) como unigénito de la misma naturaleza del Padre, pleno de Χάρις (Jaris, Gracia energía increada) y de Verdad» (Jn, 1,14) y «Todo fue hecho por el Logos y sin Él no se hizo nada de todo lo creado» (Jn 1,3). Por lo tanto la Biblia por sí misma no es el Logos de Dios; es “logos” sobre el Logos de Dios. Precede la Apocálipsis (revelación) después el registro o descripción de ella, la letra y la Biblia.
En la Iglesia Ortodoxa, Santa, Apostólica y Católica (no confundir “Católica” con el sentido que le da el romanocatolicismo del César papa), el “Logos” es la Segunda Persona e Hipóstasis de la Santa Trinidad. Logos es la Sabiduría de Dios del A.T. y el nus divino que rige todo de los filósofos Helenos. Es Providencia Divina en la que se concibió toda la creación; así tenemos el Dios Trinitario: Nus, Logos, Pnevma, (Νοῦς, Λόγος, Πνεῦμα), “Nus, Logos, Espíritu” sin principio ni fin, inseparables e increados, el Cual creó al hombre dotado de libre voluntad, como imagen y semejanza del encarnado Logos Cristo, el Zeántropos (Dios-hombre), confiriéndole de nus, logos, pnevma, (νοῦς, λόγος, πνεῦμα), “nus, logos y espíritu” semejante a Él. La psique espiritual del hombre se compone de nus y logos y son inseparables.
El Logos, como principio cósmico unificador, contiene todos los logos (los principios, las esencias interiores, los pensamientos de Dios) con los cuales se crean y desarrollan todas las cosas en el tiempo y el espacio, más las formas que son dadas, conforme con las cuales cada objeto contiene los principios de su propio desarrollo. Estos son los logos contenidos en el Logos, y aparecen en distintas formas en el universo creado, constituyendo la segunda etapa en la contemplación del universo. En el Evangelio de San Juan empieza con un himno (Jn 1.1-5.9-12.14.16), el cual, combinando representaciones que se habían transformado del pensamiento judaico con términos filosóficos helénicos de la época, proclama la gloria y la obra sanadora y salvadora de Jesús como «Logos de Dios». Con base al acontecimiento de la encarnación o hacerse hombre (1,14), se aclara totalmente en el Evangelio de San Juan el carácter personal del Logos, el cual preexistía en Dios (1,12. 10,30), todo se hizo por Él (1,2). Al contrario que el pensamiento de aquella época, en lo que se refiere al himno, las representaciones y los términos recalcan que el «Logos», que se humanizó en Jesús, no es una creación, ya sea la primera y mejor, sino el mismo Dios (1,2), que se hizo realmente hombre.
11 Loyismós /í11 Λογισμós/οί loyismós singular y loyismí en plural.
En los escritos patrísticos, se llaman los pensamientos simples o compuestos, unidos con la fantasía, razonamientos, meditaciones, reflexiones, concepciones, ideas o las tendencias conscientes e inconscientes de la psique, o vivencias enteras (donde actúan todas las fuerzas de la psique: nus, diania mente o cerebro, corazón, conciencia y voluntad. En el último de los casos tenemos la forma total de los loyismí. Éstos conectan con imágenes y con varios estímulos, que provienen de los sentidos físicos y la fantasía. Sobre todo existen los loyismí pecaminosos (avaricia, gula, ira, vanidad, soberbia, pereza, lamentación, lujuria). Mediante estos, los loyismí entran en la psique y activan los pazos mediante el siguiente proceso: choque o asalto del nus y el loyismós; conversación del nus con él; aceptación por la psique; cautiverio de la psique por el loyismós; deseo, ansia y caída en el pecado o en el pazos.
- Metania12 Μετάνοια, del verbo μετά-νοώ, metá=después, con, y noó= concibo, percibo con el nus como energía y con el corazón como esencia.
Quiere decir giro del nus y metanús, introspección y conversión de la conducta y mentalidad del hombre y sobre todo giro, cambio de actitud de la vida en pecado y en el mal por la vida en Cristo. La metania en la Tradición Ortodoxa no proviene de una percepción psicológica de culpabilidad, sino de la apocálipsis (revelación) de la deformación de la psique y esta apocálipsis se manifiesta por la energía increada de la divina Luz en el corazón psicosomático del hombre. El nuevo Testamento empieza y acaba con la metania (Mt 3,2 Lc 24,47)
Metania se llama también uno de los Misterios de nuestra Iglesia Ortodoxa, con el cual se facilita la absolución y perdón de los pecados, aceptación, confesión, arrepentimiento, rectificación y terapia, sanación. También se llama así a un gesto reverente que se acostumbra hacer en la veneración Ortodoxa. Hay dos metanias-genuflexiones distintas: una es un simple movimiento de la cabeza hacia abajo y otra grande reverencial, arrodillándose. (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- Nus13 Νοῦς, o νοερά ενέργεια noerá energía, términos que los usan los Padres con varios significados; no se debe confundir con la diania (mente, intelecto, cerebro).
