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Dic 06 2021

La experiencia mística vivida como principal condición para la interpretación teológica de la Santa Escritura según san Gregorio Palamás.

La experiencia mística vivida como principal condición para la interpretación teológica de la Santa Escritura según san Gregorio Palamás.

(Por Cristos Iconomu, profesor de la Universidad Teológica de Tesalónica).

 

El término experiencia mística vivida, aquí significa el sentido personal que tiene el hombre como miembro del cuerpo de Cristo y la relación directa con Dios dentro de la experiencia histórica de la encarnación, de la pasión y de la resurrección de Cristo.

En el congreso anterior que se ha realizado en Nicosia Chipre, hemos presentado el tema «El método iconográfico de interpretación del Evangelio»1. En el presente congreso hemos creído útil presentar un otro tema paralelo: «Experiencia mística y experiencia vivida, como base de interpretación teológica de la Santa Escritura, según san Gregorio Palamás.» Se trata de un tema que tiene que ver sobre la teología bíblica y la tradición hermenéutica (exegética, interpretativa) patrística y paralelamente es una atribución a la búsqueda de los contemporáneos, principalmente intérpretes occidentales, quienes con base a una dialéctica intelectual, racional imitan a Barlaam y a sus semejantes. Ellos, como era muy natural, chocaban con el método demostrativo del texto y la teología de la historia de la “psicoterapia” sanación y salvación que aplicaba san Gregorio Palamás, como también de la experiencia mística según la Santa Escritura. Recalca el Santo: “Pero nosotros, como verdadera opinión, no consideramos la gnosis que se encuentra con palabras y silogismos, sino aquella que se demuestra con obras y modo de vida, la cual no sólo es verdadera sino segura e inalterable.”2.

Con la presente introducción no tenemos como fin de hacer un camino único y destituir las investigaciones contemporáneas del método interpretativo de la Santa Escritura, por uno y único método de acercamiento al texto. Lo que queremos investigar son las principales condiciones teológicas que ponen los Padres de la Iglesia y especialmente san Gregorio Palamás, para la interpretación de la Santa Escritura. Se trata de una muestra de elaboración de tesis teológicas patrísticas de un intérprete y no una simple exposición de textos. Es un diálogo bíblico con la tradición hermenéutica, interpretativa patrística. Además, en este trabajo hacemos un esfuerzo para demostrar con fundamentos básicos que existe hermenéutica ortodoxa con diferencias básicas con la interpretación o hermenéutica occidental sobre el problema de la comprensión histórico-teológica de los textos bíblicos.

Con el término experiencia vivida damos a entender las “obras” y la “vida”, según Palamás, de Jesús, es decir, la experiencia de la vida, la historia y la tradición de la Iglesia y con el término ”experiencia mística” entendemos tanto la “teología” como la “θεοπτία zeoptía visión divina, o visión de la luz increada”, es decir, el logos sobre Dios, la búsqueda del mensaje sanador y salvador del evangelio para el hombre de cada época y la κοινωνία kinonía comunión y unión con Dios como objetivo del trabajo interpretativo y la meta definitiva del intérprete.

Los últimos treinta años, desde el decenio del 70 en adelante, las nuevas direcciones de la interpretativa bíblica presentan un desarrollo excelente 3. Esto se realizó por el encuentro de la ciencia Bíblica Americana con el método histórico-crítico Alemán, paralelamente con la escuela de R. Bultman y sus herdeeros4. Por eso en la presente introducción creemos justo un giro hacia nuestra tradición ortodoxa y la hermenéutica patrística para buscar algún otro método probado que pueda no sólo reivindicar un sitio a las agitaciones contemporáneas de la teología bíblica, pero también devolver las tendencias en su trayectoria real, en un acercamiento hermenéutico (interpretativo) y especulación que corresponderá al fin y al espíritu de los sagrados o santos escritores y también al espíritu del mismo evangelio. Creemos que un intérprete ortodoxo si tiene algo importante que decir y sostener al diálogo contemporáneo es la experiencia de su tradición eclesiástica. Sacrificar, venderse y alejarse de este principio, trae al intérprete ortodoxo heleno o no, en una situación peor que los científicos de las demás confesiones. Una cosa es la gnosis y la formación a las corrientes y métodos contemporáneos y otra cosa es la sumisión ciega en ellas y la dimisión de nuestros principios interpretativos o hermenéuticos, eventualmente gracias a un “progresismo”. Un diálogo con los interpretativos o hermeneutas de otras confesiones a un nivel que falten las tesis de los ortodoxos no es un diálogo de mismos niveles y condiciones. Al contrario es una conducción hacia una dirección de camino único que muestra que la vida de la Iglesia empieza apenas el siglo 19 o 20.

Como el Evangelio contiene el acontecimiento de la encarnación del Hijo y Logos de Dios y el mensaje jubiloso de la salvación por la cruz y la resurrección de Jesús Cristo, por eso la vivencia de este misterio mediante la jaris-gracia increada del Espíritu Santo crea una nueva orientación de la teología bíblica. De una búsqueda dialéctica de la teología occidental, pasamos, tal como sostiene Gregorio Palamás, al nivel de la referencia demostrativa, a la zeofania y θεοπτία zeoptía de la tradición hermenéutica ortodoxa. Para san Gregorio Palamás una cosa es hablar para Dios, la “teología” y otra cosa es encontrar a Dios y dialogar con Él, la “θεοπτία zeoptía visión divina, o visión de la luz increada”. La teología es principalmente regalo del logos, en cambio la θεοπτία zeoptía es como participación de Dios e interpretación de los misterios de la salvación, es regalo del Espíritu Santo. La primera puede ser una ocupación teórica-contemplativa de cada uno y la segunda es obra de los perfectos.

Es muy natural que la teología escolástica provocara la reducción del interés por la experiencia vivida y experiencia mística con el resultado de la desaparición del carácter carismático y profético de la teología. Pero san Gregorio Palamás se constituye un punto central de partida para la rectitud de la verdad de los términos. Utiliza los términos teología y teólogo principalmente para los grandes Padres y sus enseñanzas y considera como teólogo por excelencia a Cristo. “El único Dios y Teólogo”5. Así era muy natural que discierna la teología y la experiencia mística de Dios, es decir, la “θεοπτία zeoptía visión divina, o visión de la luz increada”. En este sentido, san Gregorio Palamás, considera la teología como ocupación intelectual o tratado silogístico del contenido de la fe, que es  inferior de la “θεοπτία zeoptía visión divina, o visión de la luz increada” pero no despreciable. “En cambio la teología dista tanto de esta θεοπτία zeoptía y se encuentra tan lejos de la relación con Dios, en cuanto dista la gnosis y la adquisición de ella. Porque decir algo sobre Dios no es lo mismo que relacionarse con Él. …Pero para adquirir a Dios en nuestro interior y relacionarnos con Él con pureza y mezclarnos con la purísima luz increada, a medida de lo posible a la naturaleza humana, es de lo más difícil; al no ser que con la catarsis por la virtud salgamos fuera o por encima de nosotros, abandonando junto con el sentido cualquier cosa que viene de las cosas sensibles, y mientras nos elevemos por encima de nuestros loyismí, nuestras διάνοιας dianias (mentes, intelectos) y la gnosis de ellos, entregarnos totalmente a la inmaterial y espiritual energía durante oración y con esta llenarnos de súper-iluminada radiación del Espíritu…6

Como es conocido, el método crítico-histórico que apareció por primera vez a mediados del siglo 18º y se proyectó primero por los Ingleses y los Franceses y a continuación por los Alemanes, en el decenio del 1980 empezó a dudarse y sobre todo de los intérpretes Alemanes, como Gerard Maier7, hablan para el final del método crítico-histórico. Así los últimos treinta años se presentan nuevas tendencias interpretativas y métodos, que creen que con un nuevo acercamiento al texto bíblico pueden producir, interpretar y transmitir correctamente el espíritu y el mensaje de las sagradas Escrituras8.

Por eso aparecen los siguientes análisis: 1) El sociológico que toca los textos desde el punto de vista social. 2) El análisis feminista que destaca el papel particular de las mujeres dentro de los textos, que intencionadamente estaba escondido de la interpretativa o hermenéutica del poder masculino. 3) El análisis retórico que quiere entender el texto mediante la lengua que utiliza el escritor. 4) El análisis narrativo que se centra al mismo texto, no para ver que dice el texto sino cómo lo dice esto que dice. 5) El método de correspondencia del lector que se interesa por la relación e interacción que se crea en el texto y al lector de hoy, es decir, qué es lo que lee el lector contemporáneo bajo las palabras del texto. 6) El método de desestructuración con una crítica meta-estructurada que busca una experiencia y reflexión de la crítica de la moderna conciencia y una conceptuación del texto9.

Nos hemos referido a las anteriores tendencias contemporáneas para indicar que la búsqueda de métodos de acercamiento, interpretación y entendimiento del texto bíblico se encuentra en el epicentro de la ciencia bíblica y está abierta a la investigación.

Cierto que san Gregorio Palamás con los criterios de la ciencia contemporánea de interpretación bíblica es posible que no se considere como intérprete de las Escrituras. No tiene para presentar notificaciones o memorias de la Santa Escritura ni tratados, elaboraciones y comentarios de textos con observaciones interpretativas, ni crítica filosófica, histórico-social, feminista u otras tendencias. Finalmente no se ve que aplique el método crítico-histórico u otro método para la interpretación de los pasajes de la Santa Escritura, que pletóricamente expone en sus obras tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Además, las sesenta y tres (63) homilías del Santo se refieren a los Evangelios de maitines, de las fiestas grandes y de las fiestas de los santos, como también de homilías de carácter constructivo10, no facilitan a los teólogos bíblicos catalogarle entre los Padres interpretativos, a pesar de que fue calificado como diácono del divino logos11. Con estos datos es muy natural que los teólogos bíblicos en sus estudios eviten las citas o remisiones a la obra de san Gregorio Palamás, porque san Gregorio está declarado como el teólogo dogmático por excelencia, quien se ocupa de la teología apofática (afirmación negativa, si lo que no es), la zeoría contemplación de la luz increada, la expectación, visión de Dios y el discernimiento entre esencia y energía increadas de Dios.

Tal como nos hemos referido anteriormente, el método crítico-histórico de interpretación de la Santa Escritura ha dominado, a pesar de sus grandes diferencias entre los intérpretes, sigue reivindicando el primer lugar entre los contemporáneos métodos hermenéuticos tanto en nuestra tierra como en el exterior12. Sin embargo, es un hecho que tanto la implicación en los métodos contemporáneos de interpretación/hermenéutica de la Santa Escritura, como las condiciones teológicas de los mismos intérpretes no les han facilitado a ocuparse sistemáticamente y comprobar la hermenéutica particular y el valor de san Gregorio Palamás, tal como se desarrolla en su rica obra redactada. Nosotros por lo menos no hemos visto que exista un estudio relativo sobre la hermenéutica del santo ni en heleno ni en ninguna otra bibliografía exterior. Quizá sea por primera vez en este congreso que se nos está dando la ocasión de ocuparnos con san Gregorio Palamás como intérprete hermenéuticos de la Santa Escritura.

Está claro que san Gregorio Palamás frente a las reflexiones filosofantes de Barlaam, utiliza como método de interpretación/hermenéutica de la Escritura la verdad histórica de los hechos dentro de la perspectiva de la historia de la divina economía. El acercamiento dialéctico o intelectual a los textos de cualquier método interpretativo contemporáneo, tiene el peligro de alejar el texto del conexo histórico y principalmente del conexo teológico y conducir al intérprete a una interpretación equivocada del mensaje del texto sagrado.

Se trata claramente de dos distintas metodologías y aproximaciones teológicas de la Santa Escritura. La dialéctica de Barlaam, del Akíndinos y sus semejantes se apoya en los comunes conceptos y los silogismos, en cambio el método demostrativo de san Gregorio Palamás y de los ortodoxos interpretes/hermenéutas se basa en las «obras» y la «vida», es decir, a la experiencia de la vida, la historia y la tradición de la Iglesia, que son cosas realmente verdaderas y seguras. De otra manera, san Gregorio Palamás empieza siempre de la experiencia y los sentidos cuando se trata para el estudio de las realidades y cosas creadas o las increadas; así demuestra catafáticamente y apofáticamente la tradición de la Iglesia y la apocálipsis/revelación del Logos increado de Dios dentro en la historia, de acuerdo con la Santa Escritura. En definitiva, el obispo de Tesalónica, adopta plenamente el método hermenéutico y las presuposiciones, condiciones teológicas del evangelista Juan14, quien en su evangelio, en las epístolas y en el libro Apocalipsis presenta la experiencia vivida y la experiencia mística de los Apóstoles y de los primeros creyentes, es decir, la experiencia de las obras, la vida y la enseñanza de Jesús como el testimonio verdadero y seguro. (14Se ve claramente en toda la obra que san Gregorio Palamás está directamente influenciado de la teología, principalmente del evangelista Juan. Tal como se refiere también el Patriarca de Constantinópolis, Kókinos, su biógrafo, “Logos elogiable sobre nuestro santo Padre Gregorio Palamás, obispo de Tesalónica”: El evangelista Juan apareció a Palamás y esta imagen certifica la relación del evangelista con Gregorio obispo de Tesalónica. …Creemos que una investigación más detallada sobre la influencia del evangelista Juan a la teología de san Gregorio Palamás mostrará más similitudes. En segundo lugar se ve que la teología del Apóstol Pablo influyó al pensamiento del san Gregorio Palamás sobre la expectación, visión de Dios y su enseñanza sobre los ésjatos tal como veremos más abajo.)

Primordialmente su teología sobre la luz increada tiene su base bíblica al evangelio de san Juan: «7 Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz increada, a fin de que todos creyeran por él.

  1. «Éste vino teniendo como misión a dar testimonio sobre la Luz increada unida con la creada, es decir, sobre el Θεάνθρωπος Zeánzropos Dios-Hombre, Jesús Cristo, y con su kerigma preparar a los hombres para que todos crean en la Luz increada».

8 No era él la luz, sino el que había de dar testimonio de la Luz increada unida con la creada.

9 El Logos increado era y es siempre la verdadera Luz increada que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.

  1. «Como Hijo y Logos de Dios, segunda hipóstasis-persona de la Santa Trinidad era y es siempre el Cristo, la luz increada y verdadera, la única fuente de la luz que ilumina a cada hombre que viene a este mundo» (Jn 1, 7-9).

También la base bíblica de la teología apofática de san Gregorio Palamás sobre la apocálipsis/revelación de Dios al mundo, la expectación de Dios, la vivencia y la experiencia mística del hombre de la presencia histórica del Hijo y Logos de Dios se encuentra otra vez en Juan: «14 Y el Logos se hizo hombre de manera sobrenatural y plantó su tienda o acampó entre nosotros y nosotros hemos contemplado su δόξα doxa (gloria, luz increada) como de unigénito de la misma naturaleza del Padre, pleno de Χάρις Jaris (Gracia energía increada) y de Verdad.

  1. «Y el infinito Logos increado en el tiempo se hizo hombre; y teniendo como tienda de cabaña y templo santo su naturaleza humana, permaneció con mucha intimidad entre nosotros y como uno de nosotros aquí en la tierra. Y nuestros ojos se saciaron de su resplandeciente y divina doxa (gloria, luz increada), que se manifestaba con sus milagros y sus enseñanzas, además de su vida santa e impecable en todo. Era y es la doxa increada, la cual no tomó como regalada como la reciben sus creaturas lógicas, sino que la tenía natural de-el Padre como Hijo unigénito que era, pleno de Jaris con la que hacía milagros y ahora nos renace, y, pleno de verdad con la que nos ilumina y nos enseña».

15 Juan daba testimonio de él y proclamaba: “Éste es Aquél de quién yo decía: el que viene de tras de mí, existía antes que yo, porque Él era primero.

  1. «Juan daba testimonio de él clamando públicamente a gran voz: «Éste es el que yo decía: el que viene después de mí es incomparablemente superior a mí, y era visto y predicado por los patriarcas y profetas, porque como unigénito Hijo del Padre ya existía antes que yo».

16 Y de su plenitud todos nosotros hemos recibido, y añade Χάρις Jaris Gracia increada sobre Χάρις Jaris.

  1. «Y de su inagotable e infinita riqueza espiritual y de sus energías increadas hemos recibido todos nosotros. Y recibimos jaris increada sobre jaris y después la jaris de la metania y del perdón, absolución de los pecados recibimos también la jaris de ser hijos adoptivos y la jaris de la vida bienaventurada, alegre y feliz, y la vida eterna, y continuamente se añade en abundancia nueva jaris en la que antes hemos recibido».

El hombre de la jaris no recibe de manera mágica las donaciones de Dios y los carismas, sino mediante Jesús Cristo quien es el portador de la jaris y el didáscalos/maestro de la verdad por su encarnación dentro en la historia. Además, la teología de san Gregorio Palamás sobre la experiencia y los sentidos/sentimientos se apoya a la 1ª epístola católica (universal) de Juan: «1:1 El que desde siempre junto y en el principio ἦν (in) existía y siempre es, lo que hemos oído, lo que hemos visto y contemplado con nuestros ojos, lo que han palpado nuestras manos, acerca del Logos (causa) de la vida.

  1:1 Sobre el Hijo y Logos increado de Dios, el cual existía junto y en el principio, era y es coeterno antes que cualquier creación espiritual y material y lo que hemos escuchado, más lo que hemos visto con nuestros ojos y hemos vuelto a contemplar muchas veces con nuestros ojos espirituales y físicos, y lo que palparon nuestras manos acerca del enhipostasiado-substanciado Logos increado, el Cual en su interior co-eternamente tiene la vida y transmite la vida.

  1. Y la vida se ha manifestado, la hemos visto, damos testimonio de ella y os anunciamos la vida eterna, que existía, estaba y está siempre junto al Padre y se nos ha manifestado.
  2. Y esta vida enhipostasiada-substanciada en persona ha tomado naturaleza humana y se ha manifestado entre nosotros y la hemos visto con nuestros ojos y damos testimonio oficialmente de ella; y os anunciamos la vida eterna que existía, estaba y está siempre junto al Padre y se ha revelado a nosotros los Apóstoles y a muchos más hombres.
  3. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos para que mediante el Cristo estéis unidos con nosotros en κοινωνία kinonía conexión, comunión, unión y participación, como estamos nosotros en kinonía-comunión y unión cordial con el Padre y con su Hijo Jesús Cristo» (1Jn 1,1-3). (17Está claro que este texto de la primera epístola de san Juan muestra la experiencia mística vivida que ha influenciado a la teología de san Gregorio Palamás.)

Tal como muy acertadamente notificó el Padre G. Floroski: “El punto de salida de san Gregorio Palamás fue la historia de la salvación, es decir, primero en una escala superior la Historia bíblica que se constituía de divinas energías (increadas) con punto culminante la humanización/encarnación del Logos increado de Dios y la doxa-gloria (increada) de la Cruz y la Resurrección y en una escala menor la historia del Cristiano que lucha para lo perfecto y sube paso a paso hasta encontrar a Dios en la zeoría contemplación de su doxa-gloria increada”18.

Con estos criterios la interpretación existencial y desmitificada de R. Bultman19, como también las tesis de los después de él de la Nueva Hermeneutica20, presuponen principalmente una atmósfera de pensamiento existencial de la época de ellos. Se trata de la imitación del método hermenéutico (interpretativo) del Barlaam de Calabria, quien se encontraba en plena antítesis con la teología de san Gregorio Palamás. El obispo de Tesalónica, san Gregorio Palamás sostiene que el carácter básico de la existencia cristiana que es considerada también la sublime finalidad y meta de la vida humana, era y es la zéosis21.

La negación, de Barlaam y sus semejantes (hoy los Occidentales) de la existencia de la energía increada de Dios, conduce al rechazo de la experiencia vivida y la experiencia mística22 de la Iglesia para una κοινωνία kinonía (comunión, conexión, participación y unión) pragmática con Dios. El punto de vista de los barlamitas de que la χάρις jaris gracia es creada tiene consecuencias negativas en la vida espiritual de los creyentes: a) excluye la posibilidad y poder de κοινωνία kinonía del hombre con Dios, y b) identifica a Dios vivo con las creaciones; Recalca san Gregorio Palamás: «…nosotros la divina jaris la llamamos increada y vosotros creada. Puesto que el Señor vino en la tierra y ha hecho partícipes de su divina doxa-gloria a los dignos, vosotros la llamáis creada esta jaris de la deidad que se ha dado a los santos; y negáis la κοινωνία kinonía participación, comunión y unión de los santos con Dios y aún hasta la deidad de Dios de la cual se unen los santos por la jaris, y así otra vez convierten en creación a Dios23».

Se trata de términos muy molestos para los intérpretes occidentales y de una realidad incomprensible e inaceptable de la interpretación desmitificada y existencial de Bultmann y la Nueva Hermenéutica (Interpretativa). Pero estas deben ser las presuposiciones y condiciones teológicas básicas para una aproximación ortodoxa interpretativa/hermenéutica a las verdades de la Escritura.

San Gregorio Palamás se refiere a lo ininteligible de Dios que se proclama con la frase bíblica del evangelista Juan: “Dios jamás lo ha visto nadie” (Jn 1,18), continua con la referencia de la 1ª Timoteo “a quien no ha visto nadie ni puede ver nadie” (1ªTim 6,16), y completa su referencia con el diálogo característico de Dios con Moisés, donde se revela que “nadie puede ver mi rostro y vivir” (Ex 33,20). Tal como recalca acertadamente san Gregorio Palamás explorando el concepto de estos pasajes que realmente la esencia de Dios es ininteligible. “porque ver a Dios a los teólogos se les ha negado, es in-captable e incomprensible…”27. Paralelamente apela a los testimonios de los Padres de la Iglesia, cosa que hace siempre, para consolidar su tesis28.

A continuación el Obispo de Tesalónica utiliza otra vez la argumentación bíblica para interpretar la posibilidad y poder de lo inteligible, accesible y participe de Dios. Primero se remite a la sofía-sabiduría de Salomón donde se refiere que “por la belleza de las creaciones se sobreentiende y se ve a Dios”29  y después se va a las bienaventuranzas del Señor en el Monte de los Olivos, al pasaje clásico, «Bienaventurados los puros, los que han hecho la catarsis, purgación y limpieza a su corazón de toda mancha del pecado, porque ellos contemplarán y verán a Dios» (Mat 5,8) y en la 1ªCorintios 13,12, donde tenemos una referencia esjatológica de Pablo: «Entonces le contemplaremos persona a Persona o cara a Cara» a Dios. Aún apela al sabio pasaje de Jesús, “…los ángeles de los cielos que están tocando a Dios ven siempre el rostro de mi Padre» (Mat 18,10). Y la referencia de Jacob, «he visto a Dios cara a cara y se ha psicoterapiado, sanado y salvado mi psique-alma» (Gen 32, 31.)

El problema básico hermenéutico que se pone a Palamás y sus adversarios sobre las referencias bíblicas anteriores es el siguiente: ¿Puede realmente Dios ser a la vez visible e invisible, accesible e inaccesible, participe y no participe? ¿Qué es lo visible de Dios y cómo se pueden interpretar las anteriores referencias bíblicas contradictorias? Creo que se hace claro que el tema entero y la diferencia entre Palamás y sus adversarios es principalmente hermenéutica. Sobre todo no se trata simplemente de una interpretación distinta de los acontecimientos y las divinas teofanías del Antiguo y Nuevo Testamento, sino de distinta interpretación/hermenéutica de la esencia de la apocalipsis/revelación. Los contrarios de san Gregorio Palamás por costumbre dan una interpretación simbólica de las teofanías. Pero el obispo de Tesalónica basado en la teología bíblica (experimentada, vivida) asegura que Dios de la Santa Escritura es ininteligible y a la vez inteligible, invisible y paralelamente “visible”, es participe, inaccesible pero también partícipe, accesible por el hombre. Estos estados o situaciones no son contradictorios entre sí. “+++34.

De la aceptación o no del discernimiento entre esencia y energía (increadas) depende toda la interpretación de la Apocálipsis (Revelación) y, por consiguiente, la interpretación/hermenéutica que podemos tener sobre Dios, la creación y el hombre. En este discernimiento san Gregorio Palamás principalmente nos da cimentación bíblica. La pregunta si Dios puede ser a la vez “visible” e invisible, partícipe o no partícipe, conduce a san Gregorio y sus adversarios al corazón del problema hermenéutico de la Santa Escritura sobre lo ininteligible y a la vez inteligible de Dios. La respuesta de Gregorio de Tesalónica es clara y categórica: “Porque ver a Dios, está dicho por los teólogos, por un lado que, la esencia es ininteligible de todos, y por otro lado, dijeron que de las creaciones se ve el creador, no enseñaron que de la creación se ve la divina esencia –porque está claro que esto lo prohibieron- pero dijeron que la divina fuerza y energía se comprende y se percibe por las donaciones y beneficencias”35.

Sobre esta base bíblica se apoya san Gregorio Palamás y su enseñanza sobre la teología apofática y catafática, la cual constituye la culminación de su consideración sobre creado e increado. Tal como en el caso de esencia y energía (increadas) de Dios no hay antítesis sino composición armónica, lo mismo también en la teología apofática y catafática hay plena armonía. Recalca san Gregorio Palamás: «Pero esta teología apofática no es contraria a la catafática, por lo cual Dios se mueve y tiene movimiento, y siendo como potencia (fuerza) también tiene fuerza y energía, es uno y auto-verdad, y así se teologiza y se venera por nosotros».36 Así que apocálipsis significa aparición, manifestación o develación de la divina doxa-gloria increada del Dios Trina y participación del hombre a la divina χάρις jaris (gracia increada) y la zéosis. Entonces tal como sostiene san Gregorio Palamás: «Dios toma κοινωνία kinonía comunión, conecta y es participado por los merecidos inefablemente, y el alumbramiento divino y místico se hace por los divinos mandamientos, según su promesa, a los purificados o sanados del corazón»37.

La experiencia vivida y la experiencia mística de la Santa Escritura no conecta con las percepciones espirituales técnicas abstractas, sino que está basada en la vivencia y experiencia de la apocálipsis en Cristo del Dios Trinitario dentro en la Iglesia, con el sentido que Cristo transmite la luz increada a los hombres, luz que cada uno de nosotros está llamado a apropiarse personalmente por la jaris, la fuerza y poder del Espíritu Santo38. Así el intérprete no puede funcionar autónoma y arbitrariamente, independiente y dialécticamente sin la intervención de la jaris de Dios. La catarsis (purgación y sanación) del corazón del teólogo como trabajo espiritual presupone la metania, la redención y liberación de la corrupción del pecado y la iluminación de sus sentidos espirituales. De esta manera la experiencia vivida y la experiencia mística conecta directamente con la teología y especialmente con la θεοπτία zeoptía (expectación, visión divina) y por extensión con el proceso hermenéutico. Además, la interpretación de la apocálipsis de Dios, como logos humano para el mismo Dios, que se extrae de la apocálipsis del Logos (increado) de Dios y se manifiesta con la jaris del Espíritu Santo es la verdadera teología. Por lo tanto, la experiencia vivida y mística de la apocálipsis que la saborea el creyente como miembro del cuerpo de Cristo, constituyen condiciones fundamentales para el desarrollo hermenéutico y la teología verdadera. (39La composición de la teología con la experiencia mística es el principio fundamental de la tradición ortodoxa. Tal como dice Mantzaridis: La verdadera teología no es posible comprenderse de otra manera sino como interpretación de la apocálipsis de Dios, como logos del hombre sobre Dios, inspirándose y extrayendo de la apocálipsis de su Logos increado y cultivándose de la jaris del Espíritu Santo. Por eso también la experiencia mística de Dios constituye la condición esencial de la verdadera teología.)

Por lo tanto, según san Gregorio Palamás, la condición de la experiencia vivida y mística es el misterio de la divina humanización/encarnación. De esta manera el Hijo y Logos de Dios “declinó los cielos y bajó” y vino en relación directa y personal con el hombre y se hizo fuente de renovación y santificación de todo el mundo. Porque, recalca san Gregorio, «…en quién de los creados podría caber toda la infinita dinami (potencia y energía) del Espíritu, sino en aquel que se concibió dentro en el vientre virgen con la presencia del santo Espíritu y bajo la sombra de la dinami del Sublime (Lc 2,35). Por eso en él «ha cabido toda la plenitud de la deidad» (Col 2,9) y «de su plenitud hemos recibido todos nosotros también» (Jn 1,16). “Por consiguiente, la deificadora dación o donación del Espíritu no es la supra-esencia-hiperusia esencia de Dios, sino la la energía deificadora/divinizadora de la supra-esencia-hiperusia esencia de Dios, ni tampoco ella toda entera, ya que ella por sí misma es indivisible, infragmentable” La esencia de Dios, pues, se encuentra en todas partes; porque dice que el Espíritu lo llena todo (S. Sol 1,7), según esencia; también la zéosis está en todas partes, la cual existe dentro de ella de manera inexpresable e inseparable, como dinami (potencia y energía) natural de ella. Pero tal como el fuego es invisible, si no hay materia quemándose o algo sensible que reciba su energía iluminadora, así también la zéosis no es invisible, incontemplable si no hay la materia que pueda caber la divina aparición;» (40Logos en pro de los santos Hisijastas,t.3 · 3.1,34).

Por supuesto que la transmisión de la divina jaris a los hombres no se realiza mecánicamente, sino por la potencia y energía y poder del Espíritu Santo dentro al cuerpo de la Iglesia. Así que el cuerpo del humanizado Logos de Dios no sólo no constituye un impedimento para la directa κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) de Dios con el hombre, sino que es el medio para su consecución. La experiencia vivida y mística, según san Gregorio Palamás, es exactamente este el sentido personal de κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) del creyente con Dios que adquiere cada hombre como miembro del cuerpo de Cristo. De esta manera se da una dimensión eclesiástica de la zéosis del hombre, paralelamente con el carácter triadológico, cristológico y santo-espiritual que tiene todo el camino para su realización.

No se trata de una hazaña, sino de un estado carismático que se ofrece de Dios al hombre caído, quien supera la medida de su limitada constitución creada, saboreando las divinas energías increadas del apocaliptado/revelado Hijo de Dios. Por eso san Gregorio Palamás distingue los regalos de Dios al hombre en naturales y espirituales. Los primeros se dan a todos los hombres de manera natural, en cambio los segundos sólo a los dignos. «…Es decir, mientras yo decía que de los regalos de Dios unos son naturales y se han dado generalmente a todos los hombres, antes, durante y después de la ley, y otros sobrenaturales, espirituales y especialmente inenarrables o secretos. …las jaris espirituales las considero sobrenaturales y se conceden directamente del Espíritu sólo en aquellos que están superados sobre la virtud, en cambio los regalos naturales como tales distan mucho de las jaris y donaciones espirituales y se dan por Dios mediante la naturaleza a todos».41.

Paralelamente san Gregorio Palamás discierne la exo-filosofía exterior, que es común a todos y la sofía-sabiduría el Espíritu que se da a los dignos. La exo-filosofía no se rechaza sino que se considera como pre-preparación de la divina y se ocupa de la gnosis de los seres, el nacimiento y la composición de ellos. Como la gnosis de la filosofía se adquiere con medios sensibles por eso la exo-filosofía no puede llegar a la verdadera gnosis de Dios. La gnosis que se regala al hombre por la jaris increada ayuda a la auténtica gnosis de los seres y a la gnosis increada de Dios42. (Más sobre la doble gnoseología y la doble gnosis de san Gregorio Palamás en “Espiritualidad del hisijasmo” Revista testimonio y diaconía pág 148 y P. Cristu “El concepto de doble gnosis de san G, Palamás” pág.177)

Por consiguiente, la experiencia vivida y mística como condiciones para la interpretación de la Santa Escritura constituyen los métodos perfectos de investigación de los misterios revelados mediante Jesús Cristo, no sólo las verdades de la fe, sino principalmente la κοινωνία kinonía del misterio de la zéosis del hombre: «…se ve con claridad y precisión que no es el aprendizaje de la exo-enseñanza o instrucción exterior que limpia, purifica, sana, y salva la parte gnóstica de la psique y la asimila hacia el divino arquetipo»43.

De las cosas anteriores se hace claro que san Gregorio Palamás como intérprete de las Escrituras no se limita a una gramática letrada, filológica, social, feminista, de observación de palabras o frases o de narraciones del texto bíblico. Discierne claramente la gnosis de la exo-enseñanza, la cual por nada la desprecia, porque la considera como un estadio pre-preparativo para la fase de la jaris espiritual. «… así que la gnosis de la enseñanza, educación o cultura exterior, aunque uno la utilice correctamente es un regalo de la naturaleza y no de la jaris que se da de Dios mediante la naturaleza generalmente a todos y con el estudio llega a un gran progreso»44. Pero la donación de Dios sobrepasa el estadio natural de la gnosis y de la enseñanza exterior, y entonces la sofía-sabiduría humana se sustituye por la “Teosofía” de los iluminados hombres por las divinas energías increadas: «… Es una demostración clara que el regalo natural, no el espiritual, no se consigue sin ocupación y estudio absolutamente por nadie. Porque regalo de Dios y no natural principalmente es la teosofía nuestra, la cual hasta a los pecadores, si se da de Dios les convierte en hijos del trueno, según Gregorio el Teólogo (homilía 41,2 PG 36, 448c), y capaces de enseñar a los fines de la icumeni toda tierra habitada (del mundo), si se da a telones (cobradores de impuesto o aduaneros), los hace comerciantes de psiques, si se da a muchos fanáticos perseguidores de los Saulos (locos), les convierte en Pablos que llegan desde la tierra hasta el tercer cielo y escuchando logos inenarrables e inexplicables (2ªCor 12,2). Con esta ayuda, pues, también es posible hacernos como a imagen de Dios y seamos así después de nuestra muerte».45

Así que, la “teosofía” como experiencia vivida y mística de la jaris del Espíritu Santo, crea una dinámica interpretativa de la apocálipsis de los misterios del Logos de Dios dentro del camino histórico de la Iglesia. La sofía-sabiduría de arriba, según san Gregorio Palamás, modifica y cambia a los pescadores en Hijos del trueno (que truena energía increadas), como al evangelista Juan que es por excelencia el intérprete del misterio de la encarnación del divino Logos increado. Otros de los discípulos pescadores analfabetos los cambia en teólogos e intérpretes de Dios, es decir, de la verdad apocaliptada/revelada. Otros de los Apóstoles los manda a los fines de la tierra, y a otros que eran telones (cobradores de impuestos), como el evangelista Mateo, los metamorfosea en intérpretes de la enseñanza de Jesús. Así con el mensaje de la salvación ayuda al giro de los hombres del estado de corrupción y de pecado al estado de la metania y de la sobriedad. Aún hasta los perseguidores, como Pablo, los convierte en intérpretes de los inefables logos, subiéndoles hasta el tercer cielo y por las energías divinas increadas les revela los misterios de la realeza increada de Dios.

Es cierto que para el intérprete es imprescindible que investigue teológica, histórica y filológicamente los elementos del texto sagrado para comprender las “visiones y apocalipsis/revelaciones” (2ªCor 12,1), que regaló el Señor a Pablo, cuando le elevó hasta el tercer cielo. Pero san Gregorio Palamás interpretando la frase de Pablo: «Se siembra cuerpo psíquico y se resucita cuerpo espiritual; así el cuerpo psíquico es también cuerpo espiritual» (1ªCor 15,44), recalca un otro aspecto de la interpretación que es la dimensión teológica del texto bíblico. Sostiene que el Espíritu Santo con sus energías hace al hombre espiritual y le ofrece la posibilidad de ver la luz increada. El cuerpo psíquico y carnal del hombre se transforma por la jaris del Espíritu Santo en espiritual.48 Así que san Gregorio Palamás se hace un magnífico intérprete de Pablo, aclarando que en el futuro siglo, en los ésjatos-postreros, ya que el cuerpo se hará espiritual, estará viendo eternamente la luz increada de la doxa-gloria de Dios, que es la teofanía y la θεοπτία zeoptía visión divina de la doxa del Dios Trinitario.

También para la narración de la metamorfosis del Salvador Cristo, que se salva en los evangelios sinópticos (Mt 17,1-13. Mc 9, 2-13. Lc 9, 28-36), san Gregorio Palamás tiene una especial aproximación hermenéutica o interpretativa. Aquí también aplica la tendencia de la experiencia mística vivida, como el método teológico más apropiado. El logos de Jesús, «amín, amín, de verdad en verdad os aseguro que hay algunos de los que está aquí que no gustarán la muerte hasta que haya visto la realeza increada de Dios venidera con toda su fuerza» (Mc,9,1),  se conecta por Palamás directamente con la narración de la metamorfosis que sigue; el Señor por su parte esta doxa (gloria-gracia, luz y energía increada) en los evangelios la llama realeza de Dios51. Se refiere a la apocálipsis/revelación de la doxa de la deidad de Jesús a sus tres discípulos, Pedro, Santiago y Juan, durante el día de su metamorfosis en el monte Tabor. Por eso el acontecimiento de la metamorfosis tiene enorme importancia para el entendimiento de la enseñanza ortodoxa de la interpretación del carácter de la apocálipsis/revelación de Cristo y la manera de vivencia y experiencia por los hombres. San Gregorio Palamás interpretando la narración de la metamorfosis sostiene que esta luz es la energía increada de la deidad de Cristo. Al contrario Barlaam de Calabria consideraba la luz de la metamorfosis como símbolo creado de la grandeza divina.52

Se trata de dos tendencias interpretativas distintas de las narraciones de los evangelios sinópticos que tienen una enorme importancia como métodos de interpretación y comprensión de la apocálipsis/revelación de los evangelios, porque definen las maneras de vivencia del misterio de la salvación y la realeza de Dios. Por lo tanto los métodos interpretativos no son algo indolentes para la interpretación de la Santa Escritura, puesto que determinan las tendencias teológicas y conducen hacia la correcta o no, experiencia vivida mística del misterio de la sotiría sanación, redención y salvación del hombre.

La primera aproximación interpretativa de Barlaam conduce a la negación directa de la apocálipsis/revelación de Dios con las energías increadas y, por consiguiente, excluye toda κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) mística vivida de Dios por los hombres. En lugar de las energías increadas Barlaam aceptaba la intervención de medios creados o símbolos entre el hombre y Dios53.

La segunda aproximación de san Gregorio Palamás, sostiene la apocálipsis/revelación directa de Dios y su κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) pragmática con los hombres. La luz de la metamorfosis es el punto pragmático y real de la apocálipsis/revelación de Dios a los discípulos. Esta luz, tal como se refiere el Apóstol Pablo, no era luz de la gnosis, era luz de la apocálipsis/revelación de la doxa-gloria de la realeza increada de Dios. Los Apóstoles vieron con sus ojos naturales somáticos la luz tabórica por la reestructuración que provocó el Espíritu Santo a sus naturalezas humanas. El cambio y la metamorfosis esencial de los discípulos fue realizada durante el encuentro con la divina naturaleza de Cristo al nivel de creado e increado. Se trata de una experiencia mística vivida de los discípulos que les ayudó a comprender que la condescendencia de Dios significa encuentro de creado con increado. De esta manera lo creado o creatividad adquiere cualidades, atributos divinos por la jaris increada y entonces el hombre se hace auténtico intérprete y revela/apocalipta el misterio de la sotiría redención, sanación y salvación y la nueva realidad de la realeza increada de Dios. No se trata de un estado extático o salida de los discípulos de sus sentidos y del nus, sino de metamorfosis, transformación divinizada de los sentidos y del nus. Así los discípulos lograron, de acuerdo con las palabras de Jesús: «…verán la realeza increada de Dios venidera en fuerza y energía» (Mc 9,1).54

San Gregorio Palamás rechaza dinámicamente la opinión de Barlaam, quien considera sensible o creada la luz de la metamorfosis. Al principio apela el testimonio de los discípulos y particularmente del Pedro y apoya vigorosamente el carácter de la teofanía en el Tabor. «Pero como dijiste que aquellos que rechazan la luz divina de la jaris y llaman sensible esta luz que se manifestó al monte Tabor, primero les preguntaremos si consideran divina esta luz que sobrealumbró a los distinguidos discípulos en el monte Tabor. Porque si no la consideran y no la teologizan divina, les inspeccionará Pedro, tanto con el que se ha quedado en alerta o guardia al monte, según Marco, y vio el esplendor de Cristo (Mr 9, 2-8), como también con lo que escribe en su segunda epístola, que observó la grandeza de él cuando estaban juntos al monte santo».55

Al principio san Gregorio Palamás apelando al evangelista Marco menciona que los discípulos vieron la doxa-gloria de Cristo, (Mc 9, 2-8). Después Pedro como testigo presente proclama la manifestación de la doxa de la deidad de Jesús. Después san Gregorio Palamás recorre a los Padres y menciona primero el testimonio de san Juan Crisóstomo, quien sostiene que la forma del cuerpo de Cristo permaneció inalterable, pero la luz increada revelaba el esplendor de su divina majestuosidad57. A continuación apela al testimonio de san Dionisio el Areopagita quien llama la escena de la metamorfosis «teofanía» y «θεοπτία zeoptía visión divina o de la luz increada» y la de san Gregorio el Teólogo quien sostiene que la luz increada que vieron los discípulos al monte Tabor mostraba la deidad de Jesús59. Finalmente pone el testimonio de san Simeón el Intérprete quien también sostiene que en el monte los discípulos vieron la deidad «desnudada» del Logos de Dios60.

A los ojos de los tres Apóstoles, Pedro, Santiago y Juan, Cristo Apocaliptó/Reveló y ofreció una gran donación por la divina e inefable luz. Se trata del compromiso y el preludio, según Palamás, “de la futura visible teofanía en gloria de Dios, la metamorfosis del Señor en el monte Tabor”.61 Esta teofanía presenta el Cristo a los purificados, sanados del corazón y los constituye capaces con esta experiencia mística vivida a interpretar auténticamente el misterio de la realeza increada del Señor y que deben manifestarlo y revelarlo a los hombres.

San Gregorio Palamás da una auténtica interpretación también al texto de Pablo: «Porque ahora vemos confusamente como en un espejo de manera que queden muchos enigmas e interrogantes que no podemos explicar. Entonces veremos y será claramente en persona cara a Cara. Ahora conozco parcialmente la verdad, pero entonces tendré perfecta la gnosis, tan perfecta como cuando fui reconocido, y como energizaba y operaba el omnipotente Señor en mi regreso como reconocimiento y proclamación a mi axioma apostólico (1ªCor 13,12». Los purificados, sanados del corazón, el obispo de Thesalónica menciona que desde la vida presente saborean la experiencia de la doxa-gloria de la raleza increada y la expectación de Dios como compromiso, alianza y preludio de aquella verdad y realidad.63

Los purificados, sanados del corazón ven la energía increada de la divina luz y pueden ser auténticos intérpretes de las Escrituras, porque superan el oscurecimiento de su nus y de su psique y con la divina co-participación64 revelan las verdades del evangelio y conducen a los hombres a la redención, sanación y salvación. La existencia de estos teólogos iluminados, según san Gregorio Palamás, supera el convencionalismo del proceso interpretativo de la Santa Escritura, porque revelan la experiencia de la luz increada que iluminará con toda su majestuosidad durante la Segunda Presencia-Parusía de Cristo.

Pero, más que todo, la visión de la luz increada y la participación en ella, conducen al intérprete a la unión con Dios, a su metamorfosis, renovación y santificación. No se trata de un proceso mágico, sino de una manifestación pnevmatológica (lógico-espiritual) de la salvación y vivencia eclesiástica del misterio de la encarnación del Logos y la unión con el glorificado cuerpo del resucitado Cristo dentro en la Iglesia. La catarsis (purgación y sanación) como trabajo preparativo espiritual tiene un carácter ontológico y no simplemente ético. Por eso la pureza, limpieza del corazón en la teología bíblica conduce a la expectación, visión y κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) con Dios: «Bienaventurados los purificados o los que han hecho la catarsis, sanación de su corazón, porque ellos contemplarán y verán a Dios» (Mt 5.8). Esta expectación, visión de Dios se estará realizando, según san Gregorio Palamás, dentro de una luz divina que constituye la condición y punto culminante del proceso apocalíptico (revelativo). «Si realmente llaman luz aquello que se manifestó como divina luz y luz de Dios, según los intérpretes de la verdad, obligatoriamente confesarán que la visión, expectación perfecta de Dios es luz increada»66.

 

Conclusiones

Después de lo que hemos dicho anteriormente, nos conducimos a las siguientes conclusiones:

  1. En nuestros días se presentan nuevos métodos interpretativos/hermenéuticos que están basados, según san Gregorio Palamás, en la exo-exterior filosofía, de la cual el Santo tiene una simpatía particular. Los intérpretes creen que con una nueva aproximación del texto bíblico pueden transmitir correctamente el espíritu y el mensaje de la Santa Escritura. Pero la teología hermenéutica ortodoxa puede presentar condiciones de la experiencia mística vivida como las principales condiciones de la apocálipsis, que se proyectan por los Padres de la Iglesia y particularmente a san Gregorio Palamás.
  2. El evangelio contiene el acontecimiento de la encarnación del Hijo y Logos de Dios y el mensaje alegre de la σωτηρία sotiría redención, sanación y salvación por la cruz y la resurrección de Jesús Cristo. Por eso, la experiencia y vivencia de este misterio por la χάρις jaris del Espíritu Santo crea la análoga orientación a la teología bíblica. De la discusión dialéctica de la teología occidental pasamos con san Gregorio Palamás a la tendencia de la referencia demostrativa, de la teofanía y de la θεοπτία zeoptía (visión divina o de la luz increada), que son las condiciones básicas de la tradición exegética (interpretativa) ortodoxa.
  3. El método dialéctico que fue apoyado por el Barlaam, el Akíndinos y principalmente de intérpretes teólogos occidentales está apoyado en conceptos comunes y silogismos, en cambio el método demostrativo que fue apoyado por san Gregorio Palamás y los demás Padres de Oriente está sostenido a las «obras» y a la «vida», es decir, a la experiencia de la vida, la historia y la tradición de la Iglesia Ortodoxa que son elementos verdaderos y seguros. Así el punto de salida de la teología de san Gregorio Palamás es la historia de la divina economía.
  4. La negación, de Barlaam y sus semejantes, de la energía increada de Dios excluye la posibilidad de κοινωνία kinonía (conexión, comunión, unión y participación) pragmática del hombre con Dios e identifica a Dios con las creaciones. Al contrario la tesis teológica básica de san Gregorio Palamás es que los purificados, sanados del corazón viven y ven la energía increada de la luz divina, tal como en el caso de los tres discípulos en el monte Tabor durante la metamorfosis de Jesús y crea dos orientaciones de la interpretación de la apocálipsis del misterio de la salvación, la realeza increada de Dios y la segunda Parusía-Presencia del Señor.
  5. Finalmente san Gregorio Palamás discierne la exo- exterior sofía-sabiduría que es común a todos los hombres y la sofía del espíritu que se da a los dignos. Por lo tanto la exo-sofía no se rechaza porque es una pre-preparación de la divina. Pero la gnosis que se regala al hombre por la jaris increada y la “teosofía”, ayuda tanto para la gnosis auténtica de los seres como también de la gnosis/conocimiento de Dios. Así la experiencia mística vivida como las condiciones teológicas para la interpretación de la Santa Escritura constituyen la mejor orientación de investigación de los misterios apocaliptados/revelados por Jesús Cristo. Este proceso hermenéutico (exegético, aclarativo, explicativo, interpretativo) no contiene sólo las verdades de la fe, sino principalmente el misterio de la zéosis del hombre!!! Amín.

Por Cristos Iconomu, profesor de la Universidad Teológica de Tesalónica.

SUMARIOS DE LOS CONGRESOS INTERNACIONALES DE ATENAS Y LEMASOL DE CHIPRE

Traducido por Χρῆστος Χρυσούλας (Jristos Jrisulas) www.logosortodoxo.com, heleno-griego nativo, instruido en la Santa Parádosi-Tradición y en la lengua (katharévusa) del Nuevo Testamento la que actualmente se habla en el pueblo fiel heleno-ortodoxo.

 

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