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Abr 08 2021

El recuerdo-memoria de la muerte

El recuerdo-memoria de la muerte

Yérontas Georgios Kapsanis, exhigúmeno del monasterio San Gregorio del Monte Athos († 2014)

El recuerdo-memoria de la muerte nos ayuda a vencer al antiguo hombre porque trae humildad en  nuestra psique-alma.

Cuando olvidamos la muerte, tenemos la falsa ilusión y autoengaño de que somos eternos en la tierra y esto aumenta nuestra arrogancia, nuestra codicia, nuestro culto al cuerpo, a la carne y nuestra disposición a explotar y aprovecharnos de otras personas.
El recuerdo-memoria de la muerte nos da un sentido de nuestros límites en la tierra y la importancia de nuestras praxis- acciones, nuestros dichos, conceptos y pensamientos sobre la eternidad y la vida después de la muerte. (ver https://www.logosortodoxo.com/?s=la+vida+despu%C3%A9s+de+la+muerte)
Así nos ayuda a tomarnos en serio la vida presente, bajo la luz de la eternidad y a no derrochar insaciablemente y en vano nuestra vida terrenal, de manera temeraria, imprudente y superficial, ignorando las consecuencias.

Es por eso que el antiguo sabio griego Sócrates dijo que “los filósofos correctos estudian la muerte o cómo morir, y es cierto que la muerte es terrible para el hombre» (Platón en Fedón, 67e). San Juan Crisóstomo nos aconseja visitar a los cementerios con frecuencia para filosofar y meditar sobre la vanidad de las cosas humanas.

Todos sabemos que después de una visita a un cementerio somos más humildes, más compasivos, menos apegados a la materia, más abiertos a Dios y al hombre.
El recuerdo-memoria de la muerte, sobre lo que han escrito mucho San Juan de Klimakos-de la Escalera y otros Santos Padres, no tiene nada que ver con ninguna condición enferma, melancólica y neurótica. Tal cosa no es beneficiosa para la psique-alma, porque trae desesperación y debe ser superada con la ayuda del guía espiritual (y la Resurrección de Cristo y la resurrección de los cuerpos muertos).
El recuerdo de la muerte según Dios es un estado carismático y espiritual que trae humildad, paz y alegría en la psique-alma. Es un regalo de Dios y debemos pedirlo a Dios.

¿Cómo se logra la memoria-recuerdo de Dios?
Cuanto más el hombre trasciende la vida egocéntrica y ama a Dios, tanto más piensa en Dios.
El hombre piensa en lo que le preocupa y en lo que ama. El Señor también dijo: “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
El estudio del Logos de Dios en la Santa Escritura y en los Padres de la Iglesia, nuestra relación y comunión con personas espirituales que aman a Dios, la oración ferviente, la asistencia regular a los Cultos Sagrados, en la Divina Liturgia y nuestra participación frecuente y digna en la Divina Comunión/Eucaristía aumentan en nosotros la agapi-amor de Dios y, por tanto, la memoria-recuerdo de Dios.
San Gregorio el Teólogo nos aconseja: «Tened memoria de Dios más que la respiración”. Es decir, pensar y recordar más a menudo a Dios, más que respirar.
El recuerdo constante de Dios trae en la psique-alma una profunda paz y alegría, incluso en las situaciones más difíciles de la vida.

Yérontas Georgios Kapsanis, exhigúmeno del monasterio San Gregorio del Monte Athos († 2014)

Traducido por Χρῆστος Χρυσούλας Jristos Jrisulas

(Por mí el traductor y mi propia experiencia. La memoria de la muerte me trae la memoria de Dios, de la resurrección de Cristo y así queda vencida la muerte aquí y ahora, este es el propósito de la Iglesia Ortodoxa: vencer la muerte, y así se vence el falso miedo a la muerte que ahora en la época del coronavirus los estamentos e instrumentos demoníacos nos repiten hasta la saciedad para asustarnos y aterrorizarnos. A mí personalmente el recuerdo a mi muerte me trae libertad y alegría aquí y ahora…Jaris para todos).

Ver también 40 Capítulos – San Filotheo Sinaita Filocalía Tomo III

6. La primera puerta que introduce a la Jerusalén espiritual, es decir, a la atención del nus, es la gnosis de silenciar cuidadosamente la boca, aunque el nus aún no haya alcanzado la hisijía serenidad y paz. Segunda puerta es la continencia y abstinencia medida en las comidas y bebidas. La tercera es la memoria-recuerdo incesante de la muerte que purga, depura y limpia al nus y al cuerpo. Yo cuando contemplé la belleza de ella (la muerte) no con los ojos sino con el espíritu, he quedado herido de su gozo y deleite y quise tomarla como esposa para toda la vida, porque me enamoré de su belleza, su elegancia, su nobleza y su dignidad. He visto cuánto humilde es y que está plena de χαρμολύπη jarmolipi pena-alegre o alegre-pena, pensativa, llena de temor por el justo juicio futuro y cómo por el temor divino rechaza las preocupaciones y placeres pasajeros de esta vida. Además, hace brotar de los ojos sensibles agua vivificante y sanadora; y de los ojos espirituales de la psique, o sea, del nus, surge una fuente de conceptos de mucha sabiduría que emana y brota, deleita y regocija la diania (mente, intelecto o cerebro). A ella pues, como dije, a la hija de Adán, me refiero a la memoria de la muerte, estaba sediento siempre de tenerla como esposa y con ella dormir, hablar y discutir sobre qué puede suceder después que el cuerpo sea depuesto. Pero no con frecuencia no me lo permitió el repugnante olvido, el tenebroso hijo del diablo… continúa aquí… https://www.logosortodoxo.com/filocalia/40-capitulos-san-filotheo-sinaita-filocalia-tomo-iii/

De nuestro léxico teológico, si no lo tiene me lo pide:

ALFAωMEGA GRAN LÉXICO ORTODOXO HELÉNICO-ESPAÑOL

ΑΛΦΑωΜΕΓΑ: Mνήμη θανάτου (mnimi zanatu) memoria, recuerdo de la muerte y Μνήμη Θεοῦ (mnimi Zeú)  memoria de Dios

  1. Mνήμη θανάτου (mnimi zanatu) memoria, recuerdo de la muerte.

En la vida espiritual ortodoxa no es solamente el recuerdo que un día vendrá el final de nuestra existencia biológica, sino principalmente el sentido de mortandad, “de las prendas de piel” (Gén 3.21” que vistió el hombre después de su caída, combinado de alegría y aflicción, pena o tristeza, es energetizada activada por la divina energía increada Jaris y nos infunde disposición para la metania. No crea conflictos en la psique sino todo lo contrario, trae serenidad en el nus, paz en la psique y esperanza en el Dios. A este sentimiento, los Helenos lo llamamos jarmolipi (alegre-pena). El recuerdo de la muerte, conecta con el luto según Dios, que es un sentimiento auténtico y aflicción o pena-alegre. San Nicodemo el Aghiorita: “Sepas bien que mientras te recuerdas de la muerte no puedes pecar. Pero inmediatamente que olvides esto, caes al pecado. Porque nuestros progenitores, mientras tenían la memoria de la muerte en su cerebro, guardaban el mandamiento de Dios. Pero desde el momento que el diablo sacó del nus de ellos la memoria de la muerte, les engañó haciéndoles transgredir el mandamiento de Dios y fueron expulsados del paraíso y de su disfrute.

San Juan el Clímaco dice: “igual yo definiría que la absoluta conciencia de la muerte es “in-miedo” (sin temor, sin miedo), porque nos libera de cualquier otro miedo. Las lágrimas de la muerte generan el sin miedo y así se pone en relieve la alegría. Cuando termina la alegría, que no termina nunca, proyecta la flor del bendito amor”.

San Filoteo el Sinaita en la Filocalía pag.15 c.6 escribe: La primera puerta que introduce en la Jerusalén espiritual, es decir, en la vigilancia del nus es callar la boca por propia voluntad y conocimiento, aunque el nus aún no esté sereno. La segunda puerta es la contención, autodominio de las comidas y bebidas. La tercera es la memoria incesante de la muerte que purifica, depura y limpia al nus y el cuerpo. Cuando contemplé la belleza de ella no con los ojos sino con el espíritu, he quedado herido de su gozo, deleite y quise tomarla como esposa para toda la vida, porque me enamoré de su belleza, su elegancia y su decencia. He visto cuánto humilde es y que está plena de pena-alegre, pensativa, llena de temor por el futuro juicio y cómo teme los cuidados de la vida. Más, por los ojos de su boca gotea agua vivificadora y sanadora; y de los ojos del nus surge una fuente de conceptos de mucha sabiduría que emana y brota, deleita y regocija la diania (mente, intelecto). A ella pues, como dije, a la hija de Adán, me refiero a la memoria de la muerte, estaba sediento siempre de tenerla como esposa y con ella dormir, hablar y discutir sobre qué puede pasar después de deponer el cuerpo. Pero no, me ha dejado muchas veces el tenebroso hijo del diablo el repugnante olvido”. (Filocalía)

Eusebio Vitis: “Ten interiormente memoria incesante de la muerte. La memoria de la muerte ayuda no sólo tener sentido de nuestra pequeñez y transitoriedad, sino también para la lucha contra el enemigo, porque refuerza nuestra conducta humilde, y destruye y anula el orgullo, nuestro mayor enemigo. “Buen y útil pedagogo de la psique y del cuerpo es tener en el nus la continua memoria del recuerdo de la muerte. Con la memoria de la muerte uno consigue poner de lado las preocupaciones y todas las vanidades, por lo que nace en nuestro interior la guardia, vigilancia y protección del nus. La memoria a la muerte contiene en su interior muchas virtudes, es una fuente de continua disponibilidad y prontitud del espíritu a la lucha, junto con la nipsis y el discernimiento.”

  1. Μνήμη Θεοῦ (mnimi Zeú) memoria de Dios.

No significa simplemente memoria de Dios, sino el estado aquel que el hombre se encuentre en tal situación y recolección de modo que tenga toda su atención girada a Dios. Perpetuo recuerdo del nombre de Dios, que no se hace simplemente con la lógica sino con el nus sanado, limpio y purificado. El recuerdo de Dios, que se consigue y también se expresa por la oración noerá o del corazón o de Jesús, es el arma más fuerte contra los demonios y los pazos.

Filocalía: “El dulcísimo recuerdo de Dios, o sea, de Χριστός (Jristós) Cristo, tiene la fuerza de disolver todos los autoengaños y falsedades de los loyismí, (conceptos, nociones, pensamientos, logos, fantasías, imágenes tenebrosas)”… san Filoteo el Sinaita.

San Diádoco de Fótica en la Filocalía nos dice: “Debemos con el cuidado de la memoria de Dios, descuidar la costumbre y el apego al mal. Porque es más fuerte la naturaleza del bien que el apego al mal. Eso porque lo bueno es, existe, en cambio el mal no es, no existe sino sólo cuando lo creamos y lo hacemos”.

1 comentario

  1. Gianluca

    Gracias por estas traducciones que nos traen la sabiduria de los Padres!

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