Es el espíritu del hombre o nus como energía espiritual humana siendo el corazón como esencia, es el ojo de la psique (alma). Los santos Padres helénicos lo llaman nus o noerá energía para no confundir con la energía espiritual increada Jaris, gracia del Espíritu Santo. Cuando el nus queda preso o apegado en la diania por un loyismós, pensamiento, reflexión y en la fantasía o imaginación es cuando viene nuestra caída y el nus tiene que estar en alerta, vigilante y sobrio para impedir la entrada en la psique de los malos loyismí, y no caer en esta trampa. El nus constituye la fuerza y energía más alta del hombre es el «principal ojo” de la psique. El estado natural del nus, en el hombre creado por Dios, es la permanencia mediante la oración y la alabanza en la memoria de Dios, más la expulsión de los loyismí del corazón. Porque esta es exactamente la práctica ascética ortodoxa, el regreso y estancia del nus o su energía en el interior del corazón, este nus por causa de la caída del hombre se pierde, se esclaviza y se convierte en idólatra o se autodeifica y alaba sus propias creaciones en vez de agradecer y alabar a Dios.
- Vlajos: “Νοῦς nus, en la enseñanza patrística el término se utiliza diversamente. Unas veces el término lo usan para mostrar la psique (alma), otras el corazón psicosomático o el espíritu del corazón de la psique y otras una energía de la psique. Pero principalmente nus es el ojo de la psique, la parte más pura, es la finísima atención. Se llama también energía noerá (espiritual humana) y su esencia es el corazón, está en todo el cuerpo principalmente en el cerebro, pero no se identifica con la energía racional del cerebro, ni con la emocional sentimental, sino que contiene todas las energías”. (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- Pazos14 Πάθος, padecimiento, pasión, emoción, hábito, adicción, mala costumbre, vicio, patología también fervor, manía u obsesión según el contexto.
En la terminología patrística se llama así a todo movimiento anormal, en el sentido de no natural, de las fuerzas y energías de la psique. Pazos son fuerzas que con su energía de la voluntad han tomado el camino equivocado. Todos los pazos que nacen de algún pecado que se repite, y así se consolida en la psique una tendencia pecadora o apego/adictiva, que con el tiempo llega a ser una segunda «naturaleza», influyendo en los pensamientos y decisiones, dominando la voluntad y sellando toda su “psicosíntesis”. Es preferible reeducarlos, convertirlos y sanarlos, que oprimirlos o reprimirlos y así finalmente se usarán de forma fructífera y no negativa. Los santos sabios Padres distinguen entre los pazos los nobles, decentes y los indecentes. Pazos decentes son el hambre, la sed… Y los indecentes los ocho pazos capitales: 1) Gula, la tiranía y el dominio de la panza referente a la comida, bebida y sus ansiedades. 2) Lujuria manía sexual y prostitución. 3) Avaricia, el deseo, ansia, codicia de acaparar riquezas. 4) Ira (rencor, odio, resentimiento). 5) Acedia o pereza desgano por obrar trabajo, ascesis físico o espiritual. 6) Pena, tristeza, aflicción o depresión. 7) Soberbia, orgullo. 8) Vanagloria el deseo de alto honor, alabanza y gloria mundana. (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- Psique15 Ψυχή psijí, ánima, el término viene desde la antigüedad y se usa con excepciones más o menos igualmente hasta hoy.
En el Nuevo Testamento y en los santos Padres, se usa a menudo en vez de la palabra άνθρωπος anzropos, ser humano, hombre, (Rom.13,1). A veces en la Sagrada Escritura significa simplemente la vida. (Mt 2,20. Jn 10,11. Rom 16,4). Pero psique se dice sobre todo del elemento espiritual, no material de nuestra existencia (Mt 10,28); Es la base substancial que vivifica el cuerpo. Es un componente de las dos partes de nuestra naturaleza; el otro es el soma, cuerpo. El cuerpo no contiene la psique sino que la psique contiene y conjunta al cuerpo. La prueba está en que cuando la psique sale del cuerpo este se convierte en cadáver y se disuelve. Los hombres tienen psique con esencia y energía, por eso tienen nus, logos (lógica) y espíritu, el cual espíritu, es la increada energía Jaris que vivifica psique y el cuerpo conjuntado; nus y logos están unidos e inseparables de la psique después de la muerte física; los animales tienen psique por energía, por eso no tienen nus y logos (lógica) como la humana que se crea de la energía increada hiperlógica suprema de Dios Logos increado en Espíritu Santo procedente del Padre, por tanto a imagen y semejanza del Θεάνθρωπος zeánzropos Dios-Hombre, el Cristo . (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Lexis apocalípticas” al blog en español http://www.logosortodoxo.com/12-lexis-apocalipticas/).
- Realeza16 de Dios/de los cielos Βασιλεία τοῦ Θεοῦ/τῶν ουρανῶν (vasilía tu Zeú/ton uranón), el nombre Reino (βασίλειο vasilio) no está en ninguno de los textos originales Helénicos del Nuevo Testamento.
Si bien “Reino” en castellano también tiene el significado de «nuevo estado de cosas en que rige la voluntad de Dios», no es el significado habitual de la palabra (territorio o conjunto de personas que lo gobiernan); por lo cual ponemos realeza que es la más cercana a la teología helénica original. Realeza (cualidad, atributo) es el elemento básico de las enseñanzas de Jesús y el tema central de los libros del Nuevo Testamento, donde, con esta expresión, se manifiesta una nueva época que se inaugura con la obra de Cristo y en la cual domina, en vez de odio agapi-amor; en vez de la oscuridad tinieblas, la luz; en vez de la incredulidad, la luz increada de la fe; en vez de la desesperación, la esperanza. La nueva época con la realeza se anuncia ya como actual presente, pero también esperada por completo en el futuro con la Segunda Presencia venida de Cristo. La realeza increada de Dios es el predominio entero de la energía increada de la voluntad de Dios en la vida de los hombres, tanto en la personal «la realeza de los cielos está dentro de vosotros» (Luc 17,21), como en la vida social «que venga tu realeza en nosotros, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo” (Mateo 6,10). La realeza de Dios, como realidad terrenal del presente, se materializa en las personas por la vida santa de los cristianos, «los hijos de la realeza” (Mt 8,12), y entonces coincide con la institución de la Iglesia. Realeza de Dios es el Paraíso, la comunión del hombre con Dios. Esta Realeza la vivimos desde ahora como noviazgo, en cambio entonces la viviremos como boda. La Realeza de Dios no tiene fin. Es eterna, increada e interminable. Nada tiene que ver con reino, porque este término manifiesta un estado creado. En cambio la Realeza increada manifiesta un estado interior y exterior de estar y de ser con la energía increada Jaris (gracia) y con la Doxa-gloria, luz increada. Muchas veces según el contexto en la teología ortodoxa jaris (gracia, energía increada), doxa (gloria, luz increada) y realeza son sinónimas.
San Máximo el Confesor en la Filocalía nos dice que la realeza (increada) es el Espíritu Santo de Quien percibimos su increada energía Jaris y la zeoría (expectación) de la increada Luz, la cual hemos perdido por la desobediencia a Dios. Porque, el nombre de Dios y Padre en hipostasis (base substancial) es el Hijo Unigénito, y la realeza de Dios y Padre en hipostasis es el Espíritu Santo procedente del Padre. (Ver también sobre este término en nuestro libro “12 Léxis apocalípticas” en el blog en español: www.logosortodoxo.com).
- Zéosis 17 Θέωσις glorificación, santificación, es la participación, conexión, comunión y unión de la energía increada Jaris (gracia) con el hombre, permitiéndonos con ello tomar parte en la vida y la doxa- gloria luz increada de Dios en relación con Sus energías increadas.
Es sabido que el término zéosis es patrístico, san Dionisio el Areopagita es de los primeros Padres que lo utiliza y lo han utilizado los Padres para interpretar los términos hagiográficos: perfección, santidad, “como semejanza”, hijos de la luz o hijo de la realeza increada de Dios. San Thalasio en la Filocalía escribe que: “zéosis es la gnosis de la Santa y Consubstancial Trinidad”. La zéosis constituye esencialmente la consumación del «como semejanza», el cumplimiento del propósito, la finalidad del objetivo y destino de los hombres, los cuales hemos sido llamados a convertirnos y hacernos «partícipes de divina naturaleza» (2ª Pedro 1,4). La fuerza de la energía de la zéosis que perdió el hombre por el pecado de los primeros en ser creados, se obtiene otra vez con la encarnación de Cristo; San Marcos en Asceta nos explica: “El Logos se convirtió en sarx cuerpo-carne para que la sarx se convierta en Logos” y San Máximo el Confesor: “Por eso el Logos de Dios se hace hombre de verdad, para que con la increada energía Jaris podamos metamorfosearnos, convertirnos y hacernos dioses/as”. San Basilio el Grande dice que: Θέωσις Zéosis no es “θεοποίησις (zepíisis) “deificación” como es traducido por muchos. “Deificación” se identifica con el acto que hace el hombre por su propia cuenta para edificarse en Dios. En cambio, en la Zéosis, el hombre se prepara y Dios actúa, opera por la Jaris energía increada, es decir, es un regalo de Dios, el acto lo hace Él no el hombre. (Ver también https://www.logosortodoxo.com/la-zeosis/)