LA TEOLOGIA DE SAN GREGORIO PALAMÁS Y EL TOMISMO
(Por Joost van Rossum, Profesor del Ortodoxo Instituto de Teología de San Sergio, Paris.)
Desde una perspectiva claramente histórica se puede decir que la disputa entre san Gregorio Palamás y Barlaam aún no había tomado las dimensiones de un conflicto entre teología “oriental” y “occidental”. La calificación de Barlaam de parte de Juan Meyendorf como “nominalista” se ha hecho objeto de muchas posiciones tanto de parte de estudiosos ortodoxos como de parte heterodoxos. A pesar de esto conocemos que Barlaam quien su origen era de Calabria, sur de Italia, había escrito dos libros con el título “Contra Tomás”2. Podemos suponer que había leído en latín algunas obras de Tomás el Aquino. “Pero a pesar de esto, conocía tal vez él mismo otras obras teológicas latinas, como por ejemplo las obras de William of Ockham, el representante del “nominalismo”. Tenemos que aceptar que no conocemos si el pensamiento de Barlaam fue influenciado por el escolasticismo occidental. En otro punto de su conocido estudio sobre san Gregorio Palamás, el padre Meyendorf manifiesta con especial atención que “sobre el presente no disponemos los testimonios indispensables que nos permitirían a investigar alguna influencia directa de William of Ockham a Barlaam, pero sin duda los dos crecieron al mismo ambiente espiritual3. Uno podía decir, por lo menos que Barlaam representa una tendencia de la teología Bizantina que se llama por regla general “humanismo”, es decir, la tesis espiritual que muestra preferencia a los antiguos filósofos Helenos, como Platón y Aristóteles. Hablando generalmente, la disputa entre san Gregorio Palamás y sus adversarios, refleja una tensión dentro de la teología Bizantina, la cual preexistía por muchos siglos: por un lado la tradición ascética-mística con su énfasis en la viva y vivida experiencia de Dios, y por otro la tradición humanística con su tendencia racionalista. Durante el 11º siglo estas dos tradiciones distintas están representadas por san Simeón el Nuevo Teólogo e Ioanis Mavrópoda correspondientemente, tal como apunta J. M. Hyssey4. He utilizado la frase “generalmente hablando”, porque san Gregorio Palamás aunque especialmente crítico frente a los filósofos Helenos, el mismo reconocía que tenían algún valor y paralelamente el mismo no era un desconocedor de la filosofía helénica5 (Tanto la conocía que desde joven fue considerado un genio, cuando a los dieciséis años le presentaron al Rey quedó tan deslumbrado del joven Gregorio y exclamó diciendo: si Aristóteles estuviera aquí alucinaría, se quedaría asombrado delante de este joven). Por otro lado, Barlaam atacó especialmente al racionalismo del sistema teológico de Tomás y la utilización de los silogismos particulares de éste.
En principio la discusión entre san Gregorio Palamás y Barlaam se centró en el tema de la gnosis de Dios. A pesar de que Barlaam se consideraba por sí mismo como adversario de Tomás el Aquino, su aproximación racionalista al problema de la gnosis de Dios se parece mucho con aquella de Tomás. Para los dos teólogos la gnosis de Dios es siempre una gnosis-conocimiento “intelectual”: la iluminación del nus humano no se diferencia esencialmente de la reflexión filosófica7. (Comentarios de Barlaam referente a los filósofos helenos, los cuales según él se habían “iluminado” de Dios: Barlaam el Calabro, Epítole Greche, ed. G.Schiró, Palermo 1954, pág 290,etc. Palamás acusa a Barlaam de que interpreta las obras de san Dionisio el Areopagita en relación con la gnosis de Dios de forma intelectual, malinterpreta y omite la “gnosis que está más allá el nus”, “la gnosis hipernus” (Triadas II,3,68). Y Tomás en su escrito sobre los Nombres Divinos del Dionisio, permanece dentro de las fronteras y límites de la “reflexión o meditación filosófica”. (Jurgen Kuhlman, Di Taten des einfagen Gottes, Würzburg, pág 14.)
Una otra muestra del parentesco de Barlaam con el pensamiento de la teología occidental es su giro al papismo romanocatólico después de su condena de parte de la Iglesia Ortodoxa. También vemos que desde la mitad del siglo 14ª, cuando ya las obras de Tomás se hicieron conocidas en Bizancio mediante traducciones en griego por los hermanos Dimitrio y Prójoro Kidonis, la mayoría de los adversarios de la teología de Palamás se convirtieron en tomistas y católico-romano-papistas.
A pesar de todo esto, se tiene que apuntar que la referente, como segunda fase de disputas hisijastas, cuando ya la teología de Palamás se había aceptado como enseñanza de la Iglesia Ortodoxa, no se puede considerar como una disputa entre los “tomistas” y los “Palámicos”. Por ejemplo, Ioanis Kiparisiotis (según un investigador,) “que es el adversario importante que jamás ha conocido la teología de Palamás”8 no era tomista. Lo más digno de mencionar es lo siguiente: Habían teólogos palámicos quienes eran grandes admiradores de la teología de Tomás el Aquino, como por ejemplo Nilos Kabásilas, el sucesor de san Gregorio Palamás al trono de obispo de Thesalónica y especialmente Genadios Skolarios el primer Patriarca después de la toma de la Polis (Kastantinopolis). El alumno de Nilos, Dimitrio Kidonis escribe que su maestro “admiraba mucho los libros de Tomás”9. Genadios sobre todo escribe las siguientes cosas:
¡Ojalá! Que no hubieses nacido en Occidente querido Tomás, donde por obligación tenías que defender los errores de la Iglesia de allí, entre tantos, aquellos que tocan la procedencia del Espíritu y el discernimiento entre divina Esencia y Energía increada. Porque podías ser inagotable en tus escritos teológicos tal como eres ahora en estos escritos éticos10.
A pesar de su admiración hacia Tomás, Genadios se distinguió, después de la muerte de su maestro Marcos de Efeso el Amable, representante de aquellos que resistieron a la unión del Sínodo de Florencia.
Tal como vemos en las frases que hemos expuesto, Genadios admite casi todo lo que enseña Tomás, excepto el dogma del filioque y la parte que niega el discernimiento entre divina Esencia y Energías increadas. A pesar de todo eso, Genadios en su nota donde describió la obra de Tomás “De Ente et Essentia”, escribe que la diferencia entre la teología de san Gregorio Palamás y aquella de Tomás no es tan grande como habían dejado de entender los “seguidores de Palamás y del Akindinos”. Porque Tomás no sólo enseña un discernimiento noético o nominativo (por invención intelectual, idea) entre la divina Esencia y Energía de Dios, sino que habla sobre un discernimiento que es más fino de un discernimiento “real”11. Genadios tenía razón cuando decía que Tomás no era nominalista. Los divinos atributos o cualidades no son simplemente nombres según Tomás. En su memoria en las Sententiae de Pedro el Lombardo, Tomás escribe que los divinos atributos como “sabiduría” y “bondad” constituyen plena y real unión en Dios, pero que se disciernen de acuerdo con sus logos (ratione). El término ratio en este caso no significa idea-concepción sino más bien intención, fin o propósito. Tomás dice que la ratio (razón) de un ser existe al ser de por sí mismo, independiente de la concepción, percepción del nus humano12. Quizá uno podría en este caso hacer una comparación con la enseñanza de san Máximo el Confesor sobre los divinos logos… Tomás el Aquino escribe que las rationes o los divinos atributos no existen sólo en el nus humano (non sunt tantum in intellectu), sino que tienen su raíz o cimiento principalmente en aquella realidad que es el mismo Dios (quia habent proximum fundamentum re quae Deus est)13.
A causa de esto Tomás tenía que dar una respuesta al axioma teológico sobre la “simplicidad” de Dios, es decir, la ausencia de cualquier “composición” en Dios. En este intento suyo afrontó el mismo problema teológico que afrontaría posteriormente también san Gregorio Palamás. Según san Gregorio Palamás, las divinas Energías existen en la súper -trascendental Esencia de Dios “de modo único e uniforme o simple”14. Tomás escribe sobre todo que la multiplicidad de las rationes se debe al hecho que Dios supera nuestra diania (mente, intelecto) (superat intellctum nostrum). En Dios no existe ningún tipo de multiplicidad, sino sólo la plenitud de la perfección, la cual supera toda concepción nuestra de nuestro nus (superat unmquamque concepcionem). Se debe de apuntar en este caso, Tomás dice que la multiplicidad de las rationes no existe sólo al nus sino que corresponde a la realidad del mismo Dios15. Los dos teólogos confirman que la multiplicidad de los atributos de Dios no anula “la simplicidad” de Dios y paralelamente se distancian de cada explicación racional del dicho misterio. En estos contextos la aproximación teológica de ellos podría calificarse como “apofática”.
A pesar de todo esto Tomás y Palamás, el tema de la súper-transcendencia de Dios, lo tocan de forma distinta. Tomás dice que Dios por Sí Mismo es plenamente conocido (quantum omni permixtione potentiae), porque es actus purus y como tal no tiene nada en estado y en potencia equivocada, (absque omni permixtione potentiae). A pesar de eso, una plena gnosis de Dios permanece imposible, porque el Ser de Dios es infinito y ninguna criatura puede conocerLe “de manera infinita”16. Palamás, también apunta que la Esencia de Dios es “desconocida”. A pesar de todo eso (y aquí la gran diferencia con Tomás) basa esta súper-transcendencia de Dios a la experiencia del hombre en relación con Dios y no simplemente en la noesis (compresión) de los límites humanos. Según Palamás la experiencia de Dios supone la experiencia de Su súper-transcendencia. Aquellos que son dignos de esta zeoría/contemplación, expectación o visión de Dios “padecen, sufren y viven de una manera una reducción”17. Palamás discierne claramente entre la teología apofática como método intelectual y dicha experiencia de la súper-transcendencia de Dios. El último tipo de gnosis, conocimiento a Dios es superior del primero. Se ve que para san Gregorio Palamás la súper-transcendencia de Dios no es simplemente un resultado de las limitaciones humanas, tal como dijo Tomás, sino que se nos apocalipta/revela por el mismo Dios. Dios “sale, se extiende de Sí Mismo” y se une con nuestro nus mediante una praxis de condescendencia. Entonces, Dios con Su libre voluntad y Su agapi, deja hacia nosotros Su súper-transcendencia. Pero no deja de ser transcendental. Hablando la lengua de san Dionisio el Areopagita, Palamás utiliza la icona/imagen del divino gnofos (Luz que transciende toda luz y desconocimiento de su esencia): “dentro en aquel supra-luminoso gnofos” que según san Dionisio se dan las divinas realidades a los santos19. En la experiencia de este “gnofos” el mismo Dios está presente. Se trata de atributo o de Su Energía increada. San Gregorio Palamás no diría nunca como Tomás, que “de por Sí Mismo o de Su Usía-Esencia es plenamente conocido”. Esto no significa según Palamás que Dios no se conoce a Sí Mismo. Lo “conocido” y lo “desconocido” de Dios significa gnosis y agnosía (desconocimiento) de Dios en relación con nosotros, los seres humanos. Todos los atributos o propiedades de Dios manifiestan algo sobre Dios al grado que quiere revelarse/apocaliptarse y no algo sobre Dios “por Sí Mismo”. La agnosía-desconocimiento también constituye un atributo o propiedad de Dios mediante la cual se revela/apocalipta y está plenamente presente. Lo mismo ocurre también sobre todos los nombres que le adjudicamos como, vida, luz, “oscuridad”, bondad, simplicidad etc.
Por consiguiente, verificamos en este caso dos aproximaciones distintas a lo referente la transcendencia de Dios. En la teología de san Gregorio Palamás el punto de movimiento es el mismo Dios, en cambio Tomás empieza por el ser humano y sus límites. Además, observamos un acercamiento distinto a lo referente la enseñanza sobre Dios. San Gregorio Palamás no reduce el Ser de Dios simplemente a Su Esencia, en cambio, según Tomás, todas las cosas que se pueden decir sobre Dios son referidas a Su Esencia: “El Ser de Dios es Su Esencia” “Ipsum igitur esse Dei est sua essentia)20. La idea de Dios de Tomás se podría calificar como una “teología sobre la esencia”, en cambio la de san Gregorio Palamás se podría llamar, según las palabras de Meyerdof, “teología existencial, ontológica21. Meyerdof ha sido criticado por la utilización de esta expresión, porque la teología de san Gregorio no tiene nada en común con las contemporáneas ideas del “existencialismo” cristiano22. ¿Pero existe algún término mejor, para declarar la diferencia entre la “concepción” percepción viva de Dios de parte de san Gregorio Palamás y la comprensión “sustancial, esenciativa” de Dios de parte de Tomás? Sin duda la idea de Tomás sobre Dios no es estática: Dios es actus purus. A pesar de eso, por parte de Tomás la referencia del Ser de Dios simplemente a Su Usía-Esencia conduce a problemas en relación con el dogma de la creación. Según Tomás el cosmos se ha creado de la esencia de Dios: Essentia creat et gubernat23. A causa de esto era un problema para él demostrar que la creación no constituía praxis “necesaria”, sino praxis de la libre voluntad de Dios. No pudo resolver este problema tal como sostienen muchos de sus estudiosos24. Realmente sólo la enseñanza de san Gregorio Palamás o mejor dicho la enseñanza patrística sobre discernimiento en Dios entre Esencia y voluntad o Energías increada, puede dar solución a este dilema, un discernimiento que realmente pertenece al misterio de Dios y no se puede explicar de forma racional.
Estas diferencias a lo referente de la enseñanza sobre Dios conectan estrechamente con la teología de la “χάρις jaris o gracia increada” en los dos teólogos. San Gregorio Palamás recalca la totalidad de la unión del hombre con Dios. Dios está plenamente presente por Sus Energías increadas. A pesar de que Dios permanece súper-trascendental por Su Esencia, la unión del hombre con Dios es total, entera. A causa de esto Palamás no evitó hablar sobre la zéosis de la manera más realista. Por lo tanto está capacitado de decir que el hombre se puede convertir y hacer “increado por la jaris”26. Pero esto no supone que el hombre se puede identificar con Dios o hacerse “uno sobre la esencia” con Él. En este caso dice san Gregorio Palamás se haría miriohipóstatos (miríadas de hipostasis, bases subsistenciales)27. Dios y el hombre permanecen siempre discernidos el uno con el otro a causa de lo super-transcendente de la Esencia de Dios, pero el hombre participa plenamente a la divina Vida de la Santa Trinidad. Esto es lo paradójico de la enseñanza patrística sobre la salvación, la cual constituye la base y el contenido de la teología de san Gregorio Palamás: Dios es a la vez conocido y desconocido o “partícipe y no partícipe. Accesible e inaccesible”28. La expresión «increado por la jaris», ciertamente es ajena e inexistente al pensamiento de Tomás el Aquino. Porque su propia concepción de la esencia de Dios conduciría obligatoriamente a la conclusión que el hombre que es “increado” por la jaris se ha identificado con la Esencia de Dios. Según Tomás, la χάρις jaris es una donación creada de Dios a la psique humana, un “atributo, cualidad, propiedad o forma” creada (habitus cratus), mediante el cual se une el hombre con Dios. Tomás quiere separar claramente lo divino y lo humano. Es digno de apuntar que raramente utiliza el verbo unire cuando se refiere a la relación del hombre con Dios, y prefiere el término conjungere3 (contraer, conectar). Las donaciones de la χάρις jaris increada a pesar de que a menudo se llaman sobrenaturales, son los resultados creados de la presencia de Dios en la psique31. Ellas se añaden a la naturaleza humana de manera que no la anulan sino que la hacen perfecta32. Al contrario según san Gregorio Palamás, la χάρις jaris increada es el mismo Dios, es decir, la divina Vida o Energía. El término zéosis significa metamorfosis o más bien transformación de la naturaleza humana entera dentro de la divina e increada Vida: el hombre en su totalidad incluido el cuerpo se convierte en Espíritu33. Al lugar de Gratia non tollit naturam, sed perfecit eam, Palamás diría Gratia tollit naturam, sed transfiguram eam.
De este estudio comparativo de la teología de san Gregorio Palamás y del Tomismo, que no está agotado, se puede hacer la siguiente conclusión34:
1) Tomás identifica el Ser de Dios con Su Esencia, en cambio san Gregorio Palamás alude el Ser de Dios simplemente a Su Esencia. Palamás enseña el discernimiento pragmático, real entre la Esencia de Dios y Su Ser o Energías increadas, sin negar Su “simplicidad”.
2) Tomás no era nominalista. Los divinos atributos o propiedades no son para él nombres, sino que arraigan al Ser de Dios. A causa de esto la “simplicidad” de Dios pone también un problema para Tomás.
3) Las dos teologías se pueden llamar apofáticas al grado que recalcan los límites del hombre en lo referente a la gnosis/conocimiento de Dios.
4) La aproximación de Tomás a lo referente a la gnosis de Dios se puede llamar dual y racionalista (la gnosis de Dios concierne el nus y la psique)35, (Tomás considera el cuerpo humano como impedimento para la gnosis de Dios.). En cambio la de san Gregorio Palamás se puede calificar como místico-ascética. (La verdadera y plena gnosis de Dios concierne la zéosis del hombre entero, incluido su cuerpo).
5) Existe aproximación distinta sobre la transcendencia de Dios. El pensamiento de Tomás está caracterizado del reconocimiento de los límites humanos, en cambio Palamás empieza de una experiencia directa de la divina transcendencia, la cual es revelada/apocaliptada al hombre por el mismo Dios.
6) A lo concerniente a la enseñanza sobre la Χάρις Jaris (gracia energía increada), comprobamos que san Gregorio Palamás recalca la unión directa del hombre con Dios, que significa que la naturaleza humana se transforma en su integridad, en cambio Tomás separa severamente a Dios de los hombres, lo “natural” de lo “sobrenatural”. Amén.
Por Joost van Rossum, Profesor del Ortodoxo Instituto de Teología de San Sergio, Paris.
SUMARIOS DE LOS CONGRESOS INTERNACIONALES DE ATENAS Y LEMASOL DE CHIPRE
Traducido por Χρῆστος Χρυσούλας (Jristos Jrisulas) www.logosortodoxo.com, heleno-griego nativo, instruido en la Santa Parádosi-Tradición y en la lengua (katharévousa) del Nuevo Testamento la que actualmente se habla en el pueblo fiel heleno-ortodoxo.