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Ene 05 2013

Domingo después de Navidad – El mensaje salvífico

 

Cristo navidad

 

“Porque Herodes tratará de buscar y matar el niño”.

Los acontecimientos que marcan el Nacimiento del Señor, tal como salen de la pluma del Evangelista Mateo, dan una característica del camino que seguiría el Mesías dentro del mundo. El niño recién nacido en Belén, conoce desde el principio la magnitud de la maldad de los hombres y saborea de la manera más amarga la enemistad que manifiestan los soberanos contra él. Los acontecimientos que fueron protagonizados por el rey Herodes, quien de la manera más despiadada manifestó sus atrocidades, afirman la verdad de los hechos que están testificados de los historiadores de aquella época.

Itinerarios de vida

La presencia de Cristo en el mundo hizo nuevos y verdaderos itinerarios de vida para el hombre; los cuales citan la trayectoria que asciende a lo alto, en un encuentro salvífico con la descendencia de la agapi (amor, energía increada) de Dios. Es un camino de desarrollo en el cual son aplastadas las fuerzas demoníacas y el hombre puede abrazar e incorporar los auténticos mensajes eternos que envía el Niño Divino de Belén. Es cierto que puede parecer que la fuerza del satanás domina aún sobre la humanidad, con todas las consecuencias dolorosas. Sin embargo, la prevalencia de estos es aparente y temporal.  Esto porque dentro de la historia se realiza el plan salvífico de la divina economía, lo cual nadie puede revocar o anular. Ni el salvajismo y la brutalidad del Herodes que se produjo de la manera más espantosa con la masacre humana de los Niños de Belén y de la región, no fue posible revocar la obra del recién nacido Mesías, quien se encontraba bajo la protección de la providencia de Dios.

La providencia de Dios

A través del plan de la Divina Economía nada se puede considerar accidental. Todo tiene su sentido, significado y su propósito. Todo indica que la Providencia de Dios es la que conduce todo en la vida y no permite a las fuerzas del mal  dominar sobre el hombre y conducirle a la catástrofe y la muerte. Está apuntado característicamente: que la providencia de Dios protege el niño divino de la manía amenazadora de un soberano mundano y lo conduce en una parte segura. Finalmente le avisa cuando puede regresar a su patria; ¿qué otra cosa puede ser revelada, para confirmar lo anterior? están tan claros los puntos que se dan por la fuerte presencia de la Divina Providencia que no caben dudas ni reservas. Además, cada uno de nosotros personalmente a través de las vivencias y experiencias, debe haber percibido muchas veces la presencia de la Providencia Divina que se manifiesta en cualquier momento y en cualquier lugar. Es ella que guía cada paso de nuestra vida y nos proporciona la mejor protección segura. Incluso dentro de acontecimientos que producen dolor y sufrimiento en la vida, la presencia benéfica de la Providencia Divina, es una fuerte garantía del camino que seguimos.

Queridos hermanos, los acontecimientos que describe la lectura evangélica de hoy, no dejan ni la más mínima duda que el hombre deberá estar caminando con optimismo para el futuro. A pesar del aparente triunfo del mal, del odio y de la barbarie dentro de la historia, finalmente lo que sobredomina siempre es la potencia de la agapi (amor energía increada) de Cristo Dios. Esta potencia y energía increada es enorme, porque su verdadera fuente es Cristo (el increado Logos de Dios). El que el Dios toma naturaleza humana y se encarna, apocalipta (revela) la magnitud de Su agapi y filantropía, pero también la anulación de las fuerzas del mal. Incorporemos pues este mensaje salvífico a través de la nueva ética que se revela en el Pesebre y riega íntegramente nuestro ser. Amín.

Jristakis Efstazíu, Teólogo, Iglesia de Chipre.

¿Por qué nació el Cristo?

Queridos hermanos, para nosotros los humanos y para nuestra sanación y salvación el Hijo y Logos (increado) de Dios bajó de los cielos, “del Espíritu Santo y María la virgen”, y se humanizó. Esta es la respuesta del creyente a la pregunta, y lo que truena la Iglesia mediante el Símbolo de la Fe (articulo 3).

Mega misterio!!! ¿Quién podrá alguna vez  comprender todo el fondo y ancho de este acontecimiento sobrenatural, que el Dios se encarna, se hace hombre para sanar y salvar a la humanidad? Aquí los genios mayores, sin la ayuda de la fe se destruyen. Pequeño el hombre ante el Dios, aunque fuera un Sócrates, confesará su ignorancia y su debilidad ante el misterio. ¡Pequeño el hombre, grande el Dios! Solamente la fe vierte luz al misterio.

El fiel lo siente, lo ve, lo vive, y no encuentra palabras para exteriorizar el gozo sobrenatural que prueba cuando escucha el canto “Cristo está naciendo, glorificad…” (canto de Navidad, oda a). Cree que no pisa en la tierra, sino que se está transportado al cielo, al país de los ángeles, y escucha sus himnos.

El incrédulo vive y vaga en la oscuridad. No puede encontrar el camino que le conduce a Belén, allí donde brilla la estrella, la luz increada de la verdad eterna. Infieles, descubríos ante el misterio del pesebre, deponed las armas de vuestro egoísmo. Otras municiones hacen falta para sentir el misterio. Tomad con vosotros la humildad de los pastores de las montañas, la fe de los reyes magos, la inocencia de los niños sacrificados y entonces encontraréis el camino, encontraréis a Cristo Dios, y confesaréis que en Belén de Judea, hace dos mil años, se hizo el mayor milagro que se ha escrito en las páginas de la historia, como el acontecimiento más importante desde que el mundo fue creado. Cuál es el acontecimiento: el que “ha nacido el nuevo Niño, el Dios de antes de los siglos” (contakion)… Mega el misterio!!!

…Y mientras los filósofos como simples espectadores observaban el drama del hombre que rodaba bajando a la declive moral, de repente, una estrella original ilumina el mundo, legiones de ángeles vuelan por encima de Belén, la música divina resuena, y se escucha el canto: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!» (Lc 2,14).

¿Qué ocurre? Mega misterio se está desarrollando. El Dios compadeció la creatura hecha de sus manos, escuchó sus gemidos, vio los estragos de su declive ético y decidió sanar y salvar al hombre. ¡Ὤ ho, el milagro de los milagros! Declina los cielos y baja. Se encarna por las sangres de la santísima Hija. Se hace hombre sin dejar de ser Dios para convertir y hacer dios al hombre. Con toda la economía de la encarnación, el encarnado Logos (increado) de Dios rectifica el caído rostro de la personalidad humana, restaura la estatua empsiquizada o vivificada, restablece la creatura a su belleza inicial y aún superior. Además, la enseñanza que predicará el Niño de Belén, los milagros que hará y sobre todo con su apreciada sangre que pintará la colina del Gólgota y la gloriosa resurrección que vencerá la muerte, todo esto redimirá, sanará, salvará y deificará o glorificará al hombre. Y solamente los que permanecerán lejos de él le negarán, le crucificarán y ellos se perderán.

La vida del hombre, queridos míos, es un drama grande. Lejos de Cristo Dios nuestra vida se convierte en tragedia o comedia. Millones de millones afirman esta verdad. Sólo por Cristo Dios viene la solución de nuestro drama.

¡Cristianos! No vaguéis lejos, no busquen otras luces que son creadas. Dirigíos hacia la estrella de Belén. Esta estrella trae paz, agapi, justicia y verdad. Tarde o temprano todos entenderemos que el hombre sólo por Cristo se ennoblece, se adorna éticamente, se hace una estatua empsiquizada-vivificada en personalidad ética. Sólo por Jesús el hombre regresa a la divina bienaventuranza, felicidad de la que había caído y llega al “como semejanza” de Cristo Dios (Gen 1,26), se hace pequeño dios, dios por la jaris (gracia, energía increada).

Alabemos y psalmodeemos pues, con gozo al Niño Cristo Dios que nació y bajó a la tierra para todos los pueblos.

Todo es cuestión de fe. El que no cree en Cristo Dios y en la eternidad, éste puede seguir haciéndose rico de maneras legales e ilegales. Pero el que cree en Cristo Dios, en la eternidad y en el interés eterno, éste sí es rico, reparte sus riquezas a los pobres, une todas sus energías, la lógica-mental, la emocional-sentimental y la de su voluntad en una energía de la fe y sigue a Cristo Dios.

Los que creemos pidamos de Dios sobre todo para los infieles fe y para los fieles aumento de la fe.

Obispo Agustín, publicado el 25-12-1943, en el periódico “Agapi” de la ciudad Kozani.

Traducctor: χΧ.jJ

 

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