«

»

Dic 10 2021

LA IMPORTANCIA DE SAN GREGORIO PALAMÁS PARA OCCIDENTE ACTUAL

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

LA IMPORTANCIA DE SAN GREGORIO PALAMÁS PARA OCCIDENTE ACTUAL

(Por Kalistos Ware, Obispo de Dioklia)

 

Durante la víspera del sábado de la segunda semana del Gran Cuaresma, nosotros los Ortodoxos alabamos y festejamos a san Gregorio Palamás como “la gran alegría de la Οικουμενη Icumeni toda tierra habitada (o del mundo)… la estrella y el alumbrador de toda la creación”1. El Obispo de Tesalónica se honra por la Iglesia porque dispone de significado e importancia católica y ecuménica (en el sentido correcto helénico de estas palabras, no confundir con el sentido que da occidente y el papismo). El valor y la influencia de su enseñanza no se limitan sólo en la Santa Montaña de Athos, en la ciudad de Tesalónica y en Oriente Cristiano, sino que debemos de considerarle como teólogo de toda la Iglesia, como maestro ecuménico según la tradición de los Tres Grandes Jerarcas (San Gregorio el Teólogo, San Basilio el Magno y san Juan el Crisóstomo).

Pero, por otro lado, su educación y su diaconía (servicio) eclesial es concretamente un representante del Cristianismo Oriental. Nunca viajó o estudió en Occidente, y por lo que sabemos no conocía la lengua Latina. A pesar de que se encontró con teólogos Occidentales durante su permanencia en Konstantinópolis. Parece que no sólo había leído, sino que en sus escritos utilizó de las obras de san Agustín“sobre la Santa Trinidad”, el cual habría estudiado por la traducción del Máximo Plamudis, pero no tenía algún contacto y conocimiento especial de la teología escolástica Occidental.

La disputa entre san Gregorio Palamás y Barlaam el Calabrés no se tiene que considerar como una contrariedad entre Oriente Helénica y Occidente Latina, sino más bien un desarrollo dentro del pensamiento Ortodoxo Oriental, como un choque que empezó básicamente de dos distintas interpretaciones de las escrituras Areopagíticas (de san Dionisio el Areopagita), una como filosófica (de Barlaam) y la otra por experiencia mística (san Gregorio Palamás.) San Gregorio no formuló su enseñanza teológica como resultado de un diálogo con el “Tomismo” o del Nominalismo, sino estrictamente con la base de la tradición patrística vivida y experimentada que había aprendido como monje Aghiorita o Athonita.

¿Si san Gregorio Obispo de Tesalónica era descendiente de la vida y cultura religiosa Bizantina o mejor dicho del Imperio Romano, si esto es verdad, de qué manera se puede considerar como un Teólogo ecuménico? ¿Cuál es el significado y la importancia hoy para Occidente?

Este significado e importancia se pueden resumir en tres palabras: Misterio, participación y metamorfosis.

 

I Misterio

El mundo occidental durante los últimos siglos ha vivido bajo la tiranía de un desbordante racionalismo exagerado, y precisamente nosotros los Ortodoxos, durante la época de nuestro “cautiverio Babilónico” (utilizo la frase del inolvidable Floroski) hemos vivido también bajo la influencia del mismo racionalismo. En este Occidente racionalista, – también existe una tradición mística Occidental- San Gregorio Palamás proclama la manera o modo que muchos Occidentales encontraron inesperado y fascinante, de que el Dios es misterio que supera todo concepto y reflexión, cualquier entendimiento y conquista. Utilizando ideas que en último caso provienen de Parmenides de Platón,2 (Platón, Parménides 141e-142a), escribe enfática e implacablemente: «Toda naturaleza o fisis es ajena a la naturaleza divina. Porque si Dios es fisis (naturaleza), lo demás no es naturaleza. Si cada uno es fisis entonces el Dios no es fisis…ninguno de los creados tiene comunión o aproximación con la fisis o naturaleza superior».3

De manera característica Areopagítica, san Gregorio Palamás habla sobre Dios como “una supremacía captada sobre-eminentemente”. El Dios es “la supra-esencia anónima… y superónima o supra-nominable”4.

No es solamente el Ων (on, ser o existencia) real, sino supra-Dios y supraesencial4. Pero esta supra-esencialidad no se debe de asimilar como en un género de esencia in sui generis, porque Dios trasciende los límites de esta misma supra-esencialidad, tal como escribe san Gregorio Palamás, “… de esta misma supra-esencialidad auto-supra-esencialmente es infinitamente superior”6.

Pero este énfasis al acercamiento apofático (afirmación negativa, sí lo que no es) del Dios, no es fácilmente aceptado de todos los teólogos Occidentales. Algunos ven aquí el peligro del oscurantismo, insensatez y engaño7. (Illtyd Trethowan, “Irrationality in teology and the palamite distinction”, Eastern Churches Review 9:12 (1977) pág. 251). Si emprendiésemos a presentar la Teología Palámica o de san Gregorio Palamás con convencimiento para un auditorio Occidental, entonces debemos de poner muy claro que según la teología apofática, correctamente entendida, el Dios es realmente superior al logos, pero no contrario del logos. Debemos de recalcar que el pensamiento de san Dionisio el Areopagita como el de san Gregorio Palamás, es que la Teología apofática (si, lo que no es) y la catafática (si, lo que es) no es contraria ni alternativa sino complementaria. Una presupone y condiciona la otra.

San Gregorio Palamás, a pesar de su respeto delante del misterio Divino, reconoce también el valor de los argumentos silogísticos. Realmente en la disputa sobre el Filioque no fue Barlaam sino san Gregorio Palamás quien sostuvo la aplicación “del silogismo demostrativo”, un esquema filosófico que proviene de Aristóteles. A pesar de que creía que el hombre tiene una dínamis potencia, fuerza y energía de percepción mística muy superior de la mente o cerebro intelectual, no negaba la importancia de la diania (cerebro, mente o intelecto) la que es un regalo de Dios y se debe de utilizar plenamente y positivamente. La crítica a la Filosofía Helénica no era unilateralmente negativa, sino cuidadosamente limitada, restringida, y que correspondía a la actitud de los Padres anteriores, por ejemplo, los Padres Capadocios, san Máximo el Confesor, Juan el Damasceno etc.

Cuando en Occidente hablamos sobre Teología Palámica, debemos de recalcar las dos partes del pensamiento dogmático de san Gregorio: el apofático (si, lo que es) y el catafático (si, lo que no es).

 

II Participación

A pesar de que el Dios verdaderamente es misterio superior a toda percepción, más allá de toda esencia y totalmente trascendental, es a la vez coexistente, omnipresente y plenitud de todo, tal y como decimos sobre el Espíritu Santo. Esto nos conduce en un segundo leitmotif de la Teología Palámica; paralelamente con el tema del misterio habla también sobre la participación. El Dios sobre su esencia es superior, más allá de cualquier participación, pero sus energías increadas penetran en todo el cosmos y vivifican todas las creaciones. Con nuestra participación en estas divinas energías (increadas) el Dios supra-trascendental se hace “más co-naciente de nuestros miembros, más cercano a nuestro corazón”, (adaptando una frase de san Nicolaos Kabásilas).9

Desarrollando este discernimiento “en unión” entre divina esencia y las divinas energías (increadas), Palamás recurre a la antinomia y a lo paradójico. Así escribe en su “Apología” sobre el Dios: “Porque es Ων ser y no Ων no ser, en todas partes y en ninguna, poliónimo/multinombre y anónimo o innominable, siempre móvil e inmóvil, y simplemente todo y nada de todo esto”11.  Dios en su relación con nosotros es a la vez transcendental y co-existente; “se entiende y no se entiende, se participa y no se participa, accesible e inaccesible”12. El panteísmo se excluye, pero se salva la divinidad en todo. Dios permanece misterio inmensurable e inagotable por su esencia increada, pero los hombres se unen con él por la χάρις jaris increada mediante las divinas energías increadas, las cuales no constituyen un intermedio entre él y nosotros, ni regalo creado que el Dios lo entrega a nosotros, sino una presencia inmediata del mismo Dios en su irreducible plenitud; «…pero como totalidad “θεοπρεπής zeoprepís (de forma, manera divina) en cada una de sus energías y acciones»13. Escribe característicamente: “El Dios, causante de todo por la supra-esencial fuerza y energía pero permaneciendo entero en sí mismo, a los que se han hecho dignos de su unión, habita en ellos totalmente y no transmite su propia naturaleza sino de su propia doxa (gloria luz increada) y esplendor”14.

Esta perseverancia a la participación inmediata del hombre a las energías increadas de Dios constituye a san Gregorio Palamás, Teólogo por excelencia de la experiencia personal. Según san Gregorio lo divino no es una idea abstracta, una hipótesis filosófica, sino aquel presente vivo, energizante u operante que encontramos “cara a Cara o persona a Persona” en nuestra experiencia. La puerta del cielo está en todas partes, y cada hombre puede descubrirla en su propio corazón. Este asunto de experiencia personal constituye exactamente el tema básico de la disputa entre Barlaam y san Gregorio Palamás. ¿Podemos nosotros los hombres tener un encuentro inmediato con el verdadero Dios “persona a Persona o cara a Cara” mediante la unión mística en esta vida presente? Barlaam contestó: No. En cambio san Gregorio Palamás dijo: Sí.

Aquí hay otro punto que, a pesar de que en Occidente actual muchos meditadores apoyan con entusiasmo la Teología Palámica de las Divinas energías (increadas) y la experiencia personal, hay algunos que son desconfiados y escépticos. Desde la época de Barlaam y de Dimitri Kidonis, san Gregorio fue acusado como maestro de diteísmo (deidad dual), reduciendo la sencillez de Dios, y estas acusaciones se repiten hasta hoy, no sólo de romanocatólicos, sino también de algunos Anglicanos y Protestantes. Además, muchos Occidentales permanecen sosteniendo que el discernimiento Palámico entre esencia y energías está privado de una base patrística anterior. Según la opinión de estos Occidentales, Palamás tergiversa y malinterpreta la enseñanza de los Capadocios y de san Máximo. Para nosotros los Ortodoxos que honramos la memoria de san Gregorio Palamás, nos queda una enorme lucha, combate y esfuerzo ilustrativo y explicativo en este punto.

 

III. Metamorfosis

Con mi segunda palabra, “participación”, se vincula estrictamente la tercera, “metamorfosis”. Las energías increadas de las que los santos participan, se revelan en ellos como luz (increada). Y esta luz se identifica con la luz (increada) que resplandeció en la persona y rostro de Cristo en el monte Tabor, la que resplandecerá de él durante la segunda parusía-presencia. Escribe san Gregorio Palamás: “Está clarísimo que la luz vista por los Apóstoles en el monte Tabor es una y la misma divina luz (increada), como también se ve ahora por las psiques (o hombres) que han hecho sus catarsis y están purificadas y también es la existencia hipostática de los futuros bienes eternos?15

Esta luz Tabórica y esjatológica la que también puede llamarse “gnofos” (luz que trasciende toda luz, es accesible y partícipe y su esencia inaccesible, no partícipe) también transforma, metamorfosea a los participantes de ella. Los participantes se convierten en luz, también sus psiques y cuerpos. La antropología de san Gregorio Palamás es holística e unida, y no acepta ninguna división entre psique y cuerpo. “…el cuerpo co-deificado con la psique” escribe san Gregorio usando una frase de san Máximo el Confesor18. De manera y forma perfecta y entera se hacen los santos de esto que contemplan. Tal como dice T. S. Eliot: “Tú eres la música al tiempo que dura la música”. Escribe san Gregorio Palamás: “El que ha percibido la divina energía increada también está alterado, convertido por la divina alteración, él es tal cual como es la luz”18. Además, esta luz increada del Tabor se transmite no sólo en los cuerpos y las psiques de los hombres sino también en toda la creación, en todas las cosas materiales, en cada árbol, piedra y fuente. La enseñanza de san Gregorio Palamás sobre la metamorfosis, transformación del hombre y de toda la creación, es de una necesidad urgente e importante para Occidente como de la Helade-Grecia actual. Vivimos en una época que busca placer corporal, carnal y hedonismo de cualquier manera posible, pero no muestra ningún respeto para el cuerpo en sí. La antropología de san Gregorio Palamás nos ofrece exactamente este antídoto que necesitamos. También vivimos en una época que se ha olvidado que la fisis, naturaleza es sagrada y que es un regalo de Dios y el medio de comunicación con Él. La Teología de san Gregorio sobre Divinas energías (increadas) y la metamorfosis universal, entrega en nuestras manos un arma dinámica contra la mundificación o secularización actual y contra la terrible contaminación del medio ambiente. San Gregorio Palamás obispo de Tesalónica es por excelencia un santo ecológico.

Misterio, participación y metamorfosis estos tres términos hacen de san Gregorio Palamás un didáscalos (maestro) ecuménico quien sobre-ilumina a toda la creación, y quien habla especialmente a Occidente.

Kalistos Ware, Obispo de Dioklia

SUMARIOS DE LOS CONGRESOS INTERNACIONALES DE ATENAS Y LEMASOL DE CHIPRE

Traducido por Χρῆστος Χρυσούλας (Jristos Jrisulas) www.logosortodoxo.com, heleno-griego nativo, instruido en la Santa Parádosi-Tradición y en la lengua (katharévusa) del Nuevo Testamento la que actualmente se habla en el pueblo fiel heleno-ortodoxo.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